Capítulo 10

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Allyson

Ansiolíticos, antidepresivos y antihistamínicos, los últimos aunque sean utilizados para tratar las alergias ayudan con la falta de sueño. Todos debo tomarlos al pie de la receta, misma hora, sin falta ni excediéndome de la dosis diaria.

Hay breves momentos en los que pienso que tienen un efecto nulo en mí, como también deseo agarrarlos y vaciarlos en el inodoro para hacerlos desaparecer.

Mi tía tiene una opinión muy clara con respecto a ese tema, no le parece correcto que alguien tan joven sea sometido a ese tipo de tratamiento, cree que hay formas más sanas de "ayudar" a mi cuerpo que ingiriendo químicos. Si tan solo entendiera que al no tomarlos me siento peor, la combinación entre ansiedad, depresión, falta de sueño y apetito, puede ser letal según la psiquiatra, por eso es tan importante mantenerme estable.

Soy un edificio en ruinas que intenta reconstruirse.

Coloco la pastilla en mi lengua y luego de unos segundos saboreando su sabor tan típico, bebo un trago largo de agua.

Ojala tuviera un efecto inmediato.

No tarda mucho en aparecer, al ver las pastillas en el mesón, solo sonríe de forma forzada sin decir nada, así dura unos minutos antes de girarse a mi dirección.

—Tía.

—Hola para ti Ally — ruedo mis ojos — ¿Cómo fue la sesión?

Es una pregunta que me causa incomodidad, no suelo ser muy comunicativa con muchas cosas (para no decir nada), sin embargo si no respondo mi tía se creara loe peores escenarios y terminara estresada.

—Bien — intento sonar sincera — así que no es necesario que te preocupes tanto por mí— si mi comentario le molesta no lo demuestra, aun así puede ver que algo se cocina en su mente— ¿ocurre algo? — Su pequeña sonrisa no tarda en aparecer — ¿ya sabes el sexo del pequeño cosa?

—Deja de llamarlo así, puedes deprimirlo — dudo mucho que ocurra — hoy es viernes, lo que significa cena familiar.

Oh, eso.

Eso es una tradición en la casa Long, ¿Cuándo empezó?, no tengo idea. No importa si en toda la semana no se cena en familia, pero ¿faltar un viernes?, eso es considerado traición, sobre todo por la dramática de mi tía.

Tío Pet, cierra temprano el bar cada viernes, desde que su último encargado le gustaba más hacer pruebas de calidad algo exageradas de las cervezas y no estaba muy pendiente de lo que hacían los clientes.

Y para ser sinceros, pierde ganancias al cerrar tan temprano el bar, supongo que no desea romperle la ilusión a su esposa.

—Seguramente llegue tarde y antes de tu interrogatorio, tengo el penúltimo ensayo de la obra — juego con la botella de agua bajo su atenta mirada.

—Dime lo que te preocupa Ally — lo miro sorprendida — soy madre y quiero creer que adquirí poderes para saber cuándo algunos de mis niños está mal.

Ni siquiera la corrijo diciendo que yo no soy una de sus retoños.

—No es nada, mejor dime que tienes preparado para hoy.

—Comida italiana — se muestra feliz — además tendremos a un invitado especial.

No.

Pensé que el día nunca llegaría o si llegaba, esperaba estar muy ocupada para estar presente.

—De Luca — asiente con emoción — espero la comida le siente mal en el estómago, ¡ya sé! prepárale un plato especial lleno de picante así se va más rápido.

Una Inesperada Melodía - Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora