Capitulo 1

15.8K 739 54
                                    


—¡Dios mío! ¡Sí! – gimo hechando mi cabeza hacia atrás. Mientras lo sujeto del cuello. Él se pega a mi garganta, sonríe. Logro sentirlo. 

— Riquísima... – susurra aún sobre mi garganta. Su respiración caliente, y las palpitaciones de mi entrepierna debido al reciente orgasmo me hacen perder la cordura.

— Vas a acabar conmigo. – acepto mirándole. Su sonrisa se agranda aún más.

— Tendré más cuidado. Tengo que cuidar muy bien a mí futura esposa. – me da un guiño y sale de mi interior. Intento de a comodarme pero me es imposible. Definitivamente la cocina es un poco incomoda para el sexo. Pero no imposible.

— Yo tengo que tener más cuidado contigo. – le sonrió colocándome la ropa.

No había pasado mucho desde que le di el "Si" en aquella cena. Fue como una bomba para mí su pregunta. Me hizo muy feliz saber que él quería llevar nuestra relación a otro nivel. Y sinceramente no estaba en mis futuros planes casarme. De hecho era de esas chicas que siempre penso que el matrimonio era solo un pedazo de papel. Y para mí, no era algo que quisiera. Pero Omar era la persona con quién yo pretendía estar el resto de mi vida. Aunque suene cursi, para mí lo era. Así que porqué negarme a eso.

Sí se lo preguntan la noticia para mis padres fue una bomba. Literalmente mi padre casi olvida por completo el asunto de la adopción de mí hermano menor y Víctor ni se diga.  Tenían tanta histeria que pensaron que estaba embarazada. Se lo conté por vídeo llamada.

— ¿Estás embarazada? – su cara contraída me contestaban claramente las recientes dudas que tenía.

Papá me miraba completamente molestó y sobre todo decepcionado. Víctor se limitaba a observar bastante serio la verdad.

— No papá. No estoy embarazada.

— Tienes veintidós años Alina. ¿Cómo te vas a casar así porqué sí?

— Papá es lo que queremos ambos.  ¿Porqué no solo lo aceptás?

Corto la llamada.

¿Pueden creerlo? Me cortó la llamada, algo que jamás había pasado. ¡Nunca!
Aunque unas horas más tarde me había vuelto a llamar, está ocasión solo Victor un poco menos enojado y estresado. En cambio con papá no he vuelto a hablar. Aún es el tiempo que no está de acuerdo. Le parece una pésima idea, supongo que muy en el fondo de su corazón pensó que íbamos a terminar en algún momento. Para su mala suerte se equivocó. Así que solo queda que termine de aceptarlo y tal vez si no lo hace, mínimo parecer tranquilo por mí. Estoy segura que tendremos una gran plática cuando regresen.

— Tengo una cena en la noche. – comenta un tanto cansado. Gana toda mi antención.

— ¿Trabajo?

— Si, unos nuevos inversionistas que interesan un buen trato. La verdad no me importa en lo absoluto, pero Max piensa que es una buena idea. – suspira sin apartar su mirada de mí mía.

Max James, era su mano derecha. Ni siquiera sabía que tenía una mano derecha pero si. Un hombre muy carismático y bromista. Lo conocí no hace más de tres días cuando apareció de la nada en su oficina mientras yo le daba un beso apasionado. Recuerdo su cara y la expresión alarmada que se le asomo en el rostro.

—¡Por un Demonio Omar! – exclamó aquel hombre entrando sin tocar a su oficina. Me gire un tanto alarmada y a mí vista un hombre mayor que no debía pasar de los cincuenta y tantos años nos miraba entre sorprendido y alarmado. Tenía tremenda cara de espanto, la verdad no era para tanto. Estaba sentada sobre las piernas de Omar, besándonos. ¿Eso hacen los novios no? Y ahora más que estábamos comprometidos. Con una sortija en uno de mis dedos. Con un diamante mucho más grande de lo que hubiera querido.

Junto a Tí (+18) #3 {Tercera parte} Where stories live. Discover now