Pequeños cambios.

Capítulo 5: El problema.

Pero para la mala suerte de la pareja, ni siquiera les permitieron acercarse al pequeño.

Intentaron caminar hacia él tan rápido como pudieron, una vez que su elección fue clara, pero incluso si hubieran corrido no podrían haber llegado a tiempo.

— Midoriya — La misma mujer que habló antes tomó la palabra, sin embargo, esta vez su tono era severo y castigador. — ¿Qué hiciste esta vez?

El peli verde ni siquiera tuvo la oportunidad de hablar, la chica respondió de inmediato por él, tan irritada como antes.

— ¡Me tiró wasabi en el pelo! Me arde. — Dijo mientras se cruzaba de hombros.

Midoriya , aparentemente ese era su nombre, el niño solo miró hacia el piso y permaneció en silencio, mientras escuchaba la reprimenda de la mujer. 

— ¿Qué voy a hacer contigo? — La mujer tenía un tono molesto en su voz, como si eso no fuera lo primero que tenía que resolver algo por el estilo. — ¡ A la esquina del castigo! Tendrás 5 minutos allí.

Y ella no dijo nada más, el niño solo miró de reojo a Hizashi, la tristeza se reflejó en su mirada y corrió por el pasillo, acompañado por una de las mujeres que lo perseguía.

— Ahora — dijo ella, otra vez esa sonrisa en su rostro. Dirigiéndose a los otros pequeños. — ¿Qué les parece si todos nos limpiamos con los rociadores del patio de recreo?

Los niños inmediatamente gritaron una afirmación cantada y contenta, todos alineados saliendo al patio de recreo, mientras Shouta y Hizashi solo los miraban.

—¿Vienen con nosotros? — Preguntó la mujer de antes, acercándose a ellos.

Hizashi sacó las palabras de la boca de Shouta. —¿Podemos hablar con el chico de antes? Midoriya

La dama frente a ellos frunció el ceño, entre sorprendida y molesta. Respondiendo severamente. — Lo siento caballeros, pero Midoriya está en la esquina del castigo, pueden hablar con él cuando termine su tiempo allí.

Ambos levantaron las cejas pero no discutieron, era comprensible que cualquier niño necesitara seguir las reglas, incluso en situaciones como esa.

Shouta puso un cronómetro en su reloj mientras salían al patio de recreo donde los niños ya estaban jugando con el agua.

Para su fortuna estaban más animados. Algunos de ellos los invitaron a jugar con agua a pesar de que el frío se podía sentir en el aire, jugando inocentemente entre todos.

Sin embargo, ya no estaban muy interesados ​​en ellos, no es que fueran groseros y ya eran indiferentes, sino que sus mentes ya estaban ocupadas, pensando en esa carita adorable llena de pecas.

Se quedaron con el resto de los niños hasta que el cronómetro de Shouta emitió un ligero "beep," lo que indica que el tiempo de espera había terminado.

Caminaron en medio de los niños, en dirección a la misma mujer con la que habían hablado antes.

— Disculpe... — Comenzó Shouta.

— Oh, ¡Es verdad! — Ni siquiera los dejó hablar. —Todavía no les presentó a los niños.

— Realmente no creo que sea...

— ¡Niños! — Nuevamente la mujer interrumpió a Hizashi, los niños se giraron inmediatamente para verla. — ¡Es hora de las presentaciones! Séquense y pónganse algo limpio, ya conocen el protocolo.