Capítulo 12: Le gusta estar tranquila

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Scott

Sentí un papel rozar mi brazo y aunque mordí mi labio lo más fuerte que pude no logré esconder la sonrisa que se había formado en mi boca. Esta chica sí que estaba siendo dura de roer, de hecho no pensé que fuera a ceder en este intento, no al menos después de todo el teatrito del hipo.

Solo descubrir su nombre me costó ¿Cuánto?... ¿Unas tres horas?, sí, algo así: 2 de bio y 1 de literatura. Me resultaba extraño, es decir... no es que esté acostumbrado a tener que rogar o insistir. Al siempre ser el chico nuevo era normal que las personas fueran las que se abalanzaran sobre mí (sobretodo las chicas) para invadirme con las típicas preguntas. Me he mudado tantas veces que hasta ya me sé de memoria todas las respuestas que necesitaba.

¿Por qué te mudaste?

¿De donde vienes?

¿Te gusta esta escuela?

¿Qué prefieres tu antigua ciudad o esta?

¿Quieres que te dé un tour?...... y todo tipo de cosas así.

Ella ni siquiera había respondido a mi saludo o me había prestado más de la mínima atención a lo que yo hacía (y esto que me esforcé por despertar su interés). Necesito saber que esconde en esa cabeza, que es lo que piensa, porque se comporta así. Por lo que desde que entré a la clase me comencé a fijar en todo lo que hacía y cómo se comportaba. Siempre he sido así, cuando algo se me mete a la cabeza no paro hasta saber todo sobre ello.

La profesora comenzó a hacer preguntas en la clase y ella inmediatamente abrió una página específica en su cuaderno para ¿anotar todas las respuestas?

WOW... todavía eran correctas. No había ningún error, estoy seguro de ello pues digamos que soy bueno en toda esta cosa de las clases y el colegio. Pero sí te las sabes ¿Por qué no mejor en vez de escribirlas, solo levantaba la mano y las decía?¿Es acaso que no quiere ganarse todos los puntos de participación? Es obvio que nadie en la clase sabe las respuestas, la profesora lleva 10 minutos frustrada dando mil pistas.

Sí sé, estoy siendo hipócrita al yo tampoco responder... perno no me malentiendan, ahora estoy demasiado ocupado pensando porque ella no dice las respuestas como para hacerlo yo. ¿En qué estarás pensando? tal vez sea tímida y por esa misma razón no me respondió cuando le hablé o al menos me dijo su nombre. Tal vez se siente incómoda al hablar y por eso escribe todo en ese papel. Tal vez no tengo que hacerla hablar cuando puedo llegar a ella de otra forma. Arranqué un papel de mi cuaderno, escribí mi nombre y se lo entregué como una indirecta. Esperé a que lo leyera y le pasé uno en blanco. Ahora que ya lo tenía en mi mano lo abrí y leí su contenido.

"Danielle"

<<Bueno Danielle... mis respetos por no ceder tan fácil y tener una linda letra>> dije para mi mismo. Me giré hacia ella para poder verla a lo ojos. En realidad si tenía cara de Danielle, debí haberlo podido adivinar por mi cuenta.

-Mucho gusto Danielle.- dije mientras le extendía mi mano. Ella dudosa y lentamente la tomó regalándome una sonrisa y asintiendo. La miré a los ojos, sin duda era una chica linda. Su pálida tez se confundida con la mía, sus ojos avellana detrás de su largo y ondulado cabello castaño me miraban confundidos intentado descubrir qué tramaba con esto en mi cabeza.

<<Ya somos dos preciosa>>

Sentí su suave mano una última vez antes de que ella la retirara y volviera a centrar su vista al frente. <<un punto más para ti>> pensé e hice lo mismo. Estaba seguro que eso era lo único que podría conseguir de ella por esta clase y no iba a presionarla más. Además no podía pasar todo el día sin asistir a clases mentalmente porque... sí, yo estaba aquí, sentado en mi asiento en la parte de atrás del salón pero mi mente solo rondaba alrededor de Danielle y cómo sería escuchar su voz.

MUDAWhere stories live. Discover now