SERENDIPIA

CAPITULO 2

- Venga...Te llevo a casa.

Sentada en la camilla del Hospital, Emily tardó unos instantes en reaccionar. Cuando Morgan había aparecido detrás de la cortinilla que cubría el cubículo en el que se encontraba, lo que menos esperaba era que le hubieran dado el alta. Incluso se había preparado para protestar enérgicamente, y ahora simplemente no sabía qué decir.

- ¿Así de fácil?...- Lo cuestionó con desconfianza. ¿Tal vez le estaba gastando una broma?.

Morgan le tendió la mano y le hizo un guiño.

- He tenido que sobornar al médico... Me debes un par de masajes, por cierto...

Ella hizo un gesto de negación, respondiendo con una sonrisa que claramente indicaba que estaba segura de que no habría sido fácil para él convencer al médico de que la dejara ir. Morgan, mejor que nadie, sabía que no habría modo de retenerla en aquel hospital durante toda la noche.

- ¿Cual es el truco?.

Por supuesto, tenía que haberlo. El hecho de que Morgan ampliara su sonrisa fue suficiente para confirmar sus sospechas. Por un momento temió que Hotch hubiera decidido darle un par de semanas de descanso. García les había informado de que no habían conseguido capturar al sospechoso, así que estaban casi igual que al principio. Por el momento la descripción que habían hecho tanto ella como Morgan no había tenido resultado. Esperaba poder reunirse al día siguiente con el resto del equipo para actualizar las pocas pistas que tenían.

- Me quedo contigo esta noche, princesa...- Derek levantó el dedo a modo de advertencia antes de que Emily pudiera abrir la boca para protestar- O eso... O te quedas aquí... Necesitas que alguien te vigile esta noche.

De nuevo, la cortinilla se abrió. Esta vez entró el médico que la había atendido a su llegada. Se había presentado como Dr. Craig y Emily se alegró de que ni García ni J.J. hubieran estado allí en aquel momento, porque sin duda alguna habrían hecho cualquier cosa para emparejarla con el. Tenía que admitir que físicamente reultaba muy atractivo. Alto, cabello castaño oscuro, ojos dulces, rostro agradable y sonrisa de anuncio. Sin embargo, los hombres no eran algo que estuviera en la lista de sus prioridades. Aún no se sentía preparada para eso. Así que se había limitado a tratarle con más amabilidad de la que solía prodigarle a los médicos como norma general.

- Y me temo que es una condición innegociable, Agente Prentiss- Corroboró el Dr. Craig, dando unos pasos hacia ella. Comprobó nuevamente la herida en su cabeza, y se dirigió hacia Morgan ignorando deliberadamente a Emily. Estaba claro que Morgan le había hablado de su fobia a los hospitales - Procure que no se duerma hasta que pasen algunas horas. Si tiene mareos, o vomita, tráigala de nuevo aquí...¿De acuerdo?.

Dio las últimas instrucciones y luego, con una pequeña sonrisa a modo de despedida, desapareció detrás de la cortinilla.

De nuevo a solas con Morgan, Emily sopesó la posibilidad de tratar de convencerlo de que no necesitaba su compañía, pero sólo con ver su expresión determinada supo que no serviría de nada. Finalmente, Emily resopló, dándose por vencida, y aceptó su mano para bajar de la camilla. Morgan tiró de ella un poco más fuerte de lo necesario y de pronto se encontraron frente a frente, con sus rostros apenas a unos centímetros de distancia.

Se miraron durante un instante en silencio, un poco desconcertados por aquella cercanía involuntaria hasta que Emily lo apartó a un lado, empujándolo con el dedo de forma juguetona.

- Como vuelvas a llamarme princesa...Dormirás en el suelo... Derek Morgan...

Entre risas, Morgan la observó mientras se alejaba contoneándose a propósito. La siguió, hasta que la alcanzó unos metros más allá. Juntos, salieron del hospital entre miradas cómplices y se dirigieron hacia donde Morgan había dejado aparcado el coche del FBI que había utilizado para llevarla hasta el hospital y, antes de que ella pudiera abrir la boca para explicarle que no era una mujer de galanterías, ya Derek le había abierto la puerta del copiloto.