Junto a Tí (+18) #3 {Tercera parte}

Capitulo 20

Escuchar que Alisson, Alisson Wents mi hermana menor este justamente en la oficina me toma completamente por sorpresa. Y me está relativamente raro que lo haga. Yo me había presentado a ella de forma diferente, no como Alina Hurley. Entonces comienzo a pensar, ¿y si Rosalie le dijo? ¿Será que Alisson sabe exactamente quién soy? O porqué otra cosa estaría ella acá...

— ¿Dónde está? ¿Cuando llegó? – Sujeto a Kate del brazo.

— En la oficina, lleva esperando dos horas más o menos.

¡Ay no! Había estado esperando un montón. Así que sin decir nada más comence a caminar a paso ligero a la oficina. No puedo mentir que tenía nervios pero sobre todo mucha curiosidad. Cuando abrí la puerta estaba sentada en las sillas frente a mí escritorio. Cuando notó que alguien abrió la puerta se giró. Su cabello castaño recogido en una coleta alta, sus ojos color miel no dejaron de mirarme directamente a los míos.

—Alina... – murmurró. Casi no podía escucharla. Fruncí el ceño.

— Alisson... – di unos pasos más. Ella volvió a recorrerme con la mirada. — ¿Que te trae por acá? – pregunté de manera cautelosa. ¿Cómo me encontró?

— Tú.

— ¿Yo?

— Eres Alina Hurley... mi hermana...

Aquello me golpeó el rostro de forma apresurada. ¿Lo sabía? ¡Lo sabía! ¿Pero como? Escucharla decir aquello me daba un poco de nervios pero sobre todo un poco de miedo. No sabía cómo exactamente iba a reaccionar. Alisson no dejaba de mirarme, y entonces lo noté. Sus ojos lentamente se pusieron brillitos y un pequeño jadeó se escapó de entre sus labios. Iba a llorar y no pasó nada para que levantará sus manos a su cara y comenzará a llorar frente de mí. ¿Qué? Mi cuerpo reaccionó a su llamado y cuando lo noté me había acercado lo suficientemente como para envolverla entre mis brazos.

No había imaginado hacerlo, pero era lo que mi mente me había demandado. Alisson se aferró a mi abrazo y sollozo encima de mí pecho como una cría. Ahora que lo notaba era más baja que yo. Sus manos me sujetaban fuerte por la espalda apretandome. Yo solo podía subir y bajar mis manos por si espalda.

— Ya tranquila... – murmurre.

— ¿Cómo es que eres mi hermana? ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿Porqué me entero de ti hace tres días? – me bombardeaba con preguntas en cada sollozo.

La alejé de mí sujetándola de las mejillas.

— Cálmate. Hablaremos. ¿Si?

Solo me hizo un gesto de cabeza y volvió a apretarse contra mi cuerpo.

— No fuiste por las reces. Fuiste por ella. ¿No es así?

— Necesitaba verla. Es todo.

— ¿Porqué no te acercaste a nosotros?

— No sabía que tenía dos hermanos. No hasta ese mismo día en la mañana.

Se aleja de mi.

— ¿Tu tampoco sabías? 

Negué con la cabeza.

— ¿Qué mierdas? ¿Porqué? ¿Porqué nos hicieron esto? ¿Cuántos años tienes? – me mira. No me suelta de lad manos en ningún momento.

— Es una larga historia. Y tengo veintidós. – le sonreí.

— No puedo creerlo. Tú eres mi hermana mayor.

— ¿Cómo te enteraste?

— La Tía Joana.

— Ah esa señora. – pongo los ojos en blanco Alisson me sonríe.