夜空の下の夢 - My Hero Academia

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Pasaron los días y la situación no parecía que fuera a mejorar para Kurumi, aún habían muchos cabos sueltos que obstaculizaban la posibilidad de que ella pudiera salir en libertad. Aunque se encontrara tranquila reflexionando sobre lo que ha acontecido en su vida durante los últimos meses, más de uno en el exterior se encontraba agitado, entre ellos Amajiki Tamaki.

Este joven aspirante a héroe desde el día en que arrestaron a aquella estudiante de primer año no ha podido concentrarse del todo con lo que sucedía a su alrededor, ya sea en la U.A o en la agencia de Fat Gum.

-Amigo, ¿otra vez estás pensando en Tsuki-chan?- Mirio tocó el hombro del azabache para traerlo de vuelta a la realidad, juntos estaban emprendiendo el camino a un gran operativo en la guarida del Shie Hassaikai- No puedo decir que dejes el tema de lado, sé cuanto te está doliendo pero ahora tenemos una misión y un error nos costaría la vida.

-Lo siento- agachaba su mirada conforme avanzaba- sé que no d-debo tener la mente en otro lado y que también e-estamos frente a una situación importante.

-Pero ella es más importante para ti- después de pronunciar esas palabras, ambos permanecieron en silencio por unos segundos- te propongo algo, cuando el operativo termine trataré de convencer al director Nezu para que nos diga donde se encuentra recluida, ¿qué dices?

-¿En serio? ¿Harías e-eso por mí?- los ojos de Tamaki brillaron y un par de lágrimas se asomaban en sus ojos.

-Claro, ¿a quién le gustaría ver que su mejor amigo está sufriendo? Quiero ayudarte y eso haré.

"Eso quiero hacer contigo, ayudarte. Ser tu heroína, ¡una amiga!" las palabras de Kurumi llegó a su mente, se dio cuenta de lo afortunado que era al tener personas que quieran hacer algo por él. Sin decir más nada se limpió las lágrimas, ahora era su turno de ser un héroe y lo demostraría haciendo que la misión resulte exitosa.

Las redes sociales seguían hablando sobre ella, no sabía como sentirse al respecto después de leer todos los artículos donde tenían opiniones divididas: los que la defendían ciegamente y los que por su parte, se mantenían neutrales en el asunto. 

-Es extraño, no encuentro alguna publicación donde se me ataque directamente- decía en lo que devolvía el celular a su propietario- ya me preparaba para comentarios hirientes, Enji-sama no entiendo nada- observó al héroe flameante que se encontraba mirando al suelo sin emitir sonido alguno, procedió a colocar una mano sobre la de él- ¿se encuentra bien?

-Hoy es el día...- hizo una pausa como si estuviera armándose de valor para continuar la oración-... a partir de hoy te tendrán encerrada en ese lugar.

-Ah, sí. Dentro de unos minutos me llevarán a Tartarus- mantuvo su mirada en el rostro del pelirrojo- vaya ventaja tiene usted de ser el número uno, le permitieron excederse del tiempo de visita- bromeaba y con su codo golpeaba suavemente su brazo- vamos, Endeavor no se deprimiría por eso.

-¿Qué sabes tú de mí, mocosa?- preguntó de mala gana, aunque trataba de ocultar su tristeza por tener las manos atadas.

-Que es la persona más humana que he conocido, con defectos y detalles que muchos criticarían, pero también es capaz de sacar a relucir su lado amable y cálido- se levanta de la cama y estira los brazos- no es el mismo hombre que conocí esa noche en una azotea.

-Tú también has cambiado- como la fémina, él se puso de pie- y no de una mala manera, sino al contrario.

-Nos queda mucho por recorrer y evolucionar- un llamado desde afuera indicó que ya era hora de partir- bueno, ha llegado el momento. Fue un placer coincidir con usted- mostró su sonrisa más radiante y alzó su puño como siempre lo hacía. Para su sorpresa, el adulto correspondió el gesto chocando su puño con el de ella, lo que provocó que un nudo en su garganta se hiciera presente acompañado de unas cuantas lágrimas resbalando por sus mejillas- lucharé p-por mi libertad y haré que se sienta o-orgulloso de mí.