5.40 Solo te necesito a ti (1)

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Habían pasado cinco años desde que la misión terminó, la casa se mantenía igual salvo por el desorden que iba y venía.

De entre todos los hábitos de Saki, había uno con el que Liam tenía un gran problema, su habilidad de quedarse dormido en cualquier sitio, incluso el piso de la cocina, lo miró recostado usando únicamente una camisa y lo levantó para llevarlo al sillón y tomarse un tiempo.

Sin necesidad de necesitarla, encargó una espada nueva, no lo hizo porque Saki mencionara que su espada estaba vieja y oxidada, simplemente pensó que era tiempo de un cambio y el brillo de la empuñadura plateada recargada sobre la mesa fue lo primero que Saki vio cuando abrió los ojos.

Al instante supo que Elliot había vuelto y se levantó de un salto para abrazarlo – volviste – le dio varios besos comenzando por la frente y siguiente por su mejilla y su cuello.

Colgado de la forma en que estaba Liam lo sujetó de la cintura y dejó que se recargara – ¿me dirás algo sobre el sitio donde te encontré cuando llegué?

– ¿Eh?

– No es bueno dormir sobre superficies frías, la próxima vez que te sientas soñoliento descansa en el sillón.

Saki torció la boca – no es mi culpa, me da mucho sueño, soy perezoso.

Más que perezoso, esa parecía una habilidad única y un poco preocupante, dejarlo bañarse solo era un deporte de alto riesgo – entonces dime, ¿qué hacías medio desnudo en la cocina?

– Estoy vestido – estiró los brazos mostrando la camisa negra que le quedaba enorme, esa camisa propiedad de Liam era la única prenda que estaba usando y las manos de Liam se deslizaban sobre su piel desnuda. Saki sonrió y se llevó las mangas al rostro para oler – dulce.

– Tienes a la fuente a tu lado – le pellizcó el muslo – y estas oliendo mi camisa, harás que me ponga celoso.

Saki sonrió y lo abrazó – ¿lo haremos de nuevo?

– Eres un problema – lo besó e inesperadamente se detuvo y miró hacia la puerta – vuelve a la habitación, llegó el correo.

Ir por la casa desnudo era lindo, hasta que alguien más llegaba, obedientemente Saki saltó al suelo y apareció un portal para caer directamente sobre la cama de su habitación.

El mensajero estaba muy lejos y cuando llegó vio únicamente a Liam, entregó algunas cartas y se marchó, Liam miró el sobre y suspiró, de vuelta en la casa le entregó la carta a Saki.

Era una carