Capítulo 10: Hipo

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¿Estática?... sí. ¿A causa del chico nuevo acababa de guiñarme un ojo?... ¡NO! ya quisieran. No soy y nunca he sido de esas chicas a las que si un muchacho les coquetea o algo automáticamente se derriten cayendo a sus pies. Si bien es cierto que a veces me dejo llevar por algunas novelas al punto de sentir que voy a soltar un chillido de emoción (si pudiera ) pues no soy de piedra, no podría ni me gustaria ser ese tipo de mujer.

Las he visto. Cuando se emocionan en los pasillos porque mi hermano o uno de sus amigos las saludó o cuando se encuentran llorando en el piso del baño junto a sus amigas porque ellos no notaron el super hiper mega concentrado nuevo estilo de maquillaje que se pusieron encima.

En fin... me quedé estática porque justo cuando seguía distraída mirando por la ventana no me había percatado que la clase ya había comenzado y que la profesora me había estado llamando la atención hace unos minutos. Por lo que, cuando escuché uno de los "¿Danielle?" y otro de los "mirada al frente o tendré que cambiarte de sitio", ya todos los alumnos de la clase delante de mi pupitre se habían volteado para disfrutar de mi segundo momento vergonzoso del día.

Ahora ya habían pasado unos minutos de eso y yo me estaba concentrando en sacarle todo el provecho que podía a mi clase favorita, de paso que le ganaba ventaja a mi hermano para superarlo por fin en el promedio de este semestre. Si lo hacía me había prometido enseñarme a conducir y dejarme el carro para cuando quisiera aunque fuera menor de edad.

La profesora explicaba en el pizarrón toda esa teoría de la herencia no mendeliana. Ya había leído sobre eso por lo que me limité a hacer mi propio resumen en mi cuaderno cuando unas sombras en la puerta llamaron mi atención. Aún con los lapiceros negro y rojo en mano levanté mi cabeza para ver qué era lo que ocurría.

-Profesora Olsson, lamentamos llegar tarde. Él director me encargó llevar a Scott a recorrer la escuela, él es nuevo, hoy es su primer día.-

-Oh! en ese caso no es problema. Ambos pasen, Matt tu ve a sentarte y Scott si quisieras presentarte por favor pasa al frente.- les indicó la señorita Olsson para que dejaran de estar parados en la puerta con las mochilas al hombro.

Ese tal Scott hizo una mueca de no querer ir pero aún así lo hizo y mirando aburrido hacia el frente comenzó a hablar.

-Hola a todos, mi nombre es Scott Wells.- la profesora le hacía muecas para que continuara hablando.

-Uhmm, recién llegué a la ciudad el viernes de la semana pasada y no sé qué más decir.- dijo encogiéndose de hombros desinteresadamente. La profesora levantó una ceja y le indico que tomara asiento.

Tenía linda voz; varonil, cálida y gruesa. Extraño la mía, si sé que se escuchaba rara y fea en los audios pero ¿No es genial que cada uno tiene una única y diferente? Si la tuviera ahora y me hicieran ir adelante para hablar creo que jamás lograrían que me volviera a callar.

Scott camina entre los pupitres buscando donde sentarse, hay muchos sitios disponibles pero ninguno parece llamarle la atención hasta que su mirada se fija en la gran ventana como reconociendola y luego en mi a su lado. Inmediatamente bajo la cabeza para volver a mi resumen y si tengo suerte evitar que se sentara en el otro sitio libre de mi mesa pero él determinado camina hasta que se encuentra al costado de mi mesa a punto de abrir su boca para preguntar lo obvio. Al menos hasta que mi hipo lo interrumpe.

Así es... todavía no se me pasa. Nadie adelante o incluso él mientras se presentaba lo habían notado pues mi hipo es silencioso, lo único que me acusa son los pequeños saltitos que me obliga a dar mi diafragma cada vez que uno de esos me ataca.

Una sonrisa se ensancha en su cara y noto que muere por estallar de risa gracias a mi hipo.

-Hola ¿está ocupado el sitio?- me pregunta mientras se muerde el labio con lo que yo llamaría mucha fuerza ¿tantas ganas de reír tiene?

