24-Veinticuatro

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Los días han pasado en un abrir y cerrar de ojos, ya estamos a uno de diciembre y las clases están más jodidas que antes. He estado bajo mucho estrés, casi no duermo y las ansias de comer no se van. Al menos no pierdo el apetito pero sí que estoy volviéndome gorda.

Las cosas entre Esther y yo están más jodidas, no hemos tenido algún roce después de aquella vez pero sus amigas se han acercado para amenazarme, que no se quedará así, por supuesto que solo risa me dio. Ya me he encargado de dos de ellas, a la primera que tiene acento colombiano le he cortado su melena larga y negra dejándole el cabello por encima de los hombros y la segunda; he provocado que se cayera de culo al piso y se quebrara un brazo por lo que ahora está ilesa.

Aunque todo está fongoso y no debo dar un paso sin salir ilesa hay una luz que me pone un poco alegre y esa son las vacaciones navideñas. Tendremos una semana de vacaciones para relajarnos y pasar el tiempo con la familia para después regresar y matarnos con cada examen sorpresa que nos darán los perros.

Me dejo caer sobre la cama, estoy muy agotada, son las dos de la madrugada y yo todavía despierta con la computadora sobre mis piernas y un sándwich de mermelada de piña. Si no duermo me quedaré dormida mañana en el trabajo, tengo muchas tareas y poco tiempo para dormir o descansar.

Saco el móvil para ver si puedo hablar con Zefora pero de inmediato recuerdo que no ha recuperado su celular. Río para mis adentros, es gracioso lo que hicimos y la verdad no me arrepiento de nada de lo que hice ese día.

Declino la idea de perder el tiempo, guardo mi tarea en la USB, recuerdo que tengo los archivos de las dos personas que no me interesan tanto pero que puede ser entretenido. Abro primero el de ella y comienzo a leerlo.

Kaylee Elizabeth Carson Presto

Nació el 25/05/2001 en la ciudad capital para luego sus padres mudarse al sur del país.

Desde su primer año de estudio ha sido la mejor teniendo las mejores notas del salón y del colegio. Fue considerada la mejor estudiante sobresaliente en la primaria…

Bla, bla bla. Sigo pasando hojas y hojas, información que definitivamente no me servirá, una buena estudiante, yo también soy una buena estudiante solo que me vale mil hectáreas si tengo reconocimientos. Sigo pasando información y me detengo en su expediente médico.

Expediente médico.

Ha asistido al psicólogo su última sesión fue el 06/03/2020.
Su psiquiatra no pudo dar respuestas de algún trastorno mental o algo similar ya que la paciente nunca dió a saber síntomas y no hablaba con la psiquiatra de sus problemas.

Sufre del corazón, el médico ha indicado que padece de crisis nerviosa y algunas veces puede padecer de parálisis cardíaco. Ha tenido accidentes con su enfermedad aunque el mayor de sus ataques lo tuvo en el 2017.

Un bostezo sale de mi boca, realmente leer su expediente me da mucho sueño. Traslado los dos documentos a la USB, guardo mis cosas  y voy al baño para asear mi cuerpo salir y acomodarme en la cama para dormir.

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Con el ánimo por los suelos atiendo a las personas que se acercan para comprar pescados creo que el mundo me ama demasiado pues no hay tantos calientes por acá, eso me alegra porque me volvería loca teniendo que atender ambos lados del local.

Voy al congelador para limpiar una caja completa de pescados grandes. Les cortó la cabeza y limpio todos los órganos, el olor del pescado ya no me molesto como las primeras veces. Sigo limpiando y limpiando cuando una voz femenina llama mi atención. Limpio mis manos en el delantal blanco que se torna rojo y se ve asqueroso.

Amistades RotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora