03-Tres

2.1K 162 12
                                    

-Kayla. Debemos hablar.

Me suelto de su agarre y me paro frente de él. Los otros dos chicos están atrás de él observando el drama, sé que se sienten culpables y por eso no se acercan.

-¿Quién te crees que eres?- cuestiono, si piensa que la antigua Kayla será quien hablará está muy equivocado.

-Kayla, tienes que créeme. Yo no sabía nada...

-No me interesa saberlo. Déjame en paz- miro hacia atrás de él -Y, si alguno vuelve a cruzarse en mi camino, sabrán quién soy realmente- ladro. Ellos no dicen nada, Zac frunce sus labios y retrocede.

-¿Ah, sí?- una segunda voz aparece -Y ¿quién eres realmente?- volteo a ver. Un chico más alto que yo con el celular en sus manos. Lo guarda para acercarse a nosotros- Dime, aún sigo esperando tu respuesta.

-¿A ti quién te llamó?- mi voz sale molesta. Estoy más confundida que alguien en álgebra.

-Absolutamente nadie...

-Entonces vete por dónde saliste- recomienda Zac. En eso estoy de acuerdo con él. El chico desconocido ríe y niega. ¿Qué le pasa?

-Tú no me dirás qué tengo que hacer- se defiende. Los amigos de Zac se acercan y la atención de todos está en nosotros.

Perfecto. El primer día ya somos el centro de atención. Increíble. Y yo que pensaba que este año iba ser tranquilo y aburrido.

-Y ella no te dirá nada, así que deja de joder y vete- espeta Caleb defendiendo. Viro los ojos.

-¡YA! todos se largan. Tú- señalo al desconocido -No responderé nada porque no sabes ni mierda. Y ustedes- señalo a los tres chicos frente a mí -Ya no quiero que se acerquen a mí, ya les dije que no quiero saber nada de ustedes. Confíe y me traicionaron de la peor manera que puede existir en mí.

Sin más que hacer ahí en medio de cuatro hombres que se creen lo mejor del mundo y que cualquier chica está a sus pies, me alejo sin compañía de alguna de las chicas.

No sé a dónde voy, lo único que sé es que voy a perderme en el campus. Algo dentro de mí se remueve, es como si algo quisiera salir, pero no sale. El enojo crece a cada rincón de mi cuerpo. Lo único que necesito es estar lejos de ellos. Los culpables que me derrumbará, los odio y jamás se los voy a perdonar. Debo de olvidar todo lo que pasó con ellos, con ése pensamiento jamás saldré del laberinto en el que estoy.

Todo por ir en mis pensamientos y cerrando los ojos a cada rato, topo con un cuerpo más ancho que yo.

-¡Perfecto! ¿qué sigue? ya no soy la misma- grito como loca en el suelo. Sí, caí de culo al suelo. Puede que esté exagerando bastante la situación. Aunque el drama también es parte de mí y sale algunas veces.

-No seas dramática y chillona. Levántate- con el enojo a flor de piel, me levanto y sacudo mi culo. No solo no tengo mucho y caendo al suelo se me irá a la mierda.

-Fíjate idiota. Joder. Ponte lentes o algo así...- me quedo corta ya que el tipo me tapa la boca con su enorme mano. Sus ojos son azules como el mar, su cabello es negro y algunos mechones caen por su frente. Cejas pobladas, como las de Zac.

-Escúchame bien niña- habla despacio como si quisiera que las palabras tomen sentido para mí -No vendrás a gritarme cuando se te dé la puta gana, y, si no quieres problemas conmigo es mejor que te mantengas al margen de niña buena o histérica- amenaza con desdén.

Trato de salir de su agarre pero es imposible. Nos retamos con la mirada. Que no crea que le tendré miedo. Ya harta de esa guerra estúpida muerdo su mano y logro quitarlo.

-¡Eres una estúpida!

-Tal vez. Y tú cuídate de mí si no quieres problemas. No sabes quién soy...

