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¿dónde estabas?— Namjoon realmente furioso.

Jungkook regresó el rostro hacia él, apretó la mandíbula, no tuvo tiempo de pensar en alguna excusa.

Namjoon suspiró, se tocó el puente de la nariz. —sube al carruaje, tu madre debe estar preocupada.—

Jungkook subió detrás de él, los guardias se encargaron de llevar su caballo.

Enseguida tomaron camino de regreso al castillo.

Jungkook miraba sus manos, pensando en algún tipo de excusa, sin remordimientos pero su estómago era un nudo, se sentía la tensión.

Durante todo el camino no hablaron, era bastante largo.

Al acercarse al castillo, Namjoon apenas y pudo hablar del coraje que tenía en la garganta; —nunca habías hecho algo así.— decepcionado.

Jungkook no respondió.

¿dónde estabas? ¿por qué lo hiciste?—  se molestaba cada vez más, ante el silencio de su hijo.

Con osadía, Jungkook lo miró. —dije que no quería hacer ésto en mi cumpleaños, usted no quiso escucharme, acampé al contrario del camino en soledad.— excusó.

mírate, crees que tu palabra tiene más peso que la mía.— el rey, se sintió retado al escuchar el “dije que no” por parte de su hijo.

creo en que estoy suficientemente grande para elegir lo que quiero o no quiero hacer.— no bajó el rostro, ni la mirada.

Namjoon apretó la mandíbula, asombrado fue lo que necesitó para enfurecer completamente y su vista se nublo en enojo.

Se detuvo la carroza, habían llegado, bajó Namjoon y después Jungkook.

Al bajar, el rey lo sostuvo del hombro, apretándolo con fuerza. —tal vez no recuerdas cómo son las cosas en mi reino, pero yo te haré recordarlas.— lo aventó hacia delante.

guardias sométanlo.— ordenó.

Jungkook trató de alejarlos de él, pero fue inútil, lo sujetaron bien y lo llevaban jalándolo detrás del rey.

Entraron al castillo, Eunha estaba en la sala principal conversando con su madre. Los observaron entrar de tal forma, se alarmaron, corrieron detrás de ellos.

Namjoon no se detuvo a saludar, fue directamente al patio principal, señaló el poste de madera donde se castigaba a todo aquel que cometía una equivocación. —quítenle la camisa y traed mi látigo.—

A la fuerza los guardias se la quitaron y lo arrodillaron frente al poste, amarrando sus manos al rededor, mientras otro guardia traía su látigo de cuero, bastante largo.

Namjoon se quitó el saco e hizo hacia atrás, sus mangas doblándolas. —serás el mejor príncipe pero yo sigo siendo el rey y por eso que no voy a permitir que me faltes al respeto.—

Sujetó el látigo y no tomó tiempo en que dejara la primera línea de sangre sobre su espalda, provocando un grito de dolor apenas audible.

Prohibido ➽ [KV]Where stories live. Discover now