Capitulo 15

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Tras varios días de preparación, el día de la reunión había llegado.
En la reunión, además de Pablo, Luis, Aitana y Mel, hay varios socios de las empresas Malen, dispuestos a procrear en ellas como hasta ahora, han estado haciendo.

La anfitriona iba a ser Mel. Ser la contable de ambas empresas era una de las razones por las que debía ser ella, y, por supuesto, otra, era su eficacia y su don de gentes. Se le daba muy bien tratar con personas.

(...)

Hoy, Mel se ha despertado bastante temprano.
En este día tiene que hacer bastantes cosas y está segura de que va a ser más largo y cansado de lo normal.

Tras desperezarse y tomarse un café, pone rumbo a su habitación para empezarse a vestir.
Un vestido elegante para la reunión, pero que a su vez, le permite llevar el día de una manera cómoda.
Lo acompaña de unos tacones y ya está lista para comenzar el día. Sencilla y elegante, perfecta para la ocasión.

Pese que lleva unos días bastante malos, decide que tiene que dejar atrás todos sus pensamientos y centrarse solo en la reunión. Tenía que salir perfecta, y como siempre, no se permitía ni un error.

Una vez lista, cogió el maletín, las llaves de su  coche y cerró la puerta tras ella.
Aitana aún seguía dormida y no quería despertarla.
No quería hablar mucho, por eso, decidió mandarle un mensaje.

Hoy salgo antes para la empresa, tengo que hacer cosas. Aunque estás apunto de despertarte, no quería hacerlo yo y molestar. Nos vemos ahora,    un beso.

Nada más llegar al coche y soltar el móvil junto con sus cosas en el asiento del copiloto, puso música y se dirigió a la empresa.
Al llegar, aparcó y se alegró por ver que no había nadie a quien tuviera que dar explicaciones por llegar tan temprano, algo inusual en ella.

Después de subir hasta su planta y ser recibida por un caluroso abrazo de parte de Judith, se metió en su despacho para preparar la reunión.

Tras unas horas,unos toques en la puerta, la hicieron levantar la vista.

- Ya están todos en la sala. Te va a salir genial, preciosa. Ánimo.- dijo Judith mientras se marchaba, dejando la puerta abierta para que Mel saliera tras ella.

Mel, así lo hizo. Salió tras ella y antes de entrar a la reunión, se paró a tomar aire.

- Tú puedes.- se susurró.

Nada más entrar, localizó a Aitana y Luis, el uno sentado al lado del otro. Ambos,la miraban con una sonrisa de orgullo en la cara.
Ella también les sonrió y después, dirigió su vista hacia Pablo, que estaba justo enfrente.
Pablo solo la miró, haciéndola sentir segura, y antes de que Mel apartara la mirada, le guiñó un ojo.

También observó a todos los socios, todos muy atractivos a la vez de sorprendidos. Al parecer, no esperaban a una chica como Mel siendo la contable de las empresas Malen.

Pablo, al ver que todos la miraban, se tensó al momento, pero tras darse cuenta de que lo estaba haciendo, decidió dejarlo estar, ya que ni él mismo entendía porqué se tensaba.

- Buenos días a todos. Como sabréis, esta reunión es el comienzo de nuevas alianzas.
Alianzas, que van a prosperar años y que a su vez, serán benefactoras.
Mi nombre es Melanie, y como ya sabréis, soy la contable de las empresas Malen. Encantada de conoceros.- comenzó a decir Mel.

La reunión, duró alrededor de una hora, aunque para nadie se hizo larga. Mel la supo llevar a la perfección y todos quedaron asombrados.

Tras terminar, todos fueron saliendo de la sala mientras que pasaban por delante de Mel, despidiéndose. Unos lo hacían con besos, y otros de manera cordial, pero a ambos, Mel, les ofrecía una sonrisa.

Cuando todos salieron, solo quedaron Luis, Aitana y Pablo.

