Capítulo 19: "No es la primera vez que estamos enfermos... ¿O sí?"

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No es que fuera algo raro, Shouta y su esposo ya deberían estar acostumbrados a eso, es decir, los niños se enferman todo el tiempo y salen de eso con rapidez. ¿Verdad? No debería haber ningún problema con eso.

Salvo que ellos están en un ligero problema, no saben si estar particularmente orgullosos de decir eso, pero en realidad, nunca habían tenido que tratar con un resfriado.

Por supuesto, ellos mismos como adultos se enfermaban cientos de veces, pero si no mal recordaban, Izuku jamás había tenido algún desgaste de salud física mientras estaba con ellos; o al menos no pueden recordarlo, el peliverde siempre tuvo buenas defensas, así que la idea no sonaba demasiado descabellada.

Pero no quitaba el hecho de que fuera raro que, como padres, nunca antes de ese momento hubieran tenido que lidiar con una infección, por lo que la histeria que invadió a Hizashi cuando se dio cuenta de que la pequeña Eri estaba enferma, era totalmente comprensible.

Ha pasado únicamente una semana desde que han comenzado a cuidar de ella, pero el rubio quiere arrodillarse y llorar mientras pide perdón a dios por haber fallado en su tarea, pues su hija menor ahora sorbe por la nariz y tose ligeramente debido a los frentes fríos que se aproximaban.

Es en el día libre que tiene Hizashi que la niña se enferma. No era nada fuera de lo común que Eri durmiera un par de horas extras en la mañana, la niña todavía no tenía un lugar en alguna escuela así que no había demasiadas preocupaciones las cuales tuviera que atender, siendo así, cuando no estuvo despierta para despedirse de Shouta, mientras este se iba a trabajar, no fue raro para nadie.

Pero que fueran casi las 10:00 a.m y que ella no estuviera despierta para el desayuno comenzó a preocupar al rubio, que se dirigió a su habitación luego de notar la hora y la ausencia de la pequeña.

Fue entonces que se dio cuenta de que ella no estaba bien, pues se revolvía en sus sabanas como si no pudiera estar del todo cómoda.

¿Eri? — Yamada asomó su cabeza en la habitación, antes de encender por completo la luz para ver a la niña. — ¿Esta todo bien querida?

Se acerco con cautela a su cama, su pequeña hija podría estar teniendo una pesadilla y lo que menos quería hacer era asustarla más o provocarle algún daño.

Me siento un poco mal. — La voz de la niña era pequeña, mientras miraba a su padre de cabello rubio colocando una mano sobre su frente.

¿Qué sucede cariño? — Hizashi volvió a preguntar, la preocupación ya naciendo en su pecho.

Siento mucho frió y me duele la cabeza, también me siento cansada y me duele la garganta, no puedo tragar saliva correctamente. — Eri lo explico con calma, mientras cerraba los ojos con lo que parecía verdadera fatiga.

Para comprobar sus sospechas, Hizashi se permitió colocar una mano sobre la frente de la niña para sentir su temperatura.

Estaba ligeramente más cálida de lo que era normal, por lo que el rubio rápidamente se alarmó, dándose cuenta de que su hija ahora estaba pasando por un resfriado. De nuevo, no era hija biológica de Aizawa, pero al esposo de este le parecía realmente gracioso que la niña pareciera tan propensa como él a tener un resfriado tan pronto como los vientos helados de las fechas navideñas comenzaran a llegar.

Sin embargo, una enfermedad así no era para menos, podía dar lugar a otras infecciones más graves, así que tenía que tratar con ella lo mejor que pudiera.

¿Es algo malo? — La pequeña Eri debió notar la falta de respuesta por parte de uno de sus nuevos padres, por lo que preocupada pregunto por ello.

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