Imperial (Inazuma Eleven Go - Riccardo Di Rigo)

𝐱𝐱.

AL ACABAR EL CAPÍTULO, LEED LA NOTA DEL FINAL. Thankiu <3

Además, antes de leerlo debéis saber que como es un capítulo especial, no sigue la línea temporal de la saga. Por ello, puede que hayan saltos en el tiempo (tanto largos como cortos). Todo será indicado de forma que quede claro si es al día siguiente o al año siguiente, etc.
Ahora sí, disfrutad.

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C A P Í T U L O   E S P E C I A L:
Narra Skie Blue.
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La primavera siempre había sido mi estación favorita del año. Cuando da comienzo, la época fría del año se acaba y los árboles y las flores se disfrazan con un florecido llamativo y colorido.

Si alguien me preguntase, le diría que me gusta la primavera porque es una época cambiante, una época de cambio. Y si eso no les conciénciese, les diría que existe otra razón por la cual me encanta; fue cuando conocí a mi mejor amigo.

Fue hace unos años durante el mes de abril, cuando mi vida dio un giro de ciento ochenta grados.
Mis padres, por motivos de trabajo, decidieron que debíamos mudarnos. Así que, dos semanas después de que aceptaran la oferta, me encontraba en una ciudad enorme y desconocida, totalmente diferente a mi pueblo natal. Era Inazuma.

Al ser mediados de abril, la época escolar ya estaba empezada. Por eso mismo, nos costó bastante encontrar un colegio que me aceptase tan tarde.

Nos llevó unos días, pero al final mis padres encontraron un colegio —que era gigante— que me aceptara sin problemas. Firmaron los papeles necesarios y me inscribieron.

Aquella misma tarde, decidí ir a explorar la ciudad acompañada por mi madre. Llegamos hasta un parque donde había varios niños jugando.

Mis ojos, instintivamente, captaron la atención de un niño moreno en particular. Estaba jugando al fútbol el solo, como si estuviese practicando.

Estaba tan ocupada observándole que no me di cuenta que el balón se le había descontrolado y había acabado en mis pies. Lo cogí con las manos y me separé de mi madre, para dárselo yo misma.

—Muchas gracias. —dijo sonriéndome— Soy Arion Sherwind, ¿y tú?

—Me llamo Skie. —le sonreí de vuelta.

—¡Vámonos, cariño! ¡Tengo que hacer la cena! —gritó mamá al minuto.

Me despedí con la mano del chico y me fui corriendo tras mi madre, que se estaba marchando.

Ojalá nos volvamos a ver.

Al día siguiente, me encontraba con el uniforme escolar en la puerta de mi clase acompañada por mi profesor, y mentiría si dijese que no estaba temblando.

¿Y si no me aceptaban? ¿y si no hacía amigos?

Millones de temores se implantaron en mi cabeza cuando el profesor me indicó que podía entrar. No quería hacerlo, no quería averiguar lo que pasaría al entrar, porque una vez dentro ya no habría marcha atrás.

—Perdón por llegar tarde, profe. —dijo la voz de un niño. Miré sobre mi hombro y me encontré con la cara de un chico adorable, con remolinos en el pelo— ¡Eres la chica de ayer! Soy Arion, ¿me recuerdas? —dijo el niño sonriéndome como la tarde anterior. El profesor, con un gesto de cabeza, le indicó que no era el momento de presentarse y que debía entrar a clase.