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Eran cerca de las tres de la tarde, cierto azabache miraba su reloj constantemente, había acordado reunirse con su amiga para comentarle lo que había descubierto días atrás. El centro comercial estaba lleno y las aglomeraciones no eran lo suyo. Escuchó como un grupo de adolescentes pasaban cerca riéndose, enseguida su ansiedad hizo de las suyas provocando que se examinara de arriba a abajo para comprobar que su ropa no lo hacía ver ridículo o algo parecido.

-¡Amajiki-senpai!- venía a pasos apresurados desde la entrada del lugar- Lamento la tardanza, tuve cosas que hacer en el camino- reía nerviosa mientras recordaba como se había cruzado con una anciana y le ofreció hacerle compañía hasta su casa- ¿tienes mucho rato esperando?

-N-No mucho- desvió la mirada algo sonrojado, Kurumi se había maquillado un poco y debía admitirlo, se veía linda- ¿t-te pusiste labial?

-Ah, sí- ahora ella era la que estaba roja- pensé que los chicos no eran de detallar esas cosas, ¿me queda mal?

-Te v-ves bien- sus ojos mostraron sorpresa al verla más delgada de lo normal- ¿bajaste de peso? La última vez estabas un poco más rellena que ahora.

-No es nada, solo me he saltado un poco las comidas por estar durmiendo de más- no mintió del todo, en realidad sus horas de sueño se extendían más por el cansancio excesivo que le causaba su enfermedad pero más que todo perdía el apetito con frecuencia- ¿y bien? ¿Qué es lo que querías decirme?

-Bueno, y-yo quería contarte...- como era de esperarse, no se sentía listo para hacerle esa revelación-... m-mi mamá cumple años pronto y no sé que d-debería regalarle, tu eres mujer y sabes más de esas cosas.

-Entiendo, ¡déjamelo a mí!- aprovechó la ocasión para tomar la mano de aquel chico que últimamente había sido la razón por la que suspiraba- Encontraremos un regalo perfecto.

Se dejó llevar en silencio, admiraba como a pesar de que se encontraba decaída aún lograba mantener su brillo de siempre. Eso sí, todavía lo tenía inquieto el hecho de no saber que le pasaba que la ponía tan triste.




-Eres muy amable Todoroki, agradezco todas las atenciones que has tenido con la pequeña- Recovery Girl le dedicó una sonrisa al actual héroe número uno.

-No son atenciones, cualquiera hubiera hecho lo mismo en mi lugar- dirigía su rostro a otro lugar para que estuviera fuera del alcance visual de la mayor- ¿crees que funcionará este aparato?

-Funcionará, tengo fe en ella. No por nada es hija de Lady Röntgen, es igual de talentosa en cuanto a medicina se refiere- contemplaba con orgullo el trabajo de la que era su ayudante en la enfermería- estoy segura de que logrará salvarse.

-¿Esa heroína profesional es su madre?- no pudo evitar asombrarse- No lo sabía, de hecho no sé mucho de esa niña.

-Kurumi no acostumbra a contar sobre su pasado, si le preguntas solo evadirá la respuesta con una risa- negaba con resignación- aunque no la conoces mucho, la ayudas y eso habla muy bien de ti.

-Quizás solo quiero darle la atención que varios niegan recibir de mí- recordó a su familia, eso le generaba un sabor amargo porque sabía que tenían motivos para rechazarlo, no había sido el mejor hombre del mundo en todos estos años.

-Ah, Endeavor, Recovery Girl. Ya instalé todo lo necesario, aquí tengo una simulación del proceso que Tsukimori-san elaboró- un pequeño dispositivo USB se encontraba en sus manos a la vista de sus visitantes- abriré el archivo en la computadora que tengo en la oficina, ¿quieren venir para ver el contenido?

夜空の下の夢 - My Hero AcademiaWhere stories live. Discover now