𝓜𝓪𝓽𝓻𝓲𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸 𝓪𝓻𝓻𝓮𝓰𝓵𝓪𝓭𝓸 •ᴷᵒᵒᵏⱽ

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Al día siguiente JungKook despertó en la cama de Taehyung, ya que él se encontraba triste y JungKook se "sacrificó" a abrazarlo en la noche para calmar su tristeza, claro que no lo disfrutó, para nada. Fue un gran sacrificio para él. Tomó su teléfono y marcó el número de uno de sus amigos; Eun Woo.

—¡Pero si es Kookie! Tanto tiempo ¿Necesitas algo?

—Realmente si...

—¡Lo sabía! No me hablas desde hace tiempo y lo haces para pedirme algo, me siento ofendido. —Él chico fingió sollozos.

—Entonces le pediré ayuda a Yugyeom.

—No, no, me llamaste ¿Qué necesitas? —JungKook soltó una risita.

—Necesito hablar contigo muy urgente, por favor...

—Bueno, bueno ¿Dónde nos vemos?

—¿Te parece en el café de siempre?

—Si, por supuesto perooooo, necesito que lleves mis caramelos favoritos como disculpa o no aceptaré.

—Bien lo haré, gracias.

JungKook colgó con una pequeña sonrisa y se quedó un momento recostado en la cama, sin embargo se levantó tras escuchar sonidos provenientes de la cocina, al bajar las escaleras se encontró con un Taehyung parado frente a la estufa observando el desastre frente a él, además de que el mandil estaba mal puesto y por alguna razón traía una olla en la cabeza, JungKook soltó una carcajada.

—¿Siempre haces esto? Tú comida no es tan deliciosa.

Taehyung se sobresaltó y lo miró con el ceño fruncido, claramente ofendido.

—¿No tan deliciosa? ¡Le puse mi mejor esfuerzo! —JungKook soltó una carcajada.

—Las brochetas te quedan perfectas.

JungKook caminó hacia él y comenzó a guardar los trastes que Taehyung había tirado, las guardó junto con la olla que tenía en la cabeza, al terminar caminó hacia el refrigerador y revisó lo que había dentro, no había nada más que huevos.

—¿Vamos al supermercado? —JungKook le sonrió con sus dientitos de conejo.

—¡Si!

Tae rápidamente se sacó el mandil mal puesto y subió corriendo al baño para ducharse rápidamente, JungKook al verlo hizo lo mismo, Tae al salir fue a ponerse algo totalmente sencillo, una playera blanca con una pequeña etiqueta roja, pantalón de mezclilla y gafas negras con el lente naranja, cuando bajó en busca de JungKook se encontró con él totalmente bañado, vestido de negro con sus botas aplasta cráneos, se le veía tan sexy y chiquito a la vez.

—¿Listo? —Preguntó JungKook para sacar las llaves del auto.

—¿Cómo es que te vestiste tan rápido?

Tae tras pararse frente a él un delicioso aroma llegó a su naricita, tanto era el olor que quiso acercar su nariz a esa zona y olfatear para llenar sus pulmones de ese olor a frutas, JungKook al notar como Tae se detuvo inconscientemente a oler el aire soltó una risita y le sujetó la mano para sacarlo de la casa, Tae se avergonzó tras el acto. Llegaron hasta el coche sin soltarse las mano, los dos entraron a sus respectivos asientos. El camino fue rápido, tras estacionar el coche entraron al supermercado y comenzaron a buscar los ingredientes para un desayuno rápido.

—¿Qué te apetece? —Preguntó JungKook jalando el carrito.

—Huevos.

—¿Me estás insultando?