«Otra vez con el mismo cuento»- pienso.

-Sí. Sí sé quién eres, eres una chica fingiendo ser algo que no te va- sus ojos me escanean de arriba -No te metas en algo que no sabrás manejar.

Ahora sí. Me acerco a él y lo tomo de las solapas de su chaqueta de cuero negra.

-No suelto tratar con imbéciles pero hoy haré la excepción. No voy a dejar que alguien como tú venga y me diga qué pretendo ser. Te recomiendo que sigas tratando mal la gente y me dejes en paz. Idiota- crispo. Debo admitir que su porte es intimidante.

Lo suelto y me alejo de él. Sigo mi camino a no sé dónde y puedo escuchar como me insulta. Giro sobre mi eje para mostrarle mi dedo corazón con una mueca en lugar de sonrisa.

Es increíble en todo lo que me ha sucedido hoy, en tan poco tiempo. La vida si puede ser inesperada. El primer día. He conseguido llamar la atención de un cuarto de personas en la universidad y me he ganado a un nuevo enemigo. Deberían darme un reconocimiento por meterme en problemas con facilidad.

El sentimiento que antes se removía en mi interior ya no está y me doy cuenta que ahora. Justo ahora, que la antigua Kayla ha vuelto. La Hacker acompañada de la chica mala. Estoy satisfecha de lograr eso. Ahora soy yo y nadie podrá cambiarlo.

Me encargaré que mi reputación vuelva a ser la misma.



*****



Entro al salón donde ya hay algunos adentro. Veo la cabellera de mi amiga y un asiento libre junto a ella. Sin pensarlo tanto me siento junto a ella. Se sobresalta, al verme le da igual y sigue con ls vista al frente.

Se molesto... auch

-Hola...

-Te he estado buscando desde hace rato, Kayla. Joder contigo- ladra sin dejar que termine mi excusa y la entiendo. No debí irme sin decirle nada.

-Lo siento. Zefora perdóname ¿sí? Estaba molesta con todo el mundo...- vuelve a interrumpir.

-Si claro. Con todo el mundo, incluyéndome. ¿cierto?- alza una de sus cejas.

Río llamando la atención de ella.

-No es por nada pero, parecemos novias. Ya en serio, Zefora. Perdóname, no volverá a pasar- me disculpo -No debí y lo lamento.

-Tienes razón. Parecemos novias, aunque no está mal la idea. Podemos serlo, no tendría problema alguno ¿qué dices?- ahora habla entusiasmada, boquiabierta ante sus palabras lo único que hago por reflejo es darle un zape.

-¡Qué te den Zefora! Pero bien duro- ella suelta una carcajada y me abraza por los hombros no dudo en corresponder.

-No me ilusiones.

-¿Sé pueden callar? No están solas- es la misma voz del chico desconocido. Ambas lo buscamos con la mirada, pero él nos encuentra primero ya que se da la vuelta y está sentado justo frente a nosotras.

-Cállate. No hablamos contigo. Tarado- habla mi amiga. El chico desconocido intercambia miradas, abre su boca pero la cierra.

-Por cierto, soy Alex- dice al fin, se presenta mostrando una sonrisa cálida.

-Nos da igual cómo te llames, así que evita tanta formalidad- hablo lo más borde que puedo.

-¡Ah! Y yo puedo darle duro a tu amiga, ¿Cómo te llamas, linda?- ignora mis palabras para intentar tocar la mejilla de Zefora pero lo detiene con un manotazo. Se acerca a él.

-Una lástima porque no me van las pollas. Hay tantas chicas que se mueren por estar contigo, búscate a otra, y, aunque me gustarán los chicos no eres mi tipo.

El chico parece sorprendido. Estoy notando que Zefora tiene muchos pretendientes siendo del equipo contrario. Pienso que si fuera mujer en todos los sentidos, seria una pe'rra.

Amistades RotasWhere stories live. Discover now