💥HAIL HYDRA💥

CAP 21 REPROGRAMACIÓN

Hace exactamente una semana que Natalia estaba evitando al Capitán Rogers, no dormía en su habitación y evitaba bajar a menos que fuese una orden de Dreykov, ninguna de las chicas los había visto y aunque Natalia se rehusaba a siquiera pensar en él por su tonto capricho, terminó preguntándole a Melina por ambos.

-Es una simple pregunta, Melina.

-Ellos han estado participando en algunas pruebas en el laboratorio. -Melina respondió simplemente.

-¿Qué clase de pruebas? -Natalia se puso la camiseta y giró con el ceño fruncido en dirección a la mujer.

-Reprogramación Cognitiva. Koslov tiene nuevos proyectos en puerta y eso los incluye a ambos soldados. Por favor, apurate, el General espera por ustedes en en desayunador. -Melina no espero por alguna respuesta, simplemente salió al pasillo y esperó a que las chicas se alinearan.

En cuanto estuvieron listas, cada rusa tomó su posición frente a la puerta de su habitación, dejando vacío el lugar en donde debió haber estado parada Viktoria. Melina se aseguró que las chicas estuviesen impecables para ver al General, pero el puño lastimado de Natalia y la mejilla morada de Irina la hicieron negar con la cabeza y soltar un suspiro de resignación. Esas chicas jamás se llevarían bien, así había sido toda su infancia, peleando por la más mínima de las ofensas.

-El general quiere reunirlas con el Capitán Rogers y el Sargento Barnes, por favor, hagan exactamente lo que se les ordené. -Las mujeres se miraron unas a otras un tanto confundidas y simplemente asintieron con la cabeza como respuesta

Natalia no pudo evitar que su corazón saltara bajo su pecho, sabía de que se trataba la reprogramación, era nada más y nada menos que el tradicional lavado de cerebro de la organización y realmente temía ver algo que la hiciera volver a caer al vacío, no quería adelantarse, pero sabía lo que enfrentaría.

-No vas a recordarme... -Natalia se susurró para si misma mientras sentía unas inmensas ganas de llorar, él era su única salida de ahí y ahora lo había perdido también.

La pelirroja sabía que había estado mal que evitara encontrarse con el rubio, también sabía que el no había tenido la culpa de que Irina se lanzara sobre él para besarlo, pero simplemente no pudo lidiar con lo que vio y cuando él no fue en su búsqueda su orgullo terminó de envenenarla. Había sido muy estúpida y ahora ahí estaban las consecuencias de lo que había sucedido, Irina con la mejilla morada, sus nudillos lastimados y un rubio que quizá ya no sabría quién era.

-Buenos días, niñas. -Dreykov saludó a las chicas quienes entraron en fila con la cabeza gacha, respondiendo el saludo y esperando la indicación para tomar asiento.

Dreykov se encontraba sentado en la cabeza de la mesa mientras Madame B se encontraba al otro extremo. Natalia pudo notar a Rogers sentado a la derecha de su padre y a Barnes sentado a su izquierda, ambos se encontraban con la mirada perdida en algún punto de la habitación, ni siquiera se habían molestado en girar la cabeza para mirarlas.

-Capitán, ella son mis hijas. -Dreykov dijo con orgullo, provocando que el rubio levantará la mirada en dirección al hombre y después llevara sus ojos fríos y vacíos hasta ellas para recorrer cada uno de sus rostros en silenció.

Natalia se estaba muriendo por levantar la mirada y unir sus ojos con los suyos, pero sabía que eso sólo la metería en problemas, así que sólo se limitó a actuar igual que las demás.

-Irina, Yelena, Polina, Ivanna y Alianovna. Son mis mejores chicas y asesinas a sangre fría por el momento. Además entre ellas se encuentra la próxima Viuda Negra de la KGB y mi mano derecha. -Dreykov siguió con sus presentaciones mientras ambos soldados recorrían a las chicas sin expresión en el rostro.