Capitulo 4

10.4K 651 64
                                    

No podía apartar la vista de aquellos dos nombres... Alisson...Dylan... ¿Eran mis hermanos? No podía ser, no había forma de que lo fueran. A menos que ella hubiera tenido una vida aparte de la que tenía con nosotros. Entonces siento una leve presión en es estómago al pensar eso. ¡No! Me niego. No pudo ver sido tan mala persona. Papá lo hubiera sabido. ¿Verdad? Nadie puede esconder un embarazo y mucho menos de mellizos. Él tenía que verlo notado. Sí fue así, yo tenía qué tener cinco años. Entonces sentí una leve desilución. Aquel reporte hablaba de todo lo necesario de su vida. Y mi nombre no aparecía por ningúna parte. Era como si no tuviéramos ningún tipo de relación. ¿Eso era yo para ella? ¿Nada? Simplemente nada... Sonreí levemente. Qué estúpida era al pensar algo así. Sí ella jamás me había buscado. ¿Porqué mi nombre iba a estar junto con los de sus dos hijos? Claramente yo nunca había sido su hija y jamás lo iba a hacer. Cerré la carpeta con una fuerza mayor de la que pensé. Ante la mirada preocupada de Omar.

— ¿Qué pasó? – pregunta de forma cautelosa.

— Tiene dos hijos... – rio. — De diesisiete años, mellizos. Los debió tener cuando aún estaba en casa. Es muy hija de puta o mi padre lo sabía.

Omar no dice nada. Solo me observaba. Tengo tantos pensamientos que me es imposible razonar algo concreto. Me levanté de la silla y una corriente eléctrica fue directo a mi entrepierna. Suspire molesta. Necesitaba pensar.

— Iré a la editorial. – informe dándole un beso en la mejilla y salí sin esperar respuesta. Metí aquella carpeta al bolso de mano que tenía y desaparecí de aquel lugar. Tenía planeado ir manejando, pero Roben apareció prácticamente corriendo.

— La llevaré.

— No es necesario, gracias.

— El señor prefiere que lo haga. Se quedará preocupado. – informó esperando mi respuesta. ¡Ay Omar! Todo sea por la tranquilidad de mí viejostro. Sonreí al pensar eso.

— Vamos entonces...

Voy en la parte trasera de aquel hermoso BMW negro. En un silencio extremadamente espantoso. Saco nuevamente la carpeta y la reviso. Noto que Roben me mira de vez en cuando por el retrovisor con una notable preocupación en el rostro.

— ¿Sabes dónde queda su casa? – le pregunto curiosa. Él parece dudar.

— Si, está a las afueras de la ciudad. Es como un tipo de campo.

— ¿Campo? – llama completamente mi atención.

— Si, pero es una hacienda privada. Para poder pasar necesitaríamos un permiso del dueño.

— ¿El tal Óscar Wentz?

— Asi es...

— ¿Quién es él? No hay mucho en el informe.

— Pensé que solo quería saber cosas de su madre, no pensé...

— Está bien. No te preocupes. ¿Sabes quién es?

— Es un empresario de la ganadería. – dice cortante y sin muchas ganas de hablar.

¡Oh! Bastante interesante la verdad. Para venir de ella que si no mal recordaba era tan "refinada" no estoy juzgando al pobre hombre. Pero bueno, claramente mis expectativas sobre mi madre eran nulas. No la conocía en lo más mínimo.

— Llévame. – ordene. Jamás pensé que mi tono sonará exactamente como suena el de Omar cuando anda de mandon.

— Señorita... – su tono es dudoso. No lo dejo que siga hablando.

— Si no me llevas me bajaré del auto, tomaré un taxi y llegaré de la misma forma. Tú decides... ¿Me llevas o me bajo? – me crucé de brazos. Suspiró.

Junto a Tí (+18) #3 {Tercera parte} Where stories live. Discover now