Una Inesperada Melodía - Libro 2

Capítulo 12

Allyson

Tracy masticaba su tercer burrito mientras le relataba mi encuentro con Enzo De Luca en la academia hace tres días y sus expresiones me causaban cierta gracia.

— ¿Qué opinas? — pregunté cuando termine todo mi relato, empezando por nuestra discusión el viernes por la noche.

—Es un papi chulo — dijo en español, solo sabía decir halagos o malas palabras — sigo sin entender porque lo odias, en serio no parece un mal hombre — entrecerré mis ojos — ¡Oh vamos Ally!, tú lo tratas mal y no hace nada para defenderse, creo que intenta ser tu amigo.

—Que lo defiendas no es muy agradable —suspire cansada — no me gustó que me dijera prejuiciosa, todos en algún momento lo somos, está mal pero a veces es involuntario.

Empezó a reírse muy fuerte, casi la podía sentir a mi lado, teníamos nuestras videollamadas un día a la semana, con suerte dos.

—Sin duda me agrada — limpio su boca con las mangas de su pijama — deberías intentar ser amable, tus tíos lo quieren mucho — asentí de mala gana— podrían ser muy buenos amigos si lo dejaras.

—No, eso es una pésima idea — negué varias veces con mi cabeza — apenas te soporto a ti, no podría con él.

— ¡Ja! Que graciosa Ally — me saca la lengua un gesto muy maduro de su parte — no es momento para enfocarse en un chico italiano riquísimo, ¡este viernes es la obra!, ¿Cómo nos sentimos?

—Emocionadas, mañana es el último ensayo — sonreí al ver el guion en la cama — estoy preparada.

— ¡Esa es mi chica!, le dije a Clau que grabara todo y luego me lo pasara.

—Escucharas cada opinión que haga y serán muchas — asintió, podía ver la diversión en sus ojos — hubiese querido que estuvieras, te extraño.

—Vaya, vaya, la malévola chica con corazón frío se nos puso sentimental — reí, lo hacía cada vez que utilizaba la frase de hombres de negro como referencia. Aunque la cambiara un poco — no hace falta mi presencia, brillaras más que el sol.

—Gracias Tray, por tu apoyo.

—Oye, para eso estamos las amigas, no importa cuanta distancia nos separe siempre contaras conmigo.

Y tú conmigo, no lo dije pero estaba segura que lo sabía mejor que nadie.

~*~

Mason Feels apestaba y no lo decía de forma metafórica.

El día empezó relativamente bien, un desayuno tranquilo en soledad pues los tíos estaban en su consulta médica para saber cómo iba todo con el pequeño cosa, Jackson y Harry estaban en sus respectivas escuelas, Tray me dejó un mensaje de apoyo y paciencia.

Hasta que llegue a la academia y el caos apareció, teniendo por culpable a un par de pizzas.

Muchos personajes del reparto estaban enfermos del estómago, resultado por comer pizza ayer en la cafetería, la cual estaba en muy mal estado, por un momento me pasó por la mente comerla, sin embargo tía Clau hizo un esfuerzo en hacerme algo de almuerzo y ahora estaba más que agradecida, sino estuviera enferma como la gran mayoría del reparto.

— ¡Esto es una señal! — Anunció desesperada la profesora de actuación — ¿Mason Feels explícame porque hueles tan mal?

—Pues... profesora, a uno de mis hermanastros les pareció gracioso meter un zorrillo en el auto y...— la profesora levanto una mano haciéndolo callar.