CAPITULO 11

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Desde la cocina, Emily contempló el bullicio de la sala. Ahora que John les había proporcionado un nombre, por fin tenían algo a qué agarrarse. García había estado indagando en la vida del Dr. Nathaniel Moore y había descubierto un vínculo con Foster. Había trabajado como psiquiatra en el centro donde aquel había estado internado durante varios años. No había sido difícil suponer que habia conseguido manipularlo hasta el punto de ganarse su fidelidad. Incluso era posible que Foster no fuera el primero. No tenía familia. Era un hombre que parecia vivir sólo para su trabajo. Ahora sabían que su interés principal no era precisamente ese. El hecho de que hubiera desaparecido, no jugaba a su favor. Había sido un error dejar con vida a John. Ese era el error que el equipo había estado esperando.

Pese a los avances, Emily no podía evitar sentirse culpable. Había arrastrado a John a su propio infierno, al desviar la atención del sudes hacia lo que él debía considerar un rival. Ahora estaría allí encerrado con ellos, Dios sabía por cuánto tiempo. Lo habían custodiado a media tarde hasta la casa de Rossi, después de haber estado en observación durante toda la noche y toda la mañana.

Terminó de colocar en la bandeja el café que había estado preparando, y se dirigió de nuevo al salón.

- ¡Gracias a Dios...!- Exclamó Rossi al verla- Necesitaba algo que me mantuviera despierto.

- Sí...- Añadió Hotch- Hagamos un pequeño descanso.

Para cuando Emily dejó la bandeja sobre el único hueco libre que quedaba en la mesa, ya las tazas habían desaparecido, a excepción de las dos últimas. Le ofreció una de ellas a John, que prácticamente no se había movido del sillón. Lucía un pequeño vendaje en su antebrazo. En realidad nada de gravedad para lo que podría haber ocurrido.

- Gracias..

Emily le sonrió sin poder evitar que la culpa se reflejara en su rostro. Tomó asiento frente a él y se reservó para sí la última taza que quedaba.

- No deberías tomarlo...- Le aconsejó John.- No te viene bien...

Con un suspiro de resignación, ni siquiera se molestó en protestar. Además, tenía a seis agentes a su alrededor que parecían a punto de regañarla, así que simplemente volvió a dejar la taza sobre la bandeja y se sentó frente a John.

En silencio, se dejó llevar por la conversación instrascendente de sus amigos. Agradecía que trataran de incluir a John en ella. Incluso Morgan parecía haber dejado al margen sus reticencias y se estaba comportando con relativa normalidad, o al menos se esforzaba en aparentarlo. La forma en que de vez en cuando la miraba, o lo sorprendía observando su interacción con el médico, le indicaba otra cosa.

- ¿Lleváis mucho tiempo trabajando juntos?- Se interesó John. La pregunta no iba dirigida a nadie en particular, sino a todos en su conjunto- Realmente os comportáis como una familia.

- Eso es porque lo somos- Le confirmó García con expresión risueña.

- Sí... A veces es como mamá gallina cuidando de sus polluelos- Se burló Reid de ella. A cambio se llevó un pequeño empujón de ésta, pero no tuvo argumentos para rebatir su afirmación.

Entre risas comenzaron a contarle a John algunas de las anécdotas del equipo, mientras éste los observaba con interés.

- ¿Recordáis aquella vez que tuvimos que meternos en la alcantarilla en el caso de Dallas?...- Dijo entonces Rossi- Nunca había visto a Reid tan aterrorizado... Estoy seguro de que debío tener pesadillas con gérmenes durante semanas.- Rió.

- Bueno...- Se defendió Reid- No fui yo quien casi echa a correr cuando vio aquella rata...

Morgan se atragantó con el café cuando mencionó aquel detalle. Todos se echaron a reir, cuando comenzó a toser. No era justo que se siguieran metiendo con él por aquel pequeño incidente después de tantos meses.

SERENDIPIAWhere stories live. Discover now