Capítulo 8 [Parte 2]

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Zayn había llegado tarde, con unos veinte minutos de retraso, pero Liam no parecía preocupado, sólo tiró de él en un abrazo rápido y un beso suave.

Le había costado mucho tiempo controlar sus crecientes sentimientos de pánico y hacer la última parte de su viaje al museo. Maldita estúpida autoestima.

Ame tenía razón. Lo que había pasado en el Sagrado Corazón no había sido culpa suya. Había confiado en la persona equivocada.

Tenía que enfrentar lo que había pasado, no agachar la cabeza ni aceptar las mentiras que se decían de él.  Algún día lo haría, pero no hoy.

El museo de la policía era el típico edificio de Nueva York, era viejo y sólido, y cercado por todos lados por altos edificios de oficinas.

Nada en el exterior anunciaba que era un museo, ni siquiera que estaba allí, excepto una placa oscura en la pared. Liam estaba tranquilo cuando leyó la placa.

—Nunca lo he visitado— dijo.

—Yo tampoco.

—He querido hacerlo desde que me hice policía.

Entraron y Zayn rondó durante un momento por la tienda mientras Liam cogía un folleto. Se movieron hacia la exposición, pasando por dos motocicletas de policía y un gran caballo de plástico con todos los arneses de gala.

—¿Fuiste a la academia de policía directamente desde la universidad?— preguntó Zayn mientras miraban una muestra de los caídos del 9/11.

De alguna manera, ver las imágenes de los jóvenes allí expuestas le recordaban lo que Liam era y que en realidad no sabía cuánto tiempo llevaba siendo policía.

—Después de la universidad trabajé con mi padre durante algunos años. —Liam se encogió de hombros

—No funcionó. Estar en una oficina mirando papeles no era la cosa más útil que yo podía hacer. Lo que quería era ser policía, y tuve la suerte de que me aceptaran.

La imagen de los primeros en responder delante de las ruinas del 9/11 era tan conmovedora que Liam y él se agarraron las manos al ver las réplicas de insignias de todas las personas que habían muerto en servicio, incluidas las del 2001.

Zayn no se había dado cuenta que habían almacenado las pruebas de las torres, y había un bloque de cemento que se había fundido bajo el calor y luego se había enfriado con una pistola en su interior. Había vídeos, fotos, y toda la visita te daba que pensar.

El museo era muy tranquilo, respetuoso, pero eso no impidió que las muestras de afecto públicas de Liam se fueran amontonando sobre Zayn en forma de abrazos y de tomarse de las manos. Todo el mundo que caminaba por allí, parejas, familias, personas solas, parecían necesitar la conexión con otro ser humano.

Fue una experiencia de humildad, y cuando salieron por la puerta parecía que la vida real los golpeaba de frente en la cara.

El museo se asentaba directamente en el distrito financiero, una vuelta a la derecha y había una hermosa fuente con bancos.

—Fue extraño ver el arma de Al Capone— dijo Liam. Sacó una foto pequeña del bolsillo. Ambos hombres habían optado por hacerse una foto en frente de la alta puerta; algo que se ofrecía a los turistas.

Había sido idea de Liam ponerse delante  y asumir la postura de chico malo. Tan pronto como se hicieron la foto se intercambiaron—. Te ves muy bueno como para ser un criminal— comentó entre risas.

Se sentaron y se bebieron un café en Starbucks, mirando los imponentes edificios de oficinas donde miles de personas trabajaban durante la semana. Ahora, la zona estaba llena de turistas como ellos.

Un Milagro de Navidad - Ziam [Adaptación]Where stories live. Discover now