SOLO QUERÍA UN BEBÉ. (1)

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Después de haber escuchado aquella locura, todos los presentes en esa mesa quedaron atónitos.

-disculpa, ¿Quieres que?-

-dije que quiero su semen.-el Omega noto las miradas confundidas de sus amigos, cansado, rodó los ojos.-bien, se los explicaré de otra forma más entendible. Necesito que se masturben y que me donen su semen, su semilla.-

-¿para qué quieres... Eso?-

-como saben, mi abuelo ya no tiene mucho tiempo, pronto va a morir y me dejara toda su fortuna junto con sus terrenos. En resumen me quedare solo, y para evitarlo me voy a embarazar.-

-¿Porqué mejor no adoptas?-

-o te haces una inseminación.-

-lo que haré será una inseminación.-afirmó.-me dieron la opción de escoger si quería semen del congelado que ellos tienen, o... Escoger a la persona que me daría su semilla.-

-¿Por qué mejor no te consigues un novio?-

El castaño sonrió divertido ante la pregunta de su amigo alfa rubio.-las relaciones amorosas toman mucho tiempo, y son muy cansadas mentalmente, prefiero evitarme todo el drama de sufrir.-

-ok, suponiendo que te demos el semen, te hagas la inseminación, y resulte, ¿Qué harás después? ¿Nos informaras cuál de nosotros tiene un hijo contigo?-

Los tres alfas miraron al castaño, esperaban la respuesta.-obviamente no, se que ninguno de ustedes quiere hijos, así que si la inseminación resulta, me mudare a la casa que mi abuelo tiene en Londres.-

-vaya, al parecer lo has planeado todo.-el Omega dibujo una sonrisa inocente.

-¿Me darán su semilla o no?-los alfas aún se notaban inseguros, ninguno parecía querer apoyar esa idea ridícula. -hay, por favor, solo tienen que masturbarse y darme el semen, si alguno dice que jamás se ha masturbado no le voy a creer.-

Los tres se miraron nerviosos, y el primero en levantar la mano, fue el alfa albino.-cuenta conmigo.-

El Omega sonrió en forma de agradecimiento.

El alfa peliazul levantó su mano mientras agachaba la mirada.-de acuerdo, acepto.-

Los dos alfas que ya habían accedido, miraron al rubio, quien aún no daba su respuesta.

Nervioso ante las miradas clavadas en su persona, accedió.-ya que, te daré mi semen.-

-¡perfecto!-la campana de clases sonó, indicando que debían ir directo a sus salones.-tengo clase de música así que debo irme.-se levantó de su asiento y se colgó la mochila al hombro.-suerte con la masturbación, no se les olvide traerla cuando esté lista.-

-no tienes que gritarlo.-

El Omega se despidió con su sonrisa característica, los alfas lo miraron alejarse.

-¿Creen que sea correcto?-se atrevió a cuestionar el alfa albino.

-sabes que cuando Taylor se propone algo no hay poder en el mundo que lo haga cambiar de idea.-

-en eso tienes razón.-estuvo de acuerdo el peliazul mientras se levantaba de su asiento.-hay que ir a clases.-

♪♪♪

Después de guardar sus libros en el casillero, fue directamente al salón de clases, en dónde su clase ya había comenzado.

Al abrir la puerta corrediza, todos lo miraron, incluyendo el profesor.

-¿Puedo pasar? Perdí tiempo en ir a buscar mi libreta.-

-¿Nombre?-

-Taylor Rosales.-

El pelinegro le hizo señas de que podía entrar, cosa que hizo.-soy el nuevo profesor de música y artes, es la primera y última vez que llega tarde.-

-no volverá a ocurrir.-

-toma asiento.-

El castaño se dirigió a su mesa, en dónde su amigo pelirrojo lo esperaba. No tardó mucho en sentarse y comenzar a platicar.

-por primera vez me asusté.-

-da miedo, ¿Cierto?-ambos rieron por lo bajo.-a propósito, ¿Cómo te fue con las bestias?-

Taylor soltó una risa encantadora.-no les llames así. Accedieron, me darán el semen.-un chico que estaba a su lado los miro con miedo, así que solo se limito a alejarse un poco de ese par.

-sigo preguntándome porque todos tus amigos son alfas.-

-tú eres Omega.-

-sabes a lo que me refiero.-

-aunque no lo parezca son buenas personas.-

Taylor aún tenía presente como había conocido a los tres alfas más importantes en su vida, nadie quería hacer equipo con el por su fuerte aroma a rosas, pero ese trío se había acercado sin dudar, en un principio les tenía miedo, pero desde el primer día, ellos mantuvieron su distancia, sin necesidad de ignorarlo, trataron de hacerlo sentir cómodo.

Pensó que solo estaría con ellos tres semanas, tiempo en el que duraba el proyecto, pero siguieron acercándose aún después de eso.

Ellos tres lo cuidaban y protegían, no paso mucho tiempo para que se convirtieran en mejores amigos.

Por desgracia cuando el nuevo ciclo escolar comenzó, revolvieron a los grupos y todos habían quedado separados, pero aún así seguían frecuentandosé.

♪♪♪

El fin de semana, esos tres alfas estaban afuera de la casa del Omega, quien al poco tiempo les invito a pasar y fueron directamente a la habitación del castaño.

Los tres se sentaron en el sillón que estaba a un lado de la cama.

-¿A qué vienen? Es raro que vengan a mi casa en fin de semana, y más si vienen los tres juntos.-

-estamos aquí para darte lo que nos pediste.-

-pudieron dármelo en el colegio.-

-ni locos.-respondieron los tres al mismo tiempo.

El primero en entregar su recipiente con aquel líquido viscoso y blanquisco, fue el albino.

Tanto el Omega, como los otros dos alfas, miraron el recipiente con asombro.-wow, ¿Cuántas veces te masturbaste, Ian?-

El albino se sonrojó y aparto la mirada avergonzado.-solo fueron dos veces.-

-¡es mucho semen!-

-seguramente no necesitarás el nuestro.-

-que bueno que cuando folla usa condón, de no ser así dejaría a media escuela en cinta.-

Incómodo, se levantó y le arrebato el frasco al Omega.-dejen de burlarse.-

-¡Dámelo, es mío!-

-para tu información salió de mi cuerpo.-

-¡Pero ya me lo has regalado!-el Omega lo miro con cara de súplica, cosa que hizo sonrojar más al alfa.

-tks, guárdalo dónde nadie lo vea.-

-¡okey!-agarro el frasco y lo escondió detrás de unas almohadas. Se acercó al rubio y al peliazul con una sonrisa.-¿Los suyos?-

-¿Para que los quieres?-

-con el de Ian basta y sobra.-

-¡los voy a matar malditos bastardos!-

-¡No toquen mi semen!-

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¡Solo Quería Un Bebé!Where stories live. Discover now