Capitulo 17

13.5K 663 194
                                    

Cuando me giró Omar me está mirando atentamente.

— ¡Me caga tu hija! – exclamó pasándome las manos por el pelo. — Es una maldita mocosa inmadura. ¿Qué pretende?

— Cálmate.

— Estoy calmada, creeme. – si no lo estuviera le hubiera dado su cachetada. Se la merecía.

Omar suspira cansado y noto un destello de irrigación en su rostro. Ya sé que no le gusta que su hija y yo discutamos. ¡Joder! Ella hace las cosas y yo no puedo molestarme. Me saca, me enoja como no tienen idea. Aveces pienso que la mejor forma es que enserio dejemos de ser amigas, nuestra amistad se ha ido a la mierda.

— No me gusta que discutan. – se cruza de brazos. Arquero una ceja y pongo los ojos en blanco.

Me siento tan cansada, tanto física como mentalmente. Siempre estoy rodeada de problemas, no solo míos, si no de todo. Mis padres, Ciara, Omar es tanto para lo que una persona puede soportar. Me siento levemente abrumada y acorralada. Aveces siento que necesito un aire, un respiro de todo. Tengo veintidós años y tengo más problemas que muchas personas juntas. Muchos problemas familiares, no tengo con quien desahogarme. Mi única amiga se ha revelado literalmente. Mis padres tienen sus cosas y sus problemas y mi novio insiste seriamente en controlar casi todo lo que hago. ¿Quiero esto?

Suspiró pensando y se me carga la mente de todo lo que ha pasado en los últimos días. Es demasiado para mi, es realmente demasiado. Mi vida se resume en tener problemas, intentar de arreglar la vida de los demás, trabajo y Omar. ¿Dónde está el tiempo para mí? No lo veo hace siglos. Desconozco quién soy sin exagerar. Siento que he perdido el sentido de "personalidad propia"

Noto que Omar me mira intentando de averiguar qué exactamente está pasando por mí mente y comienzo a dudar. Ciara se ha vuelto un problema en el culo, jamás pensé que fuera ser así, siento que no la conozco en absoluto. Cierro los ojos intentando de calmarme. Vamos Alina, eres fuerte. Me digo unas cuantas veces hasta que vuelvo a abrir los ojos. Cuando lo hago Omar está un poco más cerca de mí mirándome un tanto "Irritado"

— ¿Qué pasó exactamente en la casa de campo? – pregunta. Y estoy apunto de reírme en su perfecta cara. ¡Ay no!
No quiero, estoy hasta el culo de esto.

— No quiero seguir peleando ni discutiendo con nadie. Lo siento, siento lo que pasó en la casa de campo. – estoy hablando sin pensar. Él ladea la cabeza y me mira.

— ¿Lo sientes?

Entonces caigo en cuenta. ¿Porqué me estoy disculpando? Yo no hice nada. Ayudar a un amigo no es nada malo. ¡No lo es! Y me regaño mentalmente por lo que he dicho. ¿Cómo? Acabo de decir que no tengo personalidad propia y vengo de idiota a pedirle disculpas. Me cago en la madre.

— No.

— ¿Porqué me lo dices entonces? – da unos pasos más a mí. Su cuerpo arqueado dándole una impresión intimidante y segura de si mismo.

— No quiero que estemos enojados. Ya estoy hasta el mismo culo de tantos problemas. Quiero estar tranquila por una puñetera vez. Aunque sea por un momento.

Levanta las cejas y se para justamente delante de mí.

— Esa boca tuya. – arquea una ceja.

— Ya. – levantó las manos rendida.

Siento unas inmensas ganas de tomarme un trago y lo hago. Encima de su escritorio veo un vaso con licor, lo tomo y me bebo el contenido. Pongo una cara rara cuando el licor raspa por mi garganta.

— ¿Vas a suplicar? – sonríe de medio lado y yo levantó las cejas. ¿Qué? No pienso suplicar y mucho menos ahora que estoy tan abrumada.

— No. La vida no se resume en sexo Omar. – sale de mi boca sorprendiendome. — No voy a tener sexo contigo. – le miro directamente a los ojos. ¡A la verga! ¡No!

Junto a Tí (+18) #3 {Tercera parte} Where stories live. Discover now