Capitulo 4

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Desperté temprano por la mañana, tenía los ojos hinchados, el hecho de solo pensar en Ariel, hacía que me derrumbara. Mire a mi alrededor y Axel y Yasser no estaban, entre al baño tome una ducha, al salir me puse un jeans con una blusa sencilla maga tres cuarta.

Salí de la habitación y camine hasta la sala del palacio, donde estaba Yasser y Axel junto con Trisha.

— Buenos días Lauren—saludo Trisha.

— Buenos días mama—dijo Axel.

— Bueno días Trisha, buenos cariño—me acerque y tome asiento al lado de ella, juagaba con Yasser.

— Zayn dijo que no te despertaran y bueno—conto la mujer.

— Hmmm, gracias por cuidar a los niños—conteste.

— cariño, se por lo que estás pasando, también soy madre, así me sentía cuando Zayn se fue y bueno ya sabemos cómo termino eso—murmuro.

— es tan duro Trisha, solo tiene doce años—el nudo en la garganta se volvió a hacer presente y las lágrimas amenazaban con salir.

— ya pronto aparecerá, es una chica fuerte, valiente, es como el reflejo de Zayn en una versión femenina—animo, pero eso no tenía efecto en mí.

— ¿Dónde está Zayn?—pregunte y me seque unas cuantas lágrimas.

— Zayn está en el salón—respondió esta.

— Trisha, puedes cuidar un rato más a los niños, de verdad no me demoro—pedí.

— tranquila Lauren que esto no es una molestia—contesto.

— Gracias Trisha— sonreí débilmente y me marche.

Camine por los pasillos y llegue hasta el salón del palacio, donde estaba Zayn hablado con unas filas de hombres, su mirada era tensa y solo reflejaba furia, aun se veía enojado y más por la forma en la que hablaba.

Me quede en el pasillo a esperar que se desocupara, lo mire detenidamente, y la vena en su frente parecía palpitar, claramente su furia era incontrolable y se desquitaría a como diera lugar.

Un soldado logro verme, así que como pude me apegue a la pared para que dejara de mirarme, pero este solo tenía una sonrisa estúpida en su cara. Y fue ahí cuando escuche a Zayn hablar nuevamente:

¿Qué miras?—pregunto el de manera desafiante

Nada señor Zayn, yo no veo nada

Algo estabas viendo, sonreías—acuso

Se lo juro, yo no he visto nada—contesto el solado nervioso

Mas te vale que hayas prestado atención a lo que dije, el que se llegue a equivocar quedara debajo de una guillotina—amenazo

Los solados se fueron y Zayn se quedó ahí, estaba de espaldas, pero no me atrevía a entrar. Hasta que alzo la mano e hizo un gesto y hablo:

— Sal del pasillo mi bella gacela, sé que estás ahí, te puedo sentir—afirmo. Guarde silencio por unos segundos, quería salir de ahí pero me había sentido. — Sé que estás ahí, puedo sentir ese aroma a vainilla—Esta vez el me gano, y no me toco otra que salir.

Él ni siquiera estaba mirando para el pasillo, estaba de espaldas, parecía poseer un sexto sentido, me conocía perfectamente, tanto así que podía sentirme.

El regreso del Príncipe Árabe [Z.M.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora