6

204 45 3
                                    

MoonByul regresó a su casa aliviada después de lo que le había contado.
NamJoon me había llevado a la mía pues le había pedido tiempo para poder ir a cambiarme y ponerme algo más decente. Durante todo el trayecto hablamos acerca de nosotros: nuestros gustos, edades (aunque yo ya sabía la suya claro), le interesaba saber a qué me dedicaba y en ningún momento durante el trayecto soltó mi mano.

Mi confianza con el floreció rápidamente, estaba conociendo a NamJoon, no a RM.

La cena ocurrió en un pequeño lugar privado, que,según él, frecuentaba cuando quería ir con algún colega o algún familiar sin tener que estar lidiando con paparazzis; era acogedor, habían apenas tres personas que reconocí hasta un poco más tarde.

— ¿Mañana estarás en el concierto?

Afirmé con la cabeza pues tenía aún un poco de comida en la boca.

— ¿En qué lugar estarás? Me gustaría verte.

Y ahí iban de nuevo mis mejillas a delatar lo nervioso que estaba, aunque, cada vez que eso sucedía, él sonreía y podía apreciar esos bonitos hoyuelos.

— Tengo VIP, seguro que podrás verme ahí.

— Recuérdame darte la playera que traigo en el auto, quiero que la uses mañana. Será mucho más sencillo reconocerte.

Estuve a punto de atragantarme con la comida y como no, si no todos los días pasaban cosas como esa.
Volví a asentir con la cabeza, quizá al hablar me ahogaría con mi propia saliva y no quería volver a parecer un estúpido frente a él.

De regreso a casa fui directamente a mi habitación, como de costumbre no había nadie pero poco y nada me importó, el mundo quizá me estaba jugando alguna broma, quizá solo era un sueño. Me pellizqué, nada, repetí la acción, nada... No estaba soñando.

Tras haberme bañado y puesto la pijama me fui a la cama, la playera que NamJoon me había dado antes de bajar de su auto la había dejado a un costado mío.

— Hola bebé

Sentí la mano de mi madre acariciar suavemente la mía, yo aún estaba dormido pero podía sentirla y escucharla; era relajante.

— Perdón por no venir antes, ya sabes cómo es el trabajo — susurraba suavemente — mi niño bonito, no sabes cuánto extraño pasar tiempo contigo—

Yo también la extrañaba, demasiado.
Sabía que algún día ella volvería a tener vacaciones, tiempo libre y entonces iríamos a algún lugar juntos.
No podía decir que ella era una mala madre, sabía que su profesión era algo que ella amaba demasiado, casi tanto como me amaba a mí y entendía, que quería ser como ella, quería tener esa pasión enorme por mi trabajo.

Durante toda la noche pude sentir su mano ¿Por qué no se fue? ¿Por qué no se acostó conmigo como cuando pequeño?

Click.      [ NamGi ]Where stories live. Discover now