𝘽𝙖𝙧𝙧𝙚𝙩𝙩 | 1971©.

⑨

Seguí llorando el resto del día y Syd no sabía que me pasaba, él me miraba extrañado y conseguía todo tipo de dulces para calmarme.

– ¿Enserio nada te cambia el humor? – Dijo.

– Estoy algo cansada... Lo mejor sería dormir – Me limpié las lágrimas

– ¿Y seguirás llorando mañana? – Encendió un cigarro

– Quizás...

* Toc toc *

Syd se levantó de la cama y abrió la puerta, los chicos nos miraron extraño así que me levanté rápido. Ya es normal que hayan pensado mal.

– Creí que no eran novios... – Rick levantó una ceja

– No lo somos... – Dije sonrojada

Syd me sonrió.

– ¿Que quieren? – Dijo Syd

– Mañana tenemos una entrevista pero primero tenemos que ir a la fiesta de esta noche para tocar unas cuantas canciones – Dijo Roger tranquilo

– ¿Hoy? – Syd fue a mirar una pequeña libreta

– Sí, habrá buena música y chicas muy lindas. Bueno tenemos la suerte de que tengamos a una líder tan bonita – Dijo Nick sonriendo

–¿Líder? – Miré a Syd

– No bromeo cuando te digo que eres la líder de Pink Floyd – Sonrió

– ¿Roger tu estás de acuerdo? – Lo miré extrañada, ya todos sabemos cómo es Roger con esas cosas

– Sí Rose... Tú fuiste la que dió la idea de que seamos Pink Floyd – Me miró raro

– ¿Qué? – Sentí dolor de cabeza – Chicos esta noche no podré acompañarlos...

– ¿Por qué? – Dijeron todos

– No me siento muy bien – Me toque el vientre

– Bueno de todas formas tenemos también a nuestro cantante aquí, deberías descansar y nosotros te cubrimos hoy – Dijo Roger sonriendo

– Eso es muy amable de su parte – Sonreí leve y miré a Syd que no estaba de acuerdo para nada

– ¿Y nosotros trabajamos mientras tú descansas? – Dijo Syd ofendido

– Pues sí.

Los chicos se rieron de la cara de Syd y nos dejaron a solas para que él esté serio mientras me odiaba con la mirada.

– Tienes que ir...

– No, no tengo. Te espero aquí – Me acosté en su cama.

– Entonces yo tampoco iré. – Se quitó la bata y me dejó ver su cuerpo desnudo

– Okey pero deberías ponerte algo – Intentaba no mirar y recordé lo que me dijo Syd bigotón.

– No. Me quedaré desnudo hasta que decidas venir conmigo. – Lo sentí acostarse a mi lado

– Si está bien pero aún así no iré – Lo cubrí con las sábanas

– ¿Por qué me cubres? – Se quitó la sábana

– Porque no quiero verte desnudo – Lo cubrí de nuevo

– ¿No te gusta lo que ves?

Me sonroje demasiado.

– ¡Syd! – Roger tocó

– ¿Que? – Respondió

– ¡Apúrate que nos están esperando! – Tocó de nuevo