Capítulo 3

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Enzo

Trato de ocultar el bostezo que está por escaparse de mi boca. La chica que está delante de mí no para de hablar, parece una oradora profesional y eso me está empezando a provocar dolor de cabeza.

No se puede negar que está muy buena, es todo una belleza.

Cabello negro, ojos grises, labios rosados y muy apetecibles, curvas por todos lados y una buena delantera.

Solo que su voz parece la de un pato, lo cual hace que todas sus cualidades queden reducidas a 0. Seguramente sueno como un imbécil y hay una gran posibilidad de que lo sea.


¿Cómo llegue a esta situación?

Es sencillo.

Estaba en el aeropuerto despidiendo a la pareja acaramelada que se habían quedado 4 días en Londres, uno más de lo esperado, que consistió en ir a todos los sitios turísticos con la parejita feliz.

Mackenzie me dijo — me ordeno — que me comportara, Erick solo dijo que me divirtiera sanamente y se ganó una mirada malhumorada por parte de su prometida. Lo que eso significa que el fotógrafo tendrá problemas todo el vuelo por su comentario, aunque sé que lograra controlar a la fiera.

El caso de mi situación apareció justamente cuando estaba saliendo del aeropuerto y choque con un cuerpo femenino, estaba de mal humor no me gustan los aeropuertos pero mi opinión cambio un poco al ver la señorita delante de mí sonriéndome.

Le invite un café y acepto, ahora me arrepiento. El café le dio más energía que antes y no sé cómo callarla, es peor que un loro.


—Entonces... ¿Qué te pareció? —pregunta con emoción.

Intento recordar algo de toda la verborrea que lanzo. Sé que hablaba de un gato y luego de un elefante o tal vez no hablaba de eso, y lo único que estoy recordando es el documental que vi en Animal Planet ayer.

—Impresionante — sus ojos se iluminan de felicidad — una maravillosa historia — mentir es malo, lo sé. Pero este es un caso muy especial, la chica quiere atención y deseo administrársela.

Es un ganar y ganar.

—Eres el primer hombre que me entiende — acaricia mi mano y noto su mirada picara, estoy por responderle el gesto cuando escucho el tono de llamada de mi celular.

—Dame un momento — asiente.

Me levanto alejándome un poco de ella para poder hablar más cómodo.


Habla el espectacular De Luca, ¿Quién es? — Digo al ver que es un número desconocido.

Me intriga un poco, escuchar al otro lado de la línea un montón de gritos en el fondo junto a una voz femenina, parece que el apocalipsis ha llegado a esa lugar.

¡Oh Enzo!, es bueno saber de ti. Por un momento pensé que tu padre me había dado el numero mal, sabes cómo es esto de la tecnología para los que somos de la vieja escuela — intento ponerle rostro a la voz — soy Peter Long... sé que ha pasado tiempo, pero el viejo Andrew me llamo para comentarme de que pasaría hoy por el bar.

¿Qué?

Dios porque permites que mi padre tenga celular.

—Oh... en estos momentos no sé si tenga tiempo para ir — poso la vista en la pelinegra que me observa con entusiasmo.

Una Inesperada Melodía - Libro 2Where stories live. Discover now