CAPITULO 1

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Aunque estaba de espaldas, Emily podía sentir los ojos de Morgan clavados en ella. Le había guiñado un ojo al entrar en el bar y ella le había respondido con una sonrisa sutil. Se había dirigido directamente a la barra, y allí había pedido un bourbon que más de dos horas después, seguía casi intacto frente a ella.

-¿Cómo vas?. Por aquí nada a la vista. ¿Qué tal desde ahí?.

Ahuecó discretamente la mano sobre el auricular que llevaba oculto bajo las ondas de su cabello.

- Nada desde aquí... Pero mi posición no es la mejor... ¿Hay alguien mirándome?.

A pesar de que Morgan estaba fuera de su campo de visión, sentado en una mesa al fondo del local, pudo escuchar perfectamente su risa contenida.

- Princesa... Todos lo hombres te están mirando...

Emily tuvo que morderse la lengua. El resto del equipo estaba fuera del local, escuchando su conversación desde una camioneta situada a una distancia prudencial para no llamar la atención. Estaba segura de que todos, a excepción de Hotch, estarían pasándoselo en grande con su conversación. Bien pensado, podría darles algo de diversión, al fin y al cabo era bastante improbable que el sudes al que buscaban desde hacía semanas fuera a hacer acto de presencia aquella noche.

- ¿Alguno con aspecto de maniaco homicida?.-Replicó ella sin levantar la vista de su copa. Rodeó con su dedo el borde de la misma, en un movimiento sensual que no pasó desapercibido para Morgan.

Éste tardó en responder. Emily casi podía visualizarlo meditando su respuesta antes de decir algo que provocara una reprimenda de Hotch.

- Te sorprendería...- Respondió después de echar un vistazo a su alrededor- Pero ninguno encaja en el perfil de nuestro sudes.

- Menos mal que te tengo a ti para que me cubras las espaldas...- Bromeó ella.

Aunque en honor a la verdad tenía que reconocer que, de entre todos sus compañeros, Morgan era con el que se sentía más protegida, y era realmente curioso porque precisamente Morgan había estado totalmente en desacuerdo con la idea de que ella sirviera de cebo para atrapar al sudes. Era su tipo. No había duda. Cualquiera podía darse cuenta de su parecido con las anteriores cuatro víctimas. A todas las había secuestrado en las cercanías de aquel bar, y por eso sospechaban que las había seguido desde allí.

- Lo necesitarás si sales sola de aquí con ese vestido...- Replicó él haciendo un juego de palabras. Era imposible no fijarse en su anatomía trasera con aquel vestido rojo fuego que dejaba al descubierto su espalda de una forma casi indecente.- Si ese es tu uniforme de guerra me gustaría ver el resto de tu armario...

- En tus sueños- Rió ella tomando por primera vez un sorbo de su copa en un intento de apagar el rubor de sus mejillas. Con Morgan siempre resultaba demasiado fácil olvidar que estaban trabajando.

La voz severa de Hotch les recordó que no era el momento para sus coqueteos habituales. Se estaban distrayendo no sólo ellos, sino al resto del equipo.

- Hotch... - Resopló Morgan con hastío- Esto es inútil... No hay motivos para creer que va a aparecer justamente hoy...Quizás mañana...

Una pequeña pausa mientras su jefe decidía qué hacer.

- Bien... - Cedió finalmente Hotch- Lo dejamos por hoy entonces...

En realidad, Morgan tenía razón. No tenían pistas de aquel tipo más allá de la localización de su zona de actuación. Aquel era su último recurso para atraparlo. Tenían más casos y no podían dedicarle más tiempo mientras no tuvieran nuevas pistas.

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