Capitulo 23

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La tarde había caído, todo estaba fresco y el palacio iluminado, en frente de mi estaba un hombre afilando una espada, la cual botaba chispas, ya no tenía ánimos de nada, y lo único que me provocaba era tomar un poco de agua.

— ¡Anwar!—grite.

— ¿Qué?—respondió de mala gana.

— Quiero más agua—exigí.

Hizo una seña con su mano y el hombre misterioso se acercó a mí y me sirvió el vaso de agua. Susurro algo en árabe y se alejó, con todos estos años con Zayn había aprendido un poco pero no era experta a diferencia de mis hijos, pues el único idioma que manejaba a la perfección era el inglés. Anwar se acercó y se recostó en la mesa, acaricio su barbilla, empujo mi cabeza levente hacia atrás

— ¿Qué tienes para decirme?—pregunto.

— que ojala te maten.

— gracias, pues eso es lo que hare contigo.

Mi corazón se estrujo pues mis horas en la tierra estaban contadas, Anwar se retiró de la mesa y se posó en todo el frente del palacio, extendió sus brazos y la gente lo ovaciono.

— Pueblo, hoy estamos aquí para presenciar, lo que le sucede a un ls1, sobre todo cuando le roban a la realeza así que ¡adelante!—grito.

El hombre se acercó a mí, coloco la espada en mi muñeca y vacilo para practicar, alzo la espada. Era el fin, esa cosa brillaba tanto, se le veía el filo. Cuando me iba a cortar las manos lo empujaron haciendo que la espada diera en la mesa y yo pudiera quitar mis manos. Fueron los segundos más horribles de toda mi vida. Puesto que la mesa se partió en dos, si hizo eso con la madera ¿que no hubiera hecho con mi piel?

Alce mi cabeza y era el hombre encapuchado, él se acercó a mí y me levanto del piso, pero tenía la túnica mal acomodada y alcance a ver que estaba tatuado. Estaba loca o era él. Se acercó a mí y me desato rápidamente, quito su capucha y mis ojos no lo podían creer era Zayn. Me apego a él y nunca me había sentido tan segura.

Zayn

Saque la espada del estuche y esta tenía un brillo, que prácticamente podía cegar. Deje a Lauren a un lado y camine hacia Anwar.

— Zayn tu estas exiliado—burlo Anwar.

— Eso crees tú.

— Por favor todo el mundo sabe que ella esta acuda de Hadd.

— Eso es mentira—grito Dahara en la parte de atrás.

— ¿Dahara mi bella esmeralda?—pregunto Anwar extrañado.

— No me llames así, eres una escoria que no tiene alma—grito está enojada.

— Lo vez Anwar estas destrozado—afirme

Miro hacia varios lados y se agacho para tomar la espada que estaba tirada en el piso. Corrió hacia el medio retándome.

— Somos familias los dos posibles potenciales dueños del reino podemos pelear por el—grito.

— Como gustes—conteste.

Corrí hacia Anwar para combatirle, era un enemigo difícil, familia o no me las pagaría una a una sobre todo la muerte de mi padre. También me había enterado que él fue quien había hecho un trato con el rey de los ladrones para secuestra a Ariel.

Las espadas se rozaba una con la otra botando chispas, tenía la intención era acabar con él, pasaban los minutos y se veía cada vez más debilitado, hasta que su espada se quebró y calló en el piso.

El regreso del Príncipe Árabe [Z.M.]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt