Capítulo 16

11.2K 671 94
                                    

{Capítulo un poco Largo}

Sus palabras entraron por mis oídos y acto seguido mi piel se fue poniendo lentamente de gallina. ¡Ay Dios!  No sabía que decir ni que rayos hacer. Estaba debajo de su cuerpo con él medio sentado encima de mi cintura impidiéndome cualquier tipo de movimiento que quisiera hacer. Con las manos por encima de mí cabeza, las apretaba de una forma bastante fuerte.

— No me castigues. – le pido con el corazón a mil. Podría jurar que los latidos se escuchan afuera.

— ¿Y porqué tendría que hacerte caso? – pregunta él sentándose por completo encima de mí cadera. Su peso me hace suspirar. ¿Qué hace? Pesa bastante la verdad. ¿Y cómo no?

— No he hecho nada. Solo fui a caminar. Y luego le ayude a escoger unas prendas que se pondrá para una cita. – le explicó.

Pero no parece importarle. Y siento que volvemos al círculo vicioso. Que se resume en "celos y reconciliación"

— ¿Sabes lo furioso que estoy? – pregunta sujetando mis dos manos ahora solo con una suya.  Mientras con sus dedos recorre mi mejilla, mis labios y desciende por mi cuello.

— No puedo ni imaginarme. – el contando de sus dedos en mi piel me hace estremecerme.

— Haces bien. – sus dedos siguen bajando por encima de mí blusa.

— No suena bien que estés furioso. – intento de establecer una conversación que haga que se olvide del bendito castigo. ¿Eso quiero?

— Mucho más que furioso. – insiste.

— Peor...

Se me queda mirando fijamente y no habla nada más. Y un silencio sepulcral nos rodea. ¡Dios mío!  Piensa Alina. ¡Piensa! Y llega a mí.

— ¿Estás molesto conmigo porqué exactamente? – me atrevo preguntar.

Me mira pensativo, pero esa maldita mano no se queda quieta y presiona uno de mis senos. ¡Ay! Se conecta muy deliciosamente con mi entrepierna. ¿Estoy así por falta de sexo? ¿O es porque es Omar?

— Por muchas cosas.

—Dime cuáles. – le pido.

— Primero, te fuiste a ver a tu madre con Gil. Segundo, te hiciste pasar por su mujer. Tercero, te besas con tu padre frente a mis narices. Cuarto, me ocultas las cosas que está haciendo mi hija. Y quinto y la más importante te vas a no se donde carajos con el cabrón ese.

¡Oh! Tiene una pequeña lista de todas las cosas que he hecho. No son tan malas la verdad. Fueron actos inocentes sin pesar. No suelo pensar casi nada de lo que hago. ¿Lo han notado?

— Es debatible. – me atrevo a decir intentando de moverme pero es imposible.

— ¿Debatible? No creo. – se agacha a la altura de mi rostro. — Te has portado muy mal Alina... – murmurra casi rozando mis labios.

Pero cuando pienso que me va a besar se aleja nuevamente. Lo miro mal. Y puedo notar el destello de una sonrisa. ¡Será cabrón! ¿Con que quiere jugar así? Muy bien Omar, juguemos. 

— ¿Y qué vas a hacerme? – le reto con la mirada y como puedo subo mi pecho y choca con el suyo.

— Todo lo que se me ocurre hacerte... – vuelve a agacharse a mi y yo bajo mi pecho para huirle. Sonríe libremente. Y me sorprende que sonría después de parecer tan molesto.

— ¿Y que esperas? – vuelvo a decir.
¿Qué estoy haciendo? La verdad es que no lo sé. Solo no quiero que esté enojado. No quiero.

— No voy a tocarte. Estoy muy molesto contigo. – dice. ¿¡Qué!?

Junto a Tí (+18) #3 {Tercera parte} Where stories live. Discover now