- Aitana: Lo has hecho genial, estoy orgullosa. ¡Qué feliz me hace verte aquí!
- Mel: Te quiero mucho.- responde mientras abraza a su mejor amiga.
- Luis: Siempre te superas y siempre me sorprendes. Te admiro. Muchas gracias, porque por ti, hemos podido llevar a cabo y finalizar este nuevo acuerdo. Haces un esfuerzo increíble día tras día, nunca cesas.- dice dejando un beso en su cabeza mientras la acurruca.
- Mel: Muchas gracias, enserio. No es para tanto.- respondía a su amigo mientras miraba a Pablo, esperando a que hablara.

- Pablo: Lo has hecho muy bien, dejas encantados a todos. Punto a favor.- dice cruzado de brazos, provocando una mirada de desaprobación en Mel-
Bueno vale, tú ganas, me has dejado muy sorprendido, eres muy buena, Melanie.
- Mel: ¿Ves? No te cuesta nada decir la verdad y no quedar como un estúpido.
- Pablo: Cállate y ven aquí antes de que me arrepienta.- responde mientras con su brazo, acerca a Mel hacia él y la envuelve, dejando así un beso en su mejilla.

Ese gesto, a ambos los deja bastante extraños, experimentan sensaciones raras, pero aún así, lo disimulan.
Con el roce de la piel y el olor de Pablo cerca, Mel se sonrojó al momento.

- Mel: Vamos a volver al trabajo, hay que hacer bastante para mantener las propuestas intactas.
Pero antes, ¿puedes pasarte por mi despacho, Luis?
- Luis: Sí, vamos.- dice mientras se gira hacia a Pablo y a Aitana.- Ahora vuelvo.- susurra.

Cuando ambos salen, dejando a Pablo y a Aitana hablando y riendo entre ellos puesto que se llevan demasiado bien, caminan hacia el despacho de Mel.

- Luis, necesito que...
- No hace falta que me lo pidas.- interviene Luis.
- Quiero hacerlo, lo tengo superado.
Mañana tengo que ir a Barcelona con mi hermano, y necesito que me des dos días libres.
Prometo que nada más aterrizar en Madrid de nuevo, vuelvo a el trabajo.
- Te doy todo el tiempo que necesites, Mel.
Pero, quiero pedirte una cosa.
- ¿El qué?.- pregunta Mel, confundida.
- Mel, quiero que no te encierres. Por favor, habla conmigo, hazlo.
Desde hace unos días ya sabía lo que te pasaba, pero no quería decirte nada. Se que siempre te lo has guardado todo, y que has superado todo sola, o con Hugo.Pero, quiero que me hagas partícipe de tu vida.
Joder, Mel. Sabes todo de mi, y te lo cuento todo, siempre. Yo también lo sé todo de ti, y lo aprecio, porque sé que te cuesta, pero quiero enterarme de lo que sea antes de que te destruya. Por favor.

- Te lo prometo, Luis. Gracias, enserio.
Sabes todo de mi, y así va a seguir siendo. Sabes que aquí me tienes, para siempre, y que te adoro.
- Lo sé, tonta.- dice mientras empieza a abrazarla fuerte, haciendo que a Mel, se le escapen unas cuantas lágrimas.
- ¡Va! Vete ya, que parezco una inútil.- dice Mel mientras se limpia las lágrimas.
- De acuerdo. Llámame cuando vayas a coger el avión, ricura.- le pide Luis, mientras abre la puerta.
- ¿Algún día dejarás de llamarme como el primer día de universidad?.- pregunta Mel, mientras ríe.
- No, nunca. Ricura es sinónimo de tu nombre para mí.- dice mientras sale.

Mel, cuando ve que Luis sale, se limpia las lágrimas y vuelve a sonreír. Te quiero, imbecil. Piensa.

- Oye, Mel.- dice Luis abriendo la puerta.-Te quiero.
- Te quiero, Luis.- responde, mientras sonríe con lágrimas en los ojos y lo ve yéndose, esta vez, de verdad.

Éxtasis Where stories live. Discover now