💥HAIL HYDRA💥

CAP 24 SÃO PAULO

São Paulo, Brasil
Antigua base Soviética

Melina había bajado hasta el sótano en donde habían encerrado a las chicas aún inconscientes por la droga que Koslov les había suministrado. Sin embargo, fue el ruido de unas cadenas chocar contra una tubería lo que realmente la desvió de su camino, entrando en un pasillo que la alejaba realmente de su destino. La mujer caminó a pasos firmes, causando que la punta delgada de sus tacones resonaran sobre el piso bajo sus pies hasta llegar finalmente a la puerta de donde provenía aquel escándalo.

Melina digitó una clave que pronto le dio acceso a una habitación con poca luz que custodiaba al extraño de traje rojo que había visto al abordar el jet en Moscow. La pelinegra observó las condiciones en la que lo tenían prisionero y encadenado de pies y manos contra una pared de metal, dejándola un tanto intrigada de que lo mantuvieran encerrado en aquel estado cuando se suponía que él luchaba a favor de la organización.

-¿Quién eres? -Melina caminó hasta el hombre quien levantó la cabeza tan pronto como escuchó su voz atravesar sus oídos, pero no dijo nada.

-¿Eres mudo? -Melina se cruzó de brazos a tan sólo un metro de distancia de él quien movió bruscamente sus manos para intentar zafar sus muñecas de aquellas gruesas cadenas que lo inmovilizaban.

-Supongo que eso es un si... -La mujer soltó sin interés para enseguida fijar sus ojos sobre la capucha de su traje que cubría por completo sus rostro, impidiéndole ver si quiera el color de sus ojos o algún indicio de que fuese humano lo que había debajo del traje.

Melina rompió el contacto de sus ojos con aquel extraño para después girar sobre sus pies y comenzar a avanzar de regreso a la salida, pero fueron los ruidos que aquel hombre hizo con su boca al intentar gritar lo que llamó verdaderamente su atención. Aquel hombre si podía hablar, pero algo bajo su máscara se lo impedía.

El Guardián, por otro lado, no dudó en mover sus brazos con desesperación para llamar su atención y hacerla regresar a él mientras gritaba contra la placa que cubría su boca.

-Entonces si puedes hablar... -Melina giró de nuevo y se acercó a él hasta quedar 5 pasos de distancia de él, se moría de curiosidad por ver quien era el que estaba bajo la máscara y nada impediría que se la arrancara para averiguarlo.

-Si intentas algo estúpido, te asesinaré... -La mujer le dijo con una elegancia inigualable, extrañándose cuando el hombre asintió con la cabeza como respuesta, al parecer si podía comprenderla, eso ya era algo.

-Bien, me acercaré un poco más a ti para quitarte la máscara... -Melina le informó de sus movimientos para que no se alterara.

El hombre simplemente se quedó quieto en su lugar y esperó a que ella se acercara, llamando su atención cuando se fijó que su pecho comenzó a subir y bajar con ansiedad. Sin embargo, fueron sus manos delgadas lo que hicieron realmente que se tranquilizara cuando posó sus palmas a los costados de su mejillas, aún por encima del cuero rojo.

-Solo quédate quieto... -Melina se apartó el cabello y susurró muy cerca de su rostro mientras que con sus dedos palpaba todo el contorno de su cabeza hasta encontrar el inicio que separaba la pieza del traje con el resto.

-Aquí está... -Susurró para sí misma cuando dio con el borde del cuero y comenzó a subirlo con dificultad hasta liberar su barbilla cubierta por una capa delgada de vello.