𝕋𝕖 𝕡𝕒𝕣𝕖𝕔𝕖𝕤 𝕒 𝕦𝕟𝕒 𝕗𝕝𝕠𝕣 - ᴛᴀᴍᴀᴋɪ x ʀᴇᴀᴅᴇʀ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ xᴠɪ: "ᴍᴜᴇʀᴛᴇ"

Desperté en un lugar blanco, demasiado blanco para mi gusto.

No había nadie alrededor, no sentía dolor ni ninguna molestia, me sentía cómoda.

De fondo se podía escuchar el sonido de la maquina que media mi pulso, a mi lado estaban ambos brazos conectados a bolsas con suero y tenia un ventilador.

De verdad me estaba muriendo?

Estaba verdaderamente sola, lamentablemente apenas podía moverme así que ni siquiera pude llamar a alguna enfermera, cuando tiempo había pasado? Mis heridas habían sanado?

Estaba viva?

Podía recordar todo hasta cierto punto pero si me esforzaba demasiado, me comenzaba a doler la cabeza.

Gire mi cabeza hacia la puerta, después de escuchar como esta se abría, era una enfermera.

Sus ojos se abrieron como platos al encontrarse con los míos y salio corriendo, al cabo de unos minutos llegaron corriendo un doctor y como 3 enfermeras.

Empezaron a hacerme preguntas, las cuales no podía responder, no podía hablar, dolía demasiado.

Al parecer el quirk del doctor era poder contactarse mentalmente con la gente, yo lo escuchaba claramente pero le respondía con mi mente.

Después de mas o menos 30 minutos, se retiro para buscar a la persona que me había estado esperando, no me habían hablado acerca de absolutamente nada de lo ocurrido, solamente por como me sentía mentalmente y físicamente.

Llego Aizawa-sensei a la habitación, al ya saber que yo no era capaz de comunicarme solamente me sonrió, su brazo tenia múltiples vendas.

Ni siquiera me preocupe para observarme a mi misma, tenia mas que claro que mi cuerpo estaba hecho mierda, ninguna palabra le queda mejor.

Su mirada era melancólica, al no recordar nada no supe si algo grave había ocurrido con alguien.

-____..-hablo por primera vez el hombre- Han ocurrido múltiples cosas, pero no creo que me dejen contártelas todas de una por tu bienestar mental-suspiro y me miro directamente a los ojos- Primera cosa, han pasado 5 días- abrí los ojos en par, tanto tiempo llevaba inconsciente, aunque han habido momentos peores, no me lo esperaba- La misión fue un éxito pero hubieron bastantes inconvenientes.

Lo mire confundida, sinceramente no tenia ni la mas remota idea de que estaba hablando, hasta que la imagen de cierto hombre vino a mi cabeza-

-N-N-Nighteye- fue lo único que pude decir antes de empezar a toser.

-Si...-el hombre volvió a suspirar- Perdimos la vida de alguien importante, y ese efectivamente era Sir Nighteye- mis ojos comenzaron a volverse llorosos, mientras que el sensei simplemente bajaba la mirada lentamente- Tu hermano- lo mire de golpe, por favor no- El esta bien, pero...perdió su quirk por la bala- ahora si me puse a llorar.

Yo podría haber recibido esa bala en vez de el, el no lo merecía, el debía ser un héroe, el debía..

-Te daré un tiempo para que aclares tus ideas- el sensei salio de la habitación pero antes me dirigió la mirada como diciendo un "me alegro de que este a salvo".

Ok entonces, Nighteye esta...muerto y Mirio perdió su quirk. Podría haber ayudado tanto si no fuera porque Chisaki me tiro todos los escombros encima.

Fue demasiada información en solo una frase, entro por la puerta una chica, al principio no me di cuenta de quien era al estar tan confundida pero luego me percate.

-Nejire..-fue lo que pudo salir de mi voz, la chica me sonrió para luego sentarse en la silla de al lado de la cama.

-Hola..quizás  te sorprende que este aquí- negué con la cabeza y ella rió- Como estas? Ay que soy tonta, no puedes hablar mucho, no? Bueno, no soy la mejor persona para explicar pero los doctores están ocupados. Tus heridas están sanando progresivamente, los escombros que cayeron encima tuyo, provoco algunos daños internos y que te duela hablar es simplemente porque uno de ellos raspo tu cuello. En fin, no ____, no estas muerta- la chica se rió un poco, tenia el pelo amarrado, algo a lo que no estoy acostumbrada a ver, tenia la vista perdida y unas ojeras.

Me preocupaba, pude mover mi mano lo suficiente para tomar la suya, se sorprendió y cuando me miro, le dedique una sonrisa.

Los ojos de la peliceleste comenzaron a aguarse, hasta ya no poder aguantarse mas.

Se escuchaban sus sollozos desde lejos, tenia la cabeza apoyada en la cama y seguía repitiendo la palabra "perdón"

Quería consolarla y decirle que ella no tenia la culpa, que no se preocupara pero mi voz no me lo permitía, era difícil.

La puerta se volvió a abrir y Nejire no saco su cabeza de la cama pero la persona de todas maneras entro. Era un doctor, me dijeron que tenia que ver la herida de mi cuello, en eso llego RecoveryGirl y le dio un beso a este.

Al principio fue demasiado raro pero al menos tenia la suficiente energía como para soportar la curación, la herida sano y me quitaron la venda.

A pesar de eso, el hablar todavía se me dificultaba, aunque ya no dolía.

La peliceleste se quedo conmigo absolutamente todo el proceso, me miraba ansiosa aunque sus ojos todavía estaban hinchados y rojizos.

Cuando todo termino, los doctores y la heroína profesional se retiraron, dejándome a mi y a Nejire solas.

Pasaron unas horas, pude volver a hablar normalmente y le hice las preguntas necesarias a la peliceleste, llegaron nuevamente el doctor y las enfermeras para darme mi fecha de alta.

No me sentía cómoda en el lugar, había una sensación de que todos estaban tristes en el lugar, no habían sonrisas genuinas ni como dar un abrazo esperanzador.

No sufrí ningún problema grave, así que podía irme al día siguiente. 

Me mandaron a dormir para que tuviera suficiente energía para que curaran las heridas superficiales para mañana, así que eso hice.

-Oyeeeee!- abrí los ojos lentamente para encontrarme con una Nejire con cara de molestia y con las manos en la cadera- Despierta!

-Nejireee, déjame dormir- me tape con las sabanas que aun habían en la cama, pero llegaron a buscarme y me tuve que levantar.

La chica de 3ro me había traído ropa así que me cambie tranquilamente, y salí de la habitación.

No planeaba irme sin visitar a la gente con la que estuve en la misión, me pare en frente de la mesa de la secretaria, la cual me observo por un segundo y luego me presto toda su atención.

-Me podría decir la habitación de Togata Mirio, por favor?- la joven asintió y me dio un número.

Camine hacia la habitación y abrí la puerta.

Me encontré a mi hermano mirando por la ventana, no estaba sonriendo.

-Mirio?