𝐱𝐱.

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AL ACABAR EL CAPÍTULO, LEED LA NOTA DEL FINAL. Thankiu <3

Además, antes de leerlo debéis saber que como es un capítulo especial, no sigue la línea temporal de la saga. Por ello, puede que hayan saltos en el tiempo (tanto largos como cortos). Todo será indicado de forma que quede claro si es al día siguiente o al año siguiente, etc.
Ahora sí, disfrutad.

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C A P Í T U L O E S P E C I A L:
Narra Jade Greene.
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Conocí a Ryoma Nishiki en mi primer curso de secundaria.

Todo en él gritaba confianza. Era un chico seguro de sí mismo y a decir verdad aquello me atrajo en cuanto lo vi. Desprendía un aroma peculiar que te hipnotizaba levemente y tenía un gran talento; el fútbol. Él estaba muy orgulloso de ser delantero, pues nada más conocerlo contaba sus grandes hazañas como futbolista.

Si es aún un principiante...

Nos tocó en la misma clase y, sinceramente, no sé de quién fue la brillante idea de sentirnos juntos, porque ambos éramos igual de irresponsables y traviesos. Nos gustaba llevar la razón y ser el que tuviese la última palabra.

Polos idénticos.

—¡Ven aquí, Ryoma! —grité un día cabreada, levantándome de mi pupitre— ¡Ven a que te pinte yo la cara! —seguí gritándole, ya que él me había pintado el cuaderno.

No pude alcanzarlo debido a que el profesor entró por la puerta y me tuve que volver a sentar. Por suerte, como se sentaba a mi lado, le pinté —sin que el profesor notara que no estaba atendiendo— el brazo.

—¿Qué haces...? Pardiez, para. —empezó diciendo en susurros, yo seguí a lo mío— ¡Jade, para!

—¿Qué está pasando ahí detrás? —preguntó el profesor deteniendo su explicación. Yo traté de explicarme pero el profesor, al ver el brazo de Ryoma, señaló la puerta— Fuera, ambos.

—Estarás contento. —le encaré al salir, cruzada de brazos.

—Si ha sido tu culpa, pardiez. —dijo poniendo sus manos tras la cabeza y rodando los ojos.

—Tú me provocaste. Es culpa tuya.

—Ajá. ¿Siempre será culpa mía lo que pase, verdad?

—Exactamente. —dije sonriendo de lado— Yo soy todo un angelito.

[...]

Cuando el primer curso acabó, empezó la mejor época del año: el verano.

El verano es esa época para descansar y hacer lo que quieras sin preocupaciones. No tienes que ver a los profesores y tampoco hacer deberes.

Para mí, el verano significaba tiempo para uno mismo. Para descansar, para reflexionar, para pensar.

Sin embargo, todo lo bueno tiene un final, y el del verano llegó pronto, dando comienzo al curso escolar.

Aquel año comenzaba mi segundo curso de secundaria, y no estaba especialmente emocionada. No tenía ganas de volver a la rutina ni de pasarme horas en un pupitre sin aprender nada útil sobre la vida cuotidiana.

Imperial (Inazuma Eleven Go - Riccardo Di Rigo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora