11

179 36 0
                                    

—YoonGi, cálmate, me estás poniendo nervioso a mi también.

Era el último día de clases, Nam había llegado tres días antes y se le había ocurrido ir a buscarme a la universidad el día anterior, sin embargo, todo salió mal pues algunos fans al verlo, se le fueron encima y yo... yo tuve que hacer como si no le hubiese visto.

—No puedo ¿y si sucede lo de ayer?

Estábamos cerca de la salida cuando recibí una llamada, era él y estaba estacionado en la calle del lateral izquierdo pues el tránsito de personas era menor ahí. Tras tener todas sus instrucciones (que, a decir verdad, no eran muchas ni muy complicadas) me despedí de Jin.
Fui directo a donde estaba, era un auto lindo no tan llamativo, en cuanto subí sentí como mi cuerpo era rodeado en un abrazo... Dios, que abrazo, no sabía cuanto lo había necesitado.

—te extrañé

Un susurro cerca de mi oído fue lo que me hizo derretirme entre sus brazos, no podía creer aún que soporté todo ese tiempo lejos de él.

— y yo a ti, no sabes cuánto

Pronto busqué sus labios, los junté con los míos comenzando una suave y pausada danza. Era tierno, necesitado al mismo tiempo.
Al separarnos, me miró, nos miramos como si fuese la primera vez, como aquel día.

—vamos por tus cosas

Se puso en marcha. El camino se hizo tan corto que ni siquiera me había dado cuenta cuando nos encontrábamos afuera de mi casa; me había contado de todo, como la pasó en los diferentes lugares donde estuvo, me contó que quería regresar a dichos lugares pero conmigo. Yo me sentía la persona menos interesante en ese momento y sin embargo, él logró hacerme sentir todo lo contrario.

No demoré demasiado en entrar a casa y sacar la maleta que había preparado un par de días antes,mis padres sabían que estaría con él y no dijeron mucho al respecto.

— Seguro piensan que te quiero robar.

Le había contado que mis padres me habían pedido llamarles todos los días cuando tuviese un rato libre, ya que, según ellos "no querían interrumpir algo" si me pedían una hora exacta para las llamadas.
Nam se escuchaba alegre y aquello me había parecido verdaderamente gracioso, sobre todo por el tono de voz que había utilizado.

— No sería robar si yo estuviese de acuerdo y, adivina, estoy de acuerdo.

Ambos reímos, quizá imaginando como sería fugarnos, quizá porque la idea de poder estar lejos de todo sonaba un tanto absurda por la persona que era NamJoon.

Pasadas algunas horas llegamos a nuestro destino, tuvimos que ir con bastante cuidado pero agradecía que al llegar al hotel ya todo estuviese arreglado y nuestro piso estuviese despejado. Al entrar en la suite, no daba crédito a lo que veía ¡probablemente aquel lugar era más grande que la planta baja de mi casa!

— ¿te gusta?

Sentí sus brazos rodearme una vez más seguidos de un par de besos en mi nuca y costado derecho de mi cuello.

— me encanta...

Mi voz apenas sonó tanto por la impresión como por aquel suave contacto.

No podía pedir más en la vida: estaría solo con él en un lugar maravilloso, podría pasar los días recorriendo su rostro con mis manos, con mis labios... Podría... Podría ser suyo en cuerpo y alma.

Click.      [ NamGi ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora