SOLO QUERÍA UN BEBÉ. (8)

16K 1.7K 430
                                    

Jack y Taylor ingresaron a la habitación, Jack le tendió una taza de café al pelinegro, en cambio Taylor le dió la taza de té a su abuelo, quién renegó diciendo que prefería el café, pero el Omega sabía de ante mano, que su abuelo no podía consumirlo. Entre regaños y presiones, el anciano bebió el té que su amado nieto le había preparado.

Taylor miraba con alegría como su abuelo entablaba una animada conversación con su profesor de artes y música, amaba a su abuelo, era todo lo que tenía en esta vida, pero iba a perderlo dentro de unos meses.

-prepararé más café.-

-yo te ayudo.-tanto el Omega como el alfa rubio se sorprendieron ante las palabras del alfa pura sangre.

Ambos salieron de la habitación dirigiéndose a la cocina, fue ahí donde el alfa pelinegro no aguanto más ante la duda.-¿Fuiste a la clínica?-

-si.-

-¿Que te dijeron?-

Fue ahí cuando Taylor comprendió el porqué de había ofrecido a ayudarlo. Sonrió ampliamente.-puedes estar tranquilo, el médico dijo que puedo tomar el medicamento.-

-menos mal.-

♪♪♪

Cuándo la noche llegó, ambos alfas se retiraron de aquella casa. Taylor pudo respirar con tranquilidad.

-hijo, ¿Tienes novio?-Taylor sonrió y se acercó a la cama.

-conoces mi opinión respecto a eso.-

-Demián es apuesto. Si decides que quieres formalizar algo con él me sentiré muy orgulloso.-

El Omega negó con una tímida sonrisa, cubrió a su abuelo desde los pies hasta el torso y le beso la frente con demasiado cariño.-a la próxima que venga el doctor a revisarte, le pediré que te dé unos medicamentos para la locura, estás comenzando a perder la cabeza.-

-yo solamente quiero que no estés solo cuando yo muera.-

Taylor sintió como su pecho se comprimía.-no estaré solo.-aseguro tomando su mano y besando el dorso de esta.-tú serás quién me cuide.-

-sabes de lo que hablo.-

-lo sé. Pero no lo digas por favor.-con las lágrimas comenzando a escaparse, Taylor se inclinó ocultándose en el pecho de su abuelo, este reprimió sus lágrimas, no quería llorar ante su nieto.

Le acaricio su espalda y parte de su cabeza.-aún eres un niño.-

♪♪♪

Los días pasaban y Taylor a diario se miraba al espejo, su vientre no crecía mucho, comenzaba a crecer en el viejo dicho de su abuela, "no se votará la pancita si mantienes un embarazo en secreto, cuando todos lo sepan, el vientre crecerá como debería de ser."

No podía esperar, quería ver la pancita que se le formaría en la mejor etapa de su vida.

Pero así como a Taylor le crecía poco el vientre, a su abuelo cada vez la luz se alejaba de su vida.

No fue sino hasta la mitad del segundo mes cuando su abuelo ya no despertó, los sirvientes lloraban, amaban a ese hombre, fue el mayordomo familiar quien se atrevió a despertar al lindo y tierno Omega, lo vio llorar y romperse, lo único que pudo hacer fue abrazarlo con fuerza.

Realizaron su funeral al día después, después de enterrar a su abuelo había subido a su habitación, de donde se negaba a salir, sus amigos habían visto cuán roto se encontraba el Omega, durante la ceremonia de había mantenido callado, solo escuchaba a la gente que le hablada y le recordaba lo bueno que el señor Francisco había sido en vida.

¡Solo Quería Un Bebé!Where stories live. Discover now