𝐼𝒳

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¿Asesinato?
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El Tirano de los Mares, caminaba por los pasillos del Valhalla, en dirección al palacio de los Dioses, puesto que ya era hora de hablar con Zeus y poner los puntos claros, Hermès le comentó que alguien más residía en el Olimpo, una Diosa.

Él no tenía muy claro de donde había salido esa supuesta Diosa, Hermès le dijo cosas a las que no presto atención, lo único que recodaba más o menos fue la descripción de su apariencia, algo que tampoco era muy relevante, después de todo, si no era alguien digna, definitivamente la mataría, le importaba un bledo repetir el suceso de hace milenios atrás.

Poseidón detuvo su paso, cuando vio a quien probablemente era Nihil, la escaneo con la mirada, era tal y como le había descrito su sobrino, exceptuando los cristales que la rodeaban, el Dios asumió que eso seguramente era algún tipo de habilidad especial, y si no se equivocaba, no tenía nada de que preocuparse.

Esos cristales se veían inofensivos, el único problema era que según veía, ella podía hacer cualquier cosa con ese cristal, un ejemplo de ello eran las mariposas de cristal que rodeaban parte del lugar, ciertamente se veía como un poder estupido, pero si ese cristal era tenía una buena resistencia podría ser algo problemático.

Decidido a no perder más tiempo continuó con su camino, tratando de descifrar el porqué Zeus había admitido a esa chica en el Olimpo, el no vio nada especial en ella, era linda, pero hasta ahí, no había nada más que mirar, tampoco vio nada especial en el cristal ese, parecía más adorno que otra cosa.

Una vez llegó al palacio de los Dioses, se encaminó directamente a los aposentos de su hermano menor, tenía mucha cosas que hacer en su castillo, así que simplemente le haría unas preguntas a Zeus, mataría a la chica, y se iría del Valhalla.

Una vez que estuvo en los aposentos del padre de los Dioses, entro sin siquiera tocar la puerta, Zeus lo miro con sorpresa, no se esperaba una visita tan repentina, y tampoco se esperaba que Nihil tuviera tan poco tiempo.

–Hoho~, Poseidón, cuánto tiempo sin vernos —Zeus le sonrió, mientras que Poseidon se adentró más en la habitación, y tomó asiento frente a su hermano.

–Ahora se supone que esto es una guardería? O un orfanato? Qué pasa Zeus? Lo de liderar no se te da tan bien y por eso te dedicaste a recoger basura para llevarla al Olimpo? —El Dios miraba a su hermano menor con desaprobación, mientras que los demás Dioses siquiera se atrevían a opinar.

–Retírense, quiero hablar con Poseidon en privado —Todos comenzaron a retirarse de la habitación sin decir una palabra.

–Y, bien? Supongo que quieres, que se repita el suceso qué pasó milenios atrás —El rubio miro a Zeus con superioridad, no tenía ningún problema en volver asesinar a un "Dios".

–No va a repetirse, porque no es necesario. Tienes algún problema en particular con ella? Qué pasa Poseidón? El mal humor de la vejez ya te está haciendo efecto? —El viejo se carcajeó al observar la expresión de enojo en el rostro de su hermano, no tenía de que preocuparse las discusiones entre ellos dos ya eran algo normal.

–Me estás diciendo que esa mocosa no es un desperdicio? La vi crear mariposas de cristal en uno de los jardines, ese es su poder? Que hará con eso? Crearle figuritas a la escoria humana para que le rindan culto? —El mayor hablaba con desprecio, sus palabras desprendían veneno en todo el sentido de la palabra, miró a Zeus directamente a los ojos en espera de una respuesta coherente.

–Un momento, dices que la viste? No será que la espiaste? Es muy bonita, no? Estás viejo ya va siendo hora de que asientes cabeza —El padre de los Dioses hubiera estallado en carcajadas nuevamente de no ser por la mirada asesina que Poseidón le había dedicado, en definitiva ya no debía de hacer más bromas o terminarían en una pelea.

–Dame una razón coherente, para no ir a destruirla en este preciso momento —Tomó su tridente y se levantó de su asiento bajo la intensa mirada de su hermano menor, ninguno dijo nada, probablemente otra vez pasarían a ser doce olímpicos.

–Pasó mis pruebas. La proclame como la Diosa de la Creación y la Destrucción, porque representa un balance entre ambas cosas, es fuerte ponla a prueba y vas a notarlo. Si no cumple, eres libre de matarla —El padre de los Dioses miro de reojo a su hermano mayor, notando cómo este sonrió con malicia, era obvio que no planeaba nada bueno.

–Perfecto —El mayor se retiró del gran salón finalizando de esa forma su "charla" amistosa con el padre los Dioses.

El iba a tomar cartas en el asunto, Poseidón tenía mas que claro que ser un Dios del Olimpo no era un juego, ya que este era un lugar sagrado en el que no podía haber nadie que no fuera digno de ser Dios, de no ser así, no habría eliminado a su propio hermano hace milenios atrás, si ella seguía en el mismo lugar, todo sería más fácil, y mientras más rápido fuera todo mejor.

La suposición del Dios fue acertada, Nihil se encontraba en el mismo lugar, Poseidón se acercó a ella y sin titubear, apuntó al cuello de la contraria con su tridente, por su parte, la peliblanca quien estaba agachada en el suelo, levantó la mirada y sonrió ladina al sentir un filo rozar su yugular.

«Entonces, este es a quien llaman el Dios entre Dioses, un título bien merecido, no lo sentir llegar, y tampoco percibí su movimiento, de no ser por el filo rozando mi cuello, jamás lo habría notado, pero ahora que lo veo, me doy cuenta de que sus ansias de matar son casi palpables, es inexpresivo, pero muy imponente.... sencillamente perfecto».

𝙊𝙡𝙮𝙢𝙥𝙪𝙨 ❥ 𝙎𝙝𝙪𝙪𝙢𝙖𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙑𝙖𝙡𝙠𝙮𝙧𝙞𝙚.Where stories live. Discover now