Capitulo 2

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Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, desde la punta de mis pies hasta la coronilla. Sentí un extraño ardor por mi cuello y mis hombros se tensaron. Mi espalda se puso rígida y mi mente voló a ese maldito día. Aquél que tuve tanto tiempo para pensar y sufrir. Aquel rostro de aquella mujer llegó a mi mente como una daga y sentí unas inmensas ganas de llorar pero sentí aún más coraje por aquella metiche. ¿Quién carajos era ella? ¿Cómo se atreve mencionar a aquella mujer? No era una novedad para el mundo que yo era hija del gran Arthur Hurley. De la misma forma no era una novedad que él me había criado junto con Víctor. Pensé que tendría una reacción distinta pero fue tanta la emoción y el coraje que sentí que la palma de mi mano estampó fuertemente contra la mesa. Ganandome la antención de todos los presentes en aquel lugar. La mano de Omar que aún se mantenía en mi espalda hizo una leve presión.

- ¿Alina? - pregunto intentando de entender mi reacción. Pero mi mirada no apartaba a aquella mujer.

- ¿De dónde conoces a mi padre? - mi voz apenas se escuchaba pero estaba segura que ella podía escucharme.

- Los conocí a los dos. No tuve el privilegio de compartir mucho con tu padre por obvias razones. Pero con tu madre sí. Es una mujer excepcional.

Se me escapa una carcajada. ¿Una mujer excepcional? ¿Ella estaba hablando de la misma mujer que abandono a su hija cuando está solo tenia diez años...? ¡No me jodas!

- Tremenda mujer, que abandona a su hija sin darle una explicación. - volví a susurrar. Podía sentir la mano de Omar en mi espalda. Estaba segura que todos ven a mí dirección.

- Ella tendría sus motivos, no lo sé. - se encoje de hombros despreocupada.

- No hay motivos para abandonar a un hijo. No importa lo que pase con sus padres. No es una mujer excepcional. - demandé claramente. Expresando todo el resentimiento que tenía por aquella mujer.

- Deberías de tenerle más respeto. Sigue siendo tu madre... - arqueó una ceja de forma burlona.

- ¿Mi madre? Mi madre murió hace doce años atrás. Cuando decidió largarse y dejarme.

- Tienes mucho rencor, supongo que es debido a las personas con las que te criaste... - lo susurra tan suave que casi no logro escucharla.

- Te recomiendo que no entres en ese tema...- gruñi. Entonces se me queda mirando y se ríe de forma malísiosa.

- ¿De qué puñeteras te ríes? - salió de mi boca completamente molesta.

¡Será hija de puta!

- Cariño, tómalo con calma. No dije nada que no sea cierto. Eres la hija de Arthur Hurley pero él no te tuvo con la cosa con la que está...

Y aquello fue todo. Mi mano se estampó directamente contra su cara. Sorprendiendome y sorprendiendo a todos los demás. No iba a permitir que esta perra se metiera con mis padres. Y mucho menos llamarle "cosa" a Víctor. Primero la sacaba de aquel restaurante de los pelos antes de que dijera una palabra más. Me levanté y junto conmigo Omar. Qué parecía molestó. Pero su mirada molesta no era conmigo era con Joana que insistía en mirarme de forma burlona.

- ¿Qué carajos te pasa? - gruñe molestó detrás de mí. Max se ha levantado completamente desencajado de la situación. Mientras mira horrorizado a Omar.

- ¡Cálmate Omar! - exclamó Max tomando del brazo a aquella perra y levantandola bruscamente de la silla. - ¿Qué pretendes? - le gruñó él cerca mientras la movía lejos de mí.

- Sácala de aquí. ¡Ahora! - insisto Omar señalandole la puerta.

- Pronto tendrás una sorpresa. - me dijo antes de que Max se la llevará a arrastras de aquel restaurante.

Junto a Tí (+18) #3 {Tercera parte} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora