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Mis piernas temblaban, mis mejillas seguramente estaban bastante rojas ¿Para qué quería ese hombre que lo acompañaramos? Quizá habíamos hecho algo malo, pero, no recordaba nada que infringiera las reglas.

— El joven NamJoon espera por usted en su vestidor

Mis ojos se abrieron de par en par, si mi existencia fuera una caricatura, seguramente mi mandíbula habría caído al piso. Volteé despacio al hombre pues lo tenía bastante cerca por hablarme al oído, mis labios se movieron más no pude decir palabra alguna; MoonByul se veía asustada, tanto, que incluso me movió un par de veces y seguramente me estaba hablando.

Logré asentir con la cabeza al hombre alto y en menos de lo que esperaba ya estaba arrastrando a MoonByul conmigo hacia donde nos guiaba.

Incluso teniendo a la chica cerca, no podía dejar de temblar, ni podía evitar que las manos me sudaran; nos hicieron sentar en un pequeño sofá en el cuarto provisional al que habíamos entrado, apenas volteé la mirada a dónde había salido aquel guardaespaldas cuando lo ví entrar. De cerca de veía incluso más alto, su piel era hermosa y el porte....

— señorita ¿Podría dejarnos solos? Por favor

Su voz resonó en todo mi ser.

Escuché a MoonByul asentir y a duras penas logré voltear a verla, su expresión era casi igual a la mía.

NamJoon se sentó al lado mío con una sonrisa plasmada en su rostro, extendió su mano hacia mí y yo sin decir nada la tomé y ahí seguía esa sensación, ese dulce calor que había recorrido desde mis pies hasta las puntas de mis cabellos estaba ahí, no había sido mi imaginación, no había sido el momento.

— Se siente bien ¿No?

Los hoyuelos en sus mejillas eran gloria, su sonrisa seguía ahí, su mano atrapaba la mía de una manera tan exquisita que, una vez más, solo atiné a afirmar con un burdo movimiento de cabeza.

— Entonces, al parecer no solo yo lo sentí y eso quiere decir que no estaba equivocado, pero por favor, dime tu nombre.

— Y-YoonGi....

Un susurro, un maldito susurró fue lo que salió de mi boca,si me preguntaran el nombre del ser más estúpido sobre la tierra definitivamente sería yo: Min YoonGi.

— YoonGi — repitió en un suave tono — entonces,YoonGi ¿Me acompañarías a cenar está noche? —

¿¡Acaso había escuchado bien!?
¿NamJoon, Kim NamJoon me había invitado a cenar a menos de cinco minutos de saber mi nombre?

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