🎃Zefora 1/1🎃

1K 80 9
                                    

Ya la poca paciencia que tenía de había esfumado, yo sabía que controlar mi instinto no era fácil que en algún momento saldría la Zefora borde, fría y cruel que le vale mierda qué y a quién se lo dice. Había aceptado mi sexualidad hace tiempo, las chicas me atraían sí, pero ninguna como lo hizo Kayla.
Con su tiempo pude superarlo y ya no me atrae de la manera que una vez lo hizo, ahora el jodido problema tiene nombre y lentes de pasta. ¿Por qué las de lentes me gustan?, creo que tengo un fetiche con los anteojos.

Becca desde un principio me gustó, el primer día que la vi quise tomarla y besar esa pequeña boca que tiene, no lo hice por respeto. Pero ahora, ahora así vestida tan provocativo quiero mandar todo al carajo, ¿si me doy a entender?

Ya había tenido una gran pelea con Kayla en su casa, no quería decirle mis motivos y como dijo ella es mi amiga y no puedo ocultarle cosas como son esas pero ¡vamos!, qué nunca le cuentas todo a tu mejor amiga, siempre le ocultas cosas así como ella a ti.

Y para no hacer un escándalo tan dramático la mandé a su rincón de nerd.

A la hora de tomar la foto Becca se puso a mi lado pero dándome la espalda, elevó su cadera revelando más de lo debido, claro. Solo yo había percatado de ese detalle tan significativo para Eloísa, ella no veía eso, yo sí.

Tragué grueso al roce de su piel blanca con la mía. Lo ignoré. Seguimos por el camino bien decorado por nosotros, lo bueno que al final de toda la fiesta el rector contratará personal para limpiar éste desastre y no nosotros.

Adentro del campus fuimos directo a la barra que, los de segundo año habían hecho con mesas porque ya no había tiempo para algo mejor o al menos eso dijeron en dirección a la hora de pasar el "informe".

No podía quitar la mirada de la pelinegra, y, es que se veía tan bien con ese disfraz tan sensual que resaltaba sus curvas que ella ignoraba por completo. Mis nervios se alteraron de inmediato. Sentía mi mirada, sabía lo qué hacía pero me mantuve al margen. Lamió sus labios untados de labial provocativo.

¡Joder!, quise gritarle que dejara de hacer eso. Kayla por otro lado se quedó pasmada viendo cada uno de los bocadillos existentes. Sacudí la cabeza, cogí un baso y me serví ponche que sabía a desagüe.

-Aprueben estos dulces, son deliciosos- comentó rozando su escote con los dedos. No, no puedo más.

-No, iré a rondar por ahí- dije lo más borde que pude. Dejé el vaso sobre la barra y caminé en dirección a la tarima dónde estaba una banda de la universidad cantando alguna canción de Connection. Sonaba bien y la chica que canta tiene una voz grata a los oídos.

Mientras caminaba Luca, Renato y Mía venían riendo, los chicos estaban en la misma clase de telecomunicaciones y nos hicimos unos buenos amigos. Al verme se acercaron sin dudarlo, Renato y Mía son novios.

-¡Hola, Zefora! qué guapa estás. Sin ofender, te has vestido de lo que verdaderamente eres- elogia Luca. Entorné los ojos en reproche. Él iba vestido de lo que creo era de Michael Myers, (sin la máscara) Renato de Terminator y Mía creo de Lady Marian. Se veían super bien.

-Tú estás bien, incluso mejor que todas las veces, ya que eres feo- devuelvo el insulto. Claro que bromeó, es atractivo con unos lindos ojos miel. Llevó el vaso rojo de la mano a su boca.

-Touche- comentó Mía negando divertida.

-Sabes que es broma, no es tan feo- mencionó Renato, su amigo le dió un golpe de broma. Todos reímos.

-¿Es alcohol?- inquirí señalando el vaso de su mano. Él asintió y me lo dio, el líquido estaba a mitad del plástico, como necesitaba el alcohol demasiado, no dudé para nada. El alcohol golpeó mi cavidad bucal, pasó a que segundo plano quemando todo a su paso.

Amistades RotasWhere stories live. Discover now