El regreso del Príncipe Árabe [Z.M.]

Capitulo 20

Habían pasado varios días donde habían hecho revisiones, todas ellas rutinarias, donde trataba de mantener al bebe lo más entretenido posible, para que no hiciera ningún ruido.

El día había pasado tranquilo, todos estábamos bien, por otra parte Dahara había logrado sacarle bastante información a Anwar sin que él se diera cuenta prácticamente soltó todo.

— Mama vienen guardias del palacio—grito Axel.

— Ya saben que hacer escóndanse y traten de que Yasser no haga ruido—ordene.

Todos se escondieron con los niños mientras que yo que me quede en la sola en la sala, Dahara estaba en el palacio planificando su "Boda". Tocaron a la puerta y con muchos nervios abrí, siempre solía abrir hablar Dahara pero esta vez ella no estaba.

— Abran la puerta—gritaron.

— un momento—grite mientras acomodaba el paño en mi cara, Tome aire y abrí la puerta, el guardia la empujo bruscamente y entro.

— Se ha dicho que vieron a la esposa del príncipe Zayn–afirmo uno de ellos.

— No sabemos nada del príncipe o de su esposa—conteste.

— ¿Segura?—pregunto desafiante.

— Si, totalmente segura.

— A Anwar le gustara esto—el hombre rio y lo mire confundida. Alzo su mano y arrebato a túnica de mi rostro dejándome expuesta.

El hombre burlo de satisfacción. En ese momento mi corazón se aceleró, realmente estaba perdida. Mi cabeza sentía punzadas mientras que mis piernas se tambaleaban y luchaban por traicionarme. Yo estaba más que jodida.

— Por favor, te lo pido, por lo que más quieras—rogué tratando de ablandar su corazón.

— Eso no va conmigo—contesto con dureza.

Me tomo del brazo y saco de la casa, si gritaba o algo se daría cuenta de que estaba Doniya, Safa, Trisha y los niños así que era mejor evitar. Los guardias me esposaron y subieron a uno de los carros del palacio, ahora si estaba en serios problemas y no creo que Zayn estuviera pasa salvarme.

Después de unos minutos de recorrido llegamos al palacio, por este lado del pueblo era más cerca, era carretera, no tenías que caminar por el desierto. Y ahí estaba Anwar en toda la entrada, me bajaron de la camioneta y me empujaron hasta donde estaba él, caí de rodillas, este me tomo del cabello y me levanto hasta su altura.

— con que escapando del nuevo Rey

— tú nunca serás el Rey—grite

— ¿Quién lo va a impedir? ¿Tu? ¿Zayn? El cual probablemente esté muerto—rio y alzo sus cejas.

— Eres un maldito Anwar, yo te maldigo, ¡te maldigo!—grite.

— eres una insolente, a mí nadie me maldice y menos en mi propio reino.

Alzo su mano derecha y me propino una bofetada que automáticamente partió mis labios por la parte de adentro, el ardor no se hizo esperar, mientras que la sangre se colaba por mi lengua y dientes.

— Eso es todo lo que tienes—burle—no eres más que una simple escoria, un malparido que se esconde detrás de un ejército de gorilas sin cerebro—le escupí en el pecho.

El me dejo caer y los guardias me empujaron, caí nuevamente, me sentía humillada, pero no derrotada. Me llevaron hasta otras celdas, estas tenían electricidad, y estaban más reforzadas, ni manera de escapar. Anwar apareció ante mí, me detallaba y miraba, y solo reía, mientras que me veía revolcándome en mi suerte.