𝕋𝕖 𝕡𝕒𝕣𝕖𝕔𝕖𝕤 𝕒 𝕦𝕟𝕒 𝕗𝕝𝕠𝕣 - ᴛᴀᴍᴀᴋɪ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɪᴠ: "ꜰᴇꜱᴛɪᴠᴀʟ ᴅᴇᴘᴏʀᴛɪᴠᴏ"

La fecha se acercaba y cada vez faltaba menos para que fuera el festival deportivo, me sentía emocionada pero a la vez tenia miedo, estar frente a todos mis compañeros y los padres me daba terror, si lo arruinaba no me lo podría perdonar a mi misma.

Era el día, había pasado la ultima semana pensando en estrategias para lograr ganar y así no quedar en ridículo, me sentía preparada.

Nos pasaron a cada uno, una lista que tenia las horas en las que participaríamos en cada una de las actividades, no recuerdo bien en que participaría mi hermano.

Lo busque por su edificio y no estaba, también por el patio donde se supone que debería ser el evento pero tampoco estaba, Mirio donde te metiste?

Opte por buscar a Tamaki, ellos siempre están juntos así que si encuentro al azabache puede que este junto al rubio o que por lo menos sepa donde esta.

-Amajiki-kun! Donde estas?- sentí como alguien tocaba mi hombro, me sobresalte y caí al suelo.

-E-Estas bien?- pregunto el chico de cabello azabache mientras se agachaba para ayudarme.

-Si, si, no te preocupes- me levante del suelo y lo mire, le dedique una sonrisa y este también sonrió.

-Me buscabas o no?- pregunto Tamaki, recordé que buscaba al rubio.

-Oh si, estaba buscando a Mirio- el chico suspiro y yo lo mire confundida.

-Así que tu también, l-lo perdí hace 1 hora y lo llevo b-buscando desde ese m-momento, así q-que cuando te v-vi pensé que sabrías donde e-estaba- nunca había escuchado a Tamaki hablar tanto en mi vida, suspire.

-Quizás esta con mamá o también nos busca, ven sigamos buscando- tome su mano y comencé a correr.

No me di cuenta de mi acción pero a el pareció darle igual lo cual me hizo sentir tranquila, me pregunto si el participara en alguna actividad, seria gracioso verlo haciendo deporte.

Llegamos donde mamá y efectivamente el rubio estaba con ella.

-Mirio! Te estábamos buscando bakaaaa- le di un golpe en la cabeza y este puso su mano en ella, como se le ocurre dejar al pobre Tamaki solo, con lo tímido que es.

-Perdón perdón, oigan esperen- Mirio miro nuestras manos y luego fulmino a Tamaki con la mirada- Que hacen tomados de la mano?- me sonroje como tomate y solté su mano, el azabache parecía que se iba a desmayar, el rubio comenzó a reír y mamá también.

-Ayayay chicos como tan despistados, Mirio me estaba contando las actividades que iban a haber en el festival, porque no se quedan también- dijo la rubia con una sonrisa, me quedaría pero tengo cosas que hacer.

-Lo lamento mamá, tengo que animar a las chicas del salón o sino algo va a salir mal en el festival, te quiero- le di un beso en la mejilla y me puse dispuse a correr.

Debí haber soltado su mano antes de llegar, ahora Mirio lo va a llenar de preguntas, suspire, esto va a ser mas difícil de lo que creí.

-____! Por fin llegas, las chicas estaban que se rendían si no llegabas- me dijo Aiko moviéndome de un lado para el otro.

-Arriba, Arriba! Tenemos que ganar este festival y con gente como ustedes no lo vamos a lograr, vamos!- las levante a la fuerza y varias de ella me miraron feo, que mas da- Ok, ok, no me maten con sus miradas- les sonreí desafiante- Vamos!

Empezamos a practicar como por 20 minutos hasta que empezó el festival, se supone que me tocaba a las 3 de la tarde así que espere en mi edificio mirando el patio, donde se encontraban Mirio y Tamaki jugando fútbol, suerte chicos.

Baje las escaleras hacia donde se supone que seria mi actividad, estaban todas reunidas allí, parecía que era la única que faltaba.

-Ok chicas! Recuerden debemos ganar, pero si algo sale mal, no se preocupen yo estaré allí para ustedes- les sonreí con confianza, lo cual hizo que sus ojos brillaran.

Comenzó la prueba, yo esperaba a que llegara Aiko para pasarme la vara. Era la ultima, yo debía decidir si ganaríamos o no. Lo haríamos.

Me sentía nerviosa, no quería decepcionar a mamá o a Mirio, quería ganar para que ambos me regalaran una de sus hermosas sonrisas, que se olvidaran de sus preocupaciones por un tiempo, estaba distraída, Aiko estaba cerca mio así que comencé a correr con la mano estirada para atrás, tome la vara y empece a correr, me tropecé unas cuantas veces pero me levantaba casi al segundo, nadie va a quitarme la oportunidad de ganar y verlos sonreír.

-Felicidades, el equipo blanco gana!- dijo una de nuestras profesoras, anunciando nuestra victoria, lo había logrado, había ganado. Mire a mi alrededor buscando a mis parientes. Ambos estaban sonriendo, así que sin darme cuenta tenia una sonrisa en mi cara.

Las chicas se abalanzaron para abrazarme, algunas tenían lagrimas en sus ojos y yo las mire feliz.

Salí del lugar y me encontré con mi familia.

-Felicidades! Con Tamaki no logramos ganar- dijo con una sonrisa decepcionado- Pero mira, tu ganaste y eso me pone feliz- como el rubio es mas alto que yo, me tomo en brazos y me alzo.

-Mirioo, ya no soy un bebe- bufe y este comenzó a girar, grite por inercia y luego comencé a reír.

Sentí la mirada de un azabache sobre mi, estaba sonrojado y tenia una sonrisa, le dije al rubio que me bajara y lo hizo, corrí hacia el chico y lo abrace.

-Lo logre!- me escondí en su pecho y luego subí la mirada, le sonreí y este comenzó a reír, luego me miro y puso su mano en mi cabeza.

-Felicidades ____-chan- no tartamudeo, No tartamudeo! Lo abrace aun mas fuerte, haciendo que se sonrojara aun mas de lo que ya estaba. El rubio me separo de su amigo a la fuerza mientras yo lo miraba confundida, me pego en la cabeza.

-Espacio personal, tonta!- ahora entendía todo, mire a Tamaki avergonzada.

-Lo lamento- reí avergonzada, el azabache miraba a mi hermano dándole las gracias y yo me escondí en el pecho de mamá.

-Ok ok, cálmense- rió mamá- Que tal si comemos?- los 3 asentimos, nuestros ojos comenzaron a brillar cuando vimos el almuerzo.

Comenzamos a comer entre risas, contando anécdotas y cosas tontas a mamá. Los padres de Tamaki no habían podido venir así que se quedo con nosotros.

-Uff quede llena- me tire en el pasto, faltaba poco para partir a casa.

Nos paramos y recogimos todo del suelo, comenzamos a caminar hacia la salida del lugar, ya eran alrededor de las 6 de la tarde, me sentía cansada y solo quería ir a dormir.

Nos despedimos de Tamaki y abrimos la puerta de casa, me lance al sillón y me quede dormida al momento de tocarlo.

Escuche las risas de los rubios y como mamá me ponía una manta.

-Descansa, ____- deposito un beso en mi frente.

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