SOLO QUERÍA UN BEBÉ. (18)

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La luz de la mañana entraba por aquella ventana ligeramente abierta, Demián admiraba la belleza del Omega, quien seguía profundamente dormido. Aquel dulce Omega había sufrido demasiado, al igual que él, técnicamente no era el mismo dolor, pero ambos estaban rotos.

Esa mañana se encargo de grabar a la perfección el rostro del Omega, su expresión era angelical al dormir, podían apreciarse sus largas y hermosas pestañas, un pequeño y casi invisible lunes debajo del ojo derecho, su nariz pequeña, y sus labios rosados y carnosos. En este último punto, se atrevió a delinear esa hermosa boca con la yema de sus dedos, eran suaves.

Por un momento pensó en besarlo, pero no deseaba hacerlo sin su consentimiento, o si no podía ver su dulce expresión.

Se levantó de la cama solamente para ir por su laptop, regreso a la cama y se sentó recargando la mitad de su cuerpo en el respaldo. Necesitaba terminar de realizar los exámenes, solamente faltaba una semana para poder terminar el ciclo escolar.

Al pasar unos minutos, el Omega se removió mientras limpiaba sus ojos azulados con las palmas de su mano.

-buenos días.-saludo viendo a aquel alfa que ahora usaba lentes, dándole un aura mucho más seductora.

-buenos días.-

-¿Qué haces?-

-estaba terminando los exámenes.-Demián cerró la laptop, se quitó los lentes y los dejo sobre la mesa de noche para volver a acostarse junto al Omega, quien le sonrió ampliamente.-¿Cómo amaneciste?-

-bien. Anoche dormí mejor que nunca.-

-es sábado. ¿Quieres hacer algo?-Taylor negó mientras se acercaba al alfa y se aferraba a él.-¿Te quieres quedar en cama todo el día?-preguntó divertido.

-es una opción.-

El alfa levantó su mano y le acaricio sus cabellos castaños.-¿Cuando es la cita del prenatal?-

-hasta el jueves.-Taylor inhaló profundamente, el aroma de aquel alfa era una droga que acaba de conocer.-tú aroma es delicioso, es más fuerte que el día en el que estuvimos en la enfermería.-

-eso es porque es temprano y no hay necesidad de usar el perfume oculta aroma.-

Taylor se separó un poco solamente para mirarlo directamente a los ojos con un brillo hermoso.-no deberías usarlo, me gusta tu aroma y daría cualquier cosa por olerlo a diario.-

Adiós cordura.

Demián se inclinó y acercó al Omega sujetándolo de la nuca, sus labios se unieron llevando un ritmo suave. Taylor se sorprendió pero no alejo. Al contrario, cerró los ojos y coloco una mano en la cadera del alfa.

Demián apartó las sábanas, con agilidad apresó el cuerpo del Omega contra el colchón, mientras que con uno de sus brazos evito dejar caer su peso sobre el Omega.

Fue Taylor quien acercó al alfa está vez, lo abrazo por la nuca y lo acercó con desesperación, está vez se encargo de meter su lengua en la boca del alfa, quien gustoso recibió el gesto.

El alfa subió la camiseta del Omega, rompió el beso y bajo un poco para comenzar a besar y lamer los pezones del castaño.

-¡ngh!-aquella sensación era muy placentera, jamás había tenido un sentimiento como aquel.

El pelinegro sintió como algo chocaba contra su pecho, se alejo un poco solamente para descubrir que era lo que chocaba contra sí. Descubrió que era la pequeña erección del Omega.

-Taylor, tú...-

Al mirar al Omega supo que podía llegar a perder el control, el menor estaba con la cara sonrojada y con la mirada llena de deseo.-por favor, tócame.-

El alfa asintió mientras comenzaba a bajarle el pantalón de la pijama junto con su ropa interior. Se inclinó para comenzar a satisfacer a aquel dulce Omega. Jamás había hecho una felación, pero deseaba complacer a ese Omega.

Taylor podía sentir la cálida boca del alfa, inconsciente enredó sus dedos en el cabello del alfa para acompasar sus movimientos.-¡Ngh!-

Aquellos dulces sonidos provocaron que el alfa comenzará a sentir incomodidad en su entrepierna, la tela comenzaba a apretarlo. Apresuró sus movimientos de boca, logrando que el Omega de corriera en su boca.

-¡AH!-Taylor había soltado un alto gemido mientras el alfa se separaba.

Demián se apresuró a quitarle la camiseta al Omega, dejándolo completamente desnudo debajo de él, su cuerpo era delgado con un pequeño bulto en el vientre.

Demián de quitó la camiseta dejando a simple vista su cuerpo bien marcado, saco su gran miembro y comenzó a masturbarse mientras admiraba a Taylor, quien aún le miraba con deseo.

Se imagino penetrarlo con fuerza, hacerlo suyo y corromper aquel pequeño y dulce cuerpo.

El alfa se corrió dejando que su semen cayera sobre el cuerpo del Omega. Taylor sonrió, se levantó y abrazo al alfa mientras le besaba el cuello con suavidad.

Se separó para poder mirarlo a la cara con una sonrisa.-dije que no deseaba levantarme de la cama, es una buena manera de cumplir mi capricho.-

El alfa sonrió seductor, lo beso con deseo y lo recostó abriendo suavemente sus piernas, se quedó entre ellas.

Levantó una delgada pierna ajena y comenzó a recorrerla con besos, dejando una que otra marca. Taylor le miro con dulzura, aquel alfa que alguna vez lo miro con odio ahora lo miraba con deseo y amor.

Entre besos, el alfa llegó a sus labios, los cuales beso con ternura y mordió con suavidad.-¿Listo?-Taylor asintió aferrándose a él.

Demián se alineó con la entrada del Omega, se impulso entrando con dificultad aún cuando el Omega soltaba lubricante natural.

-ah... Ngh.-no se movió, simplemente dejo que el Omega se acostumbrará a tener algo adentro, sabía, gracias a su experiencia de adolescente, que aquel dulce omega era virgen.

-¿Estás bien? ¿Duele mucho?-

Taylor le acaricio el rostro y lo beso rápidamente.-estoy bien.-

El alfa comenzó a moverse con lentitud, Taylor soltaba gemidos y suspiros, dolía al principio, pero después solo podía sentir placer.

-más, muévete más rápido.-el alfa se mordió el labio inferior mientras intensificaba sus movimientos.

Sus cuerpos chocaban y sudaban, Demián lo miraba con cariño y ternura, era demasiado hermoso el tiempo que pasaba con aquel Omega, de negaba a dejarlo.

Taylor sabía y tenía muy en claro lo que su interior le decía sobre ese alfa, que no podía amarlo, pero deseaba por primera vez no escuchar a su cabeza, ese alfa había logrado entrar en su corazón.

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¡Solo Quería Un Bebé!Where stories live. Discover now