𝙊𝙡𝙮𝙢𝙥𝙪𝙨 ❥ 𝙎𝙝𝙪𝙪𝙢𝙖𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙑𝙖𝙡𝙠𝙮𝙧𝙞𝙚.

𝒳𝐼

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Derrota
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Nihil sostenía con firmeza una flecha que apuntaba directamente al cuello del Dios, era su única y probablemente ultima oportunidad, esa flecha de cristal creada con "Equilibrio Perfecto" era el equivalente a un arma divina, con ella podría herir fácilmente a Poseidón, quien pese a la situación seguía con la misma expresión seria de siempre, y sostenía su tridente con fuerza en espera de la oportunidad para matarla de un solo golpe.

Ciertamente el tirano de los mares estaba perdiendo mucho más tiempo del que había premeditado, no esperaba que Nihil siquiera mostrara algún tipo resistencia.

«Envidio esa serenidad que tiene, no muestra emoción alguna, sus ojos están vacíos, no le importa morir, tampoco le importa vivir, no hay nada que lo ate a la vida, y no tiene ningún motivo para rechazar a la muerte, no importa que pase, jamás mostrará miedo, porque no lo siente, seguramente perdió a alguien importante para él en el pasado, o jamás ha tenido alguien que sea importante para el».

El ambiente era tenso, cualquier movimiento en falso podía ser lo último que hicieran, ambos se encontraban totalmente concentrados en el otro, dispuestos atacar en el momento preciso, ambos con objetivos muy diferentes, mientras que Nihil pensaba únicamente en sobrevivir sin tener que matarlo, Poseidon pensaba en que debía matarla cuando antes, ya que se le hacía tarde para sus compromisos.

Al Dios no le importaba en lo más mínimo la determinación que se reflejaba en los ojos de la fémina, se notaba que ella realmente quería sobrevivir, sin embargo, solamente "querer" no bastaría, la supervivencia no se trata de querer, se trata de hacer, y eso era justamente lo que Nihil pensaba, pero aún así, sentía que no era capaz de matar para sobrevivir.

«Actúa como si no quisiera vivir por ella misma, si no por alguien más, probablemente tiene algo que la mantiene atada la vida, familiares tal vez, aunque según lo que me dijo Hermès, ella no tiene familia, así que supongo que debe ser alguna amistad, aunque eso no me importa, mis decisiones no van a cambiar por eso».

Ambos estaban un poco extrañados de que no hubiera nadie alrededor, los Dioses siempre solían rondar las jardines del Valhalla, sin embargo, esto era un punto a favor de ambos, ya que nadie intervendría en la pelea.

La albina hizo presionó con fuerza la flecha, sobre el cuello de Poseidón, una herida comenzaba abrirse en el cuello del Dios, la punta de la fecha se tiñó de un tono rojo carmesí, fue imposible para Nihil ocultar su sonrisa.

Para ella era inevitable sentir emoción cuando se derramaba sangre, pero muy poco duro su emoción, sabía que no estaba este no era un momento para comportarse como la loca sadica que era, después de todo peleaba por supervivencia y no por diversión.

«La herida es superficial, el siquiera parece inmutarse, está apretando su tridente con fuerza, seguramente en espera para darme el golpe final. Es tan molesto saber que esto para el no es más que un simple juego, y yo aquí intentando hacer todo lo que puedo para sobrevivir, debo de estarme viendo muy ridícula ante sus ojos».

Resignada, Nihil apartó la flecha del cuello de Poseidón, y retrocedió lo suficiente como para no recibir ningún ataque letal de cerca, la flecha se deshizo volviéndose mariposas, las cuales se posaron en la herida del Dios sanándola por completo, la fémina deshizo su "Equilibrio Perfecto", e inmediatamente cayó sentada al suelo, su habilidad no tenía un límite de tiempo establecido, sin embargo para ella concentrar tanta energía para nada, era una pérdida de tiempo.

Al fin y al cabo, ya había sido derrotada, el Dios se ganó en derecho de matarla, no tenía porque seguir mostrando resistencia, aunque debía de admitir que se sentía muy patética, sabía que pudo haberlo matado o al menos asegurar su supervivencia, si hubiera usado la destrucción sobre el Dios, pero aún así no lo hizo, prefirió no herirlo de muerte, todo porque no tenía la voluntad suficiente para matar, o eso quería creer.

–Tuviste una oportunidad —El dios comenzó avanzar en dirección a Nihil, con su tridente en mano.

–No tengo corazón para matarte ni a ti, ni ha nadie, sin contar el hecho de que he sido derrotada, así que en pocas palabras ganaste el derecho de matarme —Su voz sonaba calmada, no tenía miedo, y el deseo de sobrevivir que antes se reflejaba en sus ojos, había desaparecido. –Luche para sobrevivir, no para matar, ademas qué sentido tiene matar a quien no tiene motivos para vivir?.

«Quiero creer que no tengo el corazón para matarlo, aún cuando se que no es así, pude haberlo matado y no sentir el menor de los remordimientos, después de todo, él está intentando matarme, pero, si lo hubiera matado, ya no habría vuelta atrás, estoy más que segura, de que no sería capaz de calmar mi sed de sangre, y seguramente después de matarlo, iría por la cabeza de alguien más, repitiendo el ciclo hasta sentirme satisfecha con todo el caos y la sangre derramada».

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Nihil, al ver cómo Poseidón apuntaba directamente a su corazón, ese golpe iba a matarla si o si, ya no estaba en condiciones de regenerarse, mucho menos de atacar, no tenia de otra más que aceptar su destino, así que simplemente se mantuvo tranquila y con una sonrisa en sus labios.

El rubio la miro detenidamente por un instante, mientras comenzaba a enterrar su tridente en el pecho de la fémina, la sangre volvió a escurrirse por labios de ella, sin embargo su sonrisa seguía intacta, Poseidón detuvo su ataque por un momento, había cambiado de opinión, no la mataría lentamente cómo tenía pensando, acabaría con ella de un solo golpe, después de todo, mientras más rápido, mejor.

«Perdio toda su voluntad en un momento, tal parece que tiene un espíritu débil, es una lástima, que unas habilidades tan buenas hayan sido desperdiciadas en alguien como ella».

Dispuesto a matarla de una vez por todas, hizo el ataque definitivo para acabar con ella, pero no logró impactarla, porque la fémina ya no se encontraba frente a él, suspiró con pesadez, y apretó su tridente con fuerza, no entendía la razón por la cual intervenían en algo que no les concierne.

Era más que obvio, el hecho de que Nihil se no movió por sí sola, sin contar que el Dios no vio, ni percibió movimiento alguno alrededor, lo cual indicaba que había sido la habilidad especial de algún otro Dios, y si mal no recordaba, Poseidón sabía a la perfección que solo un Dios era capaz de hacer ese tipo de cosas, uno muy molesto y desagradable.

–Por qué interfieres? Imagino, que tú también quieres morir —Se dio la vuelta, y apuntó hacia el Dios con su tridente.

–Deberías de aplicar esos aires de superioridad con alguien más, no crees Poseidón? —El Dios observó a Poseidon de reojo, y luego observó a la albina casi inconsciente que tenía cargada en sus brazos.

–Y, tú no deberías de meterte donde no te llaman, no lo crees Buda? —Sus miradas chocaron por un momento, los ojos de Poseidón estaban inexpresivos igual que siempre, mientras que la Flor de loto podía apreciarse en los ojos de Buda.