Después de otro hipo muevo mi cabeza de izquierda a derecha para indicarle que está libre y él se sienta sacando su cuaderno y lapiceros mientras mientras cuelga su mochila en el gancho que hay en la parte derecha de la mesa.

-y... ¿nos perdimos de mucho?¿de la clase?-

Niego con la cabeza.

-¿Qué están avanzando?- ¿cómo se supone que haga para responder?

Empujé mi cuaderno lo suficiente para que el pudiera ver lo que estaba escrito. Él se acercó un poco para leer mi letra, de seguro porque es pequeña, Confundido le dió una mirada a la pizarra e inmediatamente volvió a mi cuaderno.

-Adelantaste medio tema, chica lista.- dijo más para sí mismo mientras me miraba. Volvió a su sitio

-¿Te gusta este curso?- Que chico pero más insistente.

Saqué la vista de mis apuntes y volteé a enfrentar su mirada. Se encontraba apoyado de su mano derecha hecha puño mientras su cara se dirigía hacia mí. Ahora que me daba el tiempo de mirarlo podría notar que no era para nada feo, no es que sea de mi incumbencia, pero a quién no le llama la atención ver un chico como él, sobre todo con ese polo negro de manga corta que contrasta con toda su tez y hacía resaltar más sus facciones y músculos... ok, mucha adolescencia hormonal por un día.

Le levanté la ceja y volví a mis apuntes aún intentando fallidamente aguantar el hipo.

Él se volteó hacia adelante y bufó mientras apoyaba su cabeza ahora en ambas manos. De reojo pude ver cómo se le iluminaban los ojos y volvía a sonreír. ¿ahora que estaba planeando?

Todas mis preguntas fueron respondidas cuando escuché un hipo fingido. El hipo más ruidoso que había escuchado hasta ahora. Cada vez que yo daba uno de esos saltitos silenciosos obligada por mi diafragma, él soltaba un hipo que hacía que toda la clase se volteara a ver que estaba pasando.

-Lo siento, no sabía que el hipo era contagioso.- dijo dándome una mirada para ver mi reacción. Yo solo golpee mi frente con mi palma y me quede así mientras el hacía ruidos en su intento de no reír.

Pasaron como 10 minutos y seguía con lo mismo, obviamente yo lo ignoraba ¿no se cansa?

Su lápiz rodó hasta el lado de mi mesa y con la excusa de recogerlo se inclinó hasta que quedó lo suficiente cerca de mi que sus labios rozaron mi mejilla. Estos se movieron lentamente hasta mi oído, si antes no me había dejado estática ahora estaba petrificada, esto no era una reacción que esperaba y ni sabía como reaccionar. De un momento a otro sentí una mano jalando suavemente un mechón de mi cabello y el sonido de un hipo en mi oreja.

¡¿ESTE TIPO ME ACABABA DE HIPAR?! ¡¿ES ENSERIO?! ¡¿TENÍA QUE HIPARME EN EL OÍDO?! Ni siquiera sé si hipar es un verbo. Enojada y sin soportarlo más me levanté de mi sitio sin importarme el ruido que pudiera hacer con la silla mirándolo enojada para gritarle.

¡SUFICIENTE! ¡YA BASTA!

Pero inmediatamente me quedé en blanco. No puedo gritar, ni siquiera hablar <<¿Qué pensabas Danielle?>> creo que por un segundo se me olvidó que era muda. Miré a mi alrededor todos en la clase incluyendo la profesora miraban la escena asombrados ¿Estaban esperando que diga algo?

Sin saber qué más hacer pasé el nudo que se había formado en mi garganta, tiré todas mis cosas lo más rápido que pude de la mesa a mi mochila y salí corriendo de la clase ignorando los llamados de la profesora.

¿Qué mierda acababa de pasar?


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Hola a todas/todos! cómo se habrán dado cuenta en la votación gano el nombre "Scott" (le siguieron Connor y Nathan con 6). Muchas gracias a todos por votar.

En la descripción les dejé una canción que me encantó apenas la encontré.

Voten y comenten

-Dani

MUDAWhere stories live. Discover now