《LA PRIMERA PELIRROJA》JAMES POTTER

<<Estás condenada>>

La brisa acariciaba suavemente la copa de los árboles.

Los elfos terminaban de preparar el desayuno.

Y por primera vez en el curso los alumnos se despertaban con entusiasmo.

¿El motivo? Era la primera salida a Hogsmeade y el primer partido de quidditch; huppelpulf vs slytherin.

— Ah, no sabéis que ganas tengo de ver a las serpientes comer polvo esta tarde — dijo James nada más levantarse. Iba a girarse para despertar a Malia pues ayer se habían quedado dormidos en la cama de este después de una de sus típicas noches de charla. — ¿y mali...

Antes siquiera de que pudiera terminar de formular la pregunta Malia salió del baño con tan solo la toalla puesta.

— Merlín.

La pelirroja, ignorando el hecho de que estaba siendo devorada por los ojos atónitos de sirius y james ya que remus y peter aún no se despertaban, siguió a lo suyo.

— sir ¿me dejas una camiseta tuya?

Este frunció el ceño — ¿no llevamos ni un mes y ya me estás robando ropa?

— Hey, no es mi culpa, las mías ya me quedan pequeñas.

— Con razón — susurró James.

Sirius se pasó la mano por la cara mientras le señalaba su baúl y malia se acercaba a darle un beso. Bastaba decir que iba en toalla y que se había inclinado para ello. Tras ello, cogio una camiseta blanca en la que ponía "fuck you" en negro.

Cuando la pelirroja volvió a adentrarse en el cuarto de baño James arqueó una ceja hacia Sirius.

— Ni una palabra Potter, ni una maldita palabra — dijo tapándose con las sábanas.

James se echó a reir mientras remus y peter se despertaban y comenzaban a vestirse.

— ¿Listos?

Los cuatro chicos asintieron mientras observaban el atuendo de malia. Llevaba una falda roja con rayas horizontales y verticales finas de azul y blanco, unas botas negras de rodilla, la camiseta de sirius que se la había metido por dentro y una chupa negra. Eso junto al pelo de fuego mojado y a sus labios rojos... estaba preciosa, como siempre.

— Ir bajando — dijo James agarrando a Malia del brazo deteniéndola — nosotros tenemos que hablar un segundo.

— Oh vamos James, cuéntamelo por el camino, me muero de hambre — respondió esta bajando escaleras.

James procuro ser un joven decente y no mirar lo bien que le quedaba aquella falda pegada. Por merlín, malia era su mejor amiga y si el no era capaz de controlar la mirada no sabía que sería del resto de la población masculina.

Sacudió la cabeza y aceleró el paso hasta colocarse detrás de la pelirroja.

Cuando la joven notó el aliento de james en su cuello, sus manos rodeándole todo el cuerpo y su cabeza apoyada en su hombro, todo su cuerpo recibió una descarga eléctrica.

— ¿de qué tenías que hablar conmigo james?

"Mierda, ¿de que tenía que hablar con ella?" Al rodear a malia entre sus brazos se había olvidado por completo de que mierdas tenía que hablar con ella.

— Solo quería pasar tiempo conmigo — se excusó él mientras entraban en el gran comedor.

Ahí fue cuando más consciente estuvo de las miradas de los chicos a malia, por consecuente, james gruñó haciendo reír a malia.