0.02

273 35 0
                                    

Pequeño encuentro
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Jiang Cheng se encontraba sentado con ambos piernas cruzadas al igual que sus manos, con un poco de impaciencia llevaba media hora esperando a la directora del centro, más bien del Orfanato.

Hace unos días o más bien semanas atrás cuando venía de su trabajo, ya había entregó el último informe a su jefe y había pedido unas vacaciones de tres semanas para poder trabajar en su siguiente novela que por nombre tenía Dusk Till Dawn.

En la caminó a su casa inesperadamente se encontró a una mujer en la calle, a pesar de que era raro para algunas pero para el no, al principio no sabía si acercarse pero lo hizo y para su grata sorpresa esa mujer sangraba, pero lo más impactante para él fue la pequeña criatura que tenía en brazos era una pequeña bebé recién nacida, estaba shock no sabía que hacer. Por su mente, ni en un millón de años pasó que se encontrara en una situación como ésta, así que hizo lo que estaba en la ley llamo a los policías y a los médicos. El no podía hacer mucho pero al menos sacaría a aquella mujer de su situación.

Pero nunca pensó que lo que le diría la mujer en fuera tan claro eh incluso impactante para él.

—J-Joven..j-joven..se que n-no so-so-sobrevivire p-pero...-tomando unas pequeñas bocanadas de aire continuo.- s-se lo pido cu-cuide a mi hi-hija.

—¿Perdón?-sin entender a donde quería llegar la siguió escuchando.

—Se que es mucho pero...se lo pi-pido, prefirió saber que mi hija tiene una familia aunque no tenga mucha dinero pero que viva honestamente, a-antes de s-saber que está en un orfanato.- sus lágrimas corrían por sus mejillas ambos rojas y con un poco de sangre.

Aguanto con un poco de fuerzas en sus manos tragó saliva y despacito depósito en corto beso en la cabeza de aquella pequeña bebé. Extendió sus manos tambaleando a lo que Jiang Cheng la tomo rápido.

Tragó saliva un poco incómodo, pero triste ante las palabras de aquella mujer.

Sabe que las posibilidades eran escasas de que pudiera sobrevivir pero, confiarle su hija a él, sólo era un desconocido.

Observando a la niña con una cara inestimable, jamás en su vida había criado niños, no sabía ni que se debía hacer en esas ocasiones. Respiro hondo y miro a la mujer.

—No le puedo prometer mucho, pero haré que está niña tenga una vida  justa, que sea una persona de bien y  tomame buenas decisiones, pero jamás le dejara de decir que tuvo una gran madre.-llevando una de sus manos al hombro de la mujer que le sonríe con lágrimas en los ojos.

Dando el último suspiro dejo de dar su último aliento hasta morir.

Cuando se ponía a recordar lo sucedido se ponía a pensar en una sola cosa, ¿que haría ahora?

Era un gran escritor de novelas, está en la mejor empresa pero...como le iba a dedicar tiempo ahora a su nueva hija, porque si...aunque le había dicho que si aquella mujer aún tenía sus dudas pero al mirar el rostros de aquella bebé y la pequeña marca que tenía en la frente de nacimiento y la forma que lo miraba hizo que por primera vez su corazón se hablandará.

Sabía que no era tarea fácil pero siempre hay una primera vez para todo, así que tomó su decisión y iba a criar a esa niña.

Un tiempo después pudo conversar con la directora, le fue difícil ya que. Como todos saben una persona para adoptar a un niño debe cumplir ciertos requisitos pero había unos que no podía cumplir.

Se supone que debía tener una esposa no era por excluir ni nada, pero mayoritariamente es una pareja de hombre y mujer los que adoptan, y en su caso el era soltero.

Así que decidió hacer un pequeño trato si quería tener a la niña sin tener problemas mayores accedió a seguir siendo padre soltero ya que si lo pensabas, había sido la madre de la niña la que dijo que le dejaba a su hija, aunque no fue convincente, accedió a reducir sus horas de trabajo y también si en una meses no cumplía con su labor como se correspondía aceptaría entregar a la niña sin quejas.

Aunque si lo pensaba así pareciera que estuvieran tratando otros asuntos menos el de un menor.

Firmó parte de los papeles y prosiguió a seguir a la chica que me llevaría con la pequeña bebé.

Mientras caminaba se encontró a su paso varios niños y niñas y algunas familias, incómodo de si mismo no miro mucho. Era la primera vez que están en un lugar así, nunca había visitado uno en persona y ahora que estaba en uno, parte de sí mismo se sentía mal por aquella niños.

En unos minutos  llegaron, la chica le dijo que esperará un momento, a lo que asiento. No demoró mucho antes de que lo llamaran.

Frente de él, están la pequeña bebé dormida, sonrió por inercia ante la situación.

No sabía porque pero se sienta feliz de verla, con un poco de miedo la tomo en sus brazos y la acercó a su pecho.

— Le acompañaré a la salida señor.

—Gracias.-asintió sin dejar de mirar a la niña.

A pesar que fue inesperado fue una bendición conocerla.-pensó dentro de si.

—¿Señor?-levantó su vista para mirar a la chica.

—En algunas semanas le llevaran a alguien para que lo ayude, en su nueva labor como padre y mirara por el bienestar de la bebé, será dos veces al día.

—Entiendo, gracias por la información señorita.

—De nada señor, ahora me despido primero.-haciendo una reverencia volteo y caminó en la misma dirección que había venido.

—Bien bebé, ahora tu y yo viviremos juntos, pero antes dejame decírtelo no soy bueno en los nombres pero ya pensé en un nombre para ti vale.- la niña hizo algunas balbuceos con la boca sonriendo.- Eso lo tomaré como un si así que ya lo pensé te llamarás Zhao Yao.
















More-blood-min

🌌Dusk Till Dawn🌌Where stories live. Discover now