💥HAIL HYDRA💥

CAP 27 RESCATE

-Está embarazada... -Koslov susurró para si y abrió los ojos con sorpresa, volviendo a examinar el vientre de la rusa para cerciorarse de que no fuese alguna clase de error.

-¿No han despertado? -Melina entró de repente al laboratorio, asustando al científico quien no pudo evitar soltar el artefacto que sostenía en su mano frente a la pantalla del computador para después apagarlo abruptamente.

La pelinegra observó el cuerpo de Irina y Natalia reposar en unas cápsulas a su derecha mientras Ivanna aguardaba en una camilla de hospital en una de las esquinas con sus piernas abiertas y elevadas sobre unas bases de metal adheridas a la camilla, pero lo que más le extrañó fue ver a Yelena inconsciente sobre una mesa de metal a mitad del laboratorio.

-Ehh... No, no... Estarán así por varías horas más, estuvieron al borde de la muerte, todas ellas y deben estar repuestas para mañana. -Koslov se aclaró la garganta, pero definitivamente no pudo disimular frente a la mujer.

-¿Qué es eso? -Melina caminó hasta Koslov para encender nuevamente el monitor y ver que es lo que lo tenía tan entretenido, pero su curiosidad terminó por destrozarle los nervios y alterar su miedo a que todo se repitiera nuevamente.

-Ella está embarazada. -El científico confirmó los pensamientos de Melina.

-¿De cuánto está? -La rusa bajó sus ojos del monitor al vientre herido y descubierto de Yelena.

-Tiene aproximadamente dos semanas, pero no será problema podemos sacarlo ahora mismo. -Koslov movió un poco el censor y le mostró a la mujer el pequeño saco que se veía en el centro de su útero.

-¿No se supone que ninguna de ellas puede quedar embarazada? -Melina preguntó, haciendo cuentas mentalmente de la última vez que Yelena había sido abusada por los perros de Dreykov y las fechas simplemente no coincidían, tenía que ser una maldita broma.

-Le aseguro señoría Vostokoff que nuestros métodos son efectivos. Ninguna aquí puede quedar embarazada a menos que haya sido planeado y autorizado por el General. -Koslov maldijo internamente, eso también lo metía a él en problemas.

-El General se pondrá muy feliz cuándo se lo diga. -Melina soltó con sarcasmo, provocando que Koslov palideciera y abriera sus ojos con terror.

-No, no, no, me encargaré. No lo compliquemos más Señorita Vostokoff, no hay porque quitarle el tiempo al General. -El hombre prácticamente corrió hasta sus anaqueles para ir por la misma solución que lo tenía esperando a que Ivanna desechara a su producto.

-No, yo me ocuparé de este asunto. No toques a la chica o yo misma me encargaré de que Dreykov te asesine. ¿Lo entendiste? -Melina le habló en un tono de voz tan suave y educado que el hombre solo pudo pasar saliva y asentir con miedo.

-¡Hmmm! -El alarido de Ivanna hizo saltar al ruso en su lugar, causando que ambos girarán en dirección a la rubia que comenzaba a retorcerse de dolor.

-¡Argh mi vientre, mi bebé! -Ivanna despertó de golpe e intentó gritar, pero su cuerpo adolorido no le permitió hacer demasiado, más que llevar sus manos hasta su abdomen para abrazarlo.

-Ya comenzó, haré lo que me ha solicitado. Ahora por favor, permítame encargarme de ella. -Koslov le dijo a la rusa con gran tranquilidad mientras Ivanna comenzaba a desangrarse en la camilla.

Melina miró aquella escena completamente fría e inexpresiva en su lugar mientras veía en cámara lenta al científico moverse a su alrededor para ir hasta la chica y comenzar aquel ritual infernal por el que ella había pasado alguna vez. La rusa observó a Koslov sujetar las manos de Ivanna con unos cinturones sobre los tubos de la camilla mientras ella gritaba desesperada y adolorida en su lugar, completamente expuesta y horrorizada. El hombre no tardó nada en introducir su mano entre sus piernas y retirarlas manchadas de sangre como prueba de que no había vuelta atrás, estaba hecho y lo que fuese que llevara en el vientre estaba saliendo.