Capítulo 13: Condones

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Soy consciente de que siempre me quejo del estruendoso y aturdidor sonido que hace el timbre de mi escuela al sonar pero al escucharlo el día de hoy a las 3:15 señalando el fin de la última clase no pude sentir más que satisfacción. Cómo si lo que estuviera sonando por todo el colegio no fuera lo más parecido que hubiera a la fricción de un tenedor con un plato de porcelana sino más bien el ronroneo de un gato o el mismo canto de las aves.

Da igual que o como fuera su sonido. Lo importante era que por fin después del tormento de día que tuve, cortesía del molesto, hipador y pasa papelitos -alias Scott- podía dirigirme a la salida para volver a casa de una vez por todas.

Y allí me veían a mi. Caminando con toda la calma del mundo por el pasillo lista para fugar de aquel lugar, empujando las puertas para abrirme el paso e ignorando a todos los demás adolescentes a mis costados conversando entre ellos, pidiéndole algo a algún profesor o haciendo de las suyas con sus amigos. Mi última clase del día la tomaba en uno de los salones más profundos y recónditos de toda la institución por lo que prácticamente tenía que cruzar medio lugar para llegar a la salida.

Justo en la flojera.

De todas maneras no importaba con tal de que mi camino estuviera libre de altercados y pudiera salir del colegio sin que algo o alguien se entrometiera. Mi escuela en verdad parecía un laberinto gigante, puros pasillos sin fin llenos de casilleros, cantidad de puertas a los costados que daban ingreso a las diferentes clases, y desviaciones hacia otros corredores perpendiculares cada ciertos metros. Recuerdo cuando recién llegamos que hubieron unos días, incluso semanas en los cuales me quedaba en los pasillos sentada en el suelo o me iba a un patio cercano que de casualidad encontraba porque no llegaba a ubicar el salón donde se supone que se iba a dictar la lección.

Si sé. Totalmente patético.

Normalmente cuando eras nuevo y hacías amigos en tu grado, ellos como que te tomaban bajo su "ala" e iban a clases, prácticas o a la cafetería todos juntos no obstante yo con mi estúpida pero necesaria decisión de no dejar que nadie se enterase que era muda no la tenía fácil. No podía recurrir a algún profesor ya que la mayoría de ellos ya se encontraban dictando sus cursos y menos preguntarle a cualquier estudiante que pasará por donde yo estaba. Es por eso que solo me quedaba fiarme del mapa del folleto que te regalaban el primer día y perderme cada vez que podía, pues... digamos que no tenía (ni tengo) mucho talento en la cartografía. Para ser sincera lo único que lograba distinguir en ese papel eran líneas de colores más desordenadas que un plato de pasta y unas formas más gruesas que supongo que eran las edificaciones definidas con abreviaciones sin sentido. ¡¿Qué miércoles se supone que significaba RL 24- C?!

Fui pasando los pasillos, volteando a la derecha y otras veces a la izquierda hasta que por fin llegué al portón principal que conducía al estacionamiento fuera ya de la institución. Al abrirlo una oleada de frío impactó contra mí obligándome a rodearme con mis brazos al mismo tiempo que buscaba la chaqueta que había traído en mi mochila. No me malentiendan me gusta el frío y lo prefiere mil veces que al calor pero eso no significa que quiera resfriarme. Creanme, basta con un solo estornudo de mi parte para que Matt se ponga en modo "mamá gallina" y me tenga como un rollo de canela envuelta en edredones el resto de la semana mientras me toma la temperatura cada 5 minutos.

En fin... comencé a avanzar por el estacionamiento concentrada para que ninguno de los adolescentes con licencia de conducir comprada me atropellara cuando de pronto como si mis pensamientos y la vida misma hubieran coincidido escuché la escandalosa risa de foca hiperventilada atragantándose de mi hermano -hablando del rey de Roma-. Volteé para verlo mejor, observar a Matt reír de esa forma era un espectáculo que jamás me perdería, era ese tipo de cosas que te contagian tanta alegria y gracia que de un segundo al otro ya te subieron el ánimo.

MUDAWhere stories live. Discover now