Capítulo 13

9.8K 640 132
                                    

Me pare justo al lado de Omar mientras veía como aquellas dos personas se bajaron del auto. El señor Lorenzo, esposo de Paula caminaba con una enorme sonrisa. Sus ojos de un gris, hacían un bonito contacto con su cabello canoso. Era delgado y alto justo como lo recordaba. Vestido como si fuera un vaquero, miraba a nuestra dirección feliz. A su lado su hijo, Lorenzo Luis mi cara debía de ser épica. No podía apartar la mirada de aquel último mencionado.
¡No podía creerlo!

No era para nada lo que recordaba. Era completamente diferente al chico que me hacía travesuras y me manipulaba para que fuera a jugar con él en el bosque. No era un hombre atractivo, debo aclarar. Pero me era imposible ignorar lo extrañamente llamativo que se veía. Era alto, delgado con unos notables músculos. Con el cabello castaño y aquellos mismos ojos grises que se cargaba. Entonces hicimos un contacto visual y recorde las pocas veces que jugábamos sin pelear. Eran muy pocas debo decir. Camino hasta estar cerca de nosotros mientras el señor Cruz saludaba a mi padre. Lorenzo se plantó justamente frente de mí.

— ¡Mona! – exclama sonriendo y no me da tiempo de reaccionar cuando me levanta en los aires y me da un abrazo dando vueltas conmigo.

— ¿Pero que estás haciendo? – chillo sujetándolo del cuello para no sentir que me caigo.

— Qué bonito verte. Ya había olvidado por completo como lucia tu horrenda cara. – me suelta y yo le medio empujó con mis manos en su pecho.

— Serás Imbécil. – no puedo evitar reir ante sus palabras.

El muy cabrón siempre me había dicho "Mona" de la misma forma yo le llamaba "Mono" era como un extraño juego que teníamos cuando yo tenía diez años. Para aquel entonces él tenía sus dieciocho. Era un poco grande para jugar conmigo pero él era un completo inmaduro para aquel entonces.

— Estás guapísima. Ve ese cuerpo que te cargas. – me toma de la mano y me da una vuelta.

— ¡Estúpido! Deja de ser tan bobo. – le miro de arriba a abajo y lo examinó con la miraba. Él me da una vuelta y noto un trasero redondo apresadas en ese jean desteñido. — Si que has cambiado bastante. – acepto riendo.

— Y lo que te falta por ver. – sonríe coqueto. Y yo le vuelvo a empujar.

— Ni en tus mejores sueños "Mono"

— ¿Lo recuerdas? – me mira y sorprendido. — ¡Mi monita lo recuerda! – intenta de volver a levantarme pero soy lo suficientemente rápida para dar unos pasos atrás y choco con un cuerpo que me sujeta por la cintura.

— Cuidado Nena. – dice detrás de mí con una voz completamente cabreada. Su agarre es bastante fuerte en mi cintura. Y yo había olvidado por completo que estaba detrás de mí. Y mi piel se pone de gallinita. ¡Ay!

Le miro y efectivamente tiene cara de mala leche y un porte bastante intimidante. Le hecha una mirada sería a Lorenzo.

— ¡Disculpa! Lorenzo Cruz. – se presenta metiendo las manos en los bolsillos de su jeans.

— Omar Dickson. – lo dice por cortesía, porque se le nota a leguas que le tomo riña a Lorenzo. Pero vuelve la mirada a mí. — ¿Damos un paseo? – pregunta sujetándome de la barbilla y deposita un suave beso encima de mis labios. Es inevitable no disfrutar de sus exquisitos besos.
¡Espera!

¿Acaba de marcar territorio? ¡No jodas! Eso es una clara señal al recién llegado de "Aléjate, ella es mi chica"

— ¡Oh! ¿Ustedes son pareja? – pregunta sonriendo.

— ¿No lo notas? – contestó Omar de forma irónica.

— Tú Mona. ¿Y la promesa que nos hicimos? – se hace el ofendido. Arquea una ceja divertido.

Junto a Tí (+18) #3 {Tercera parte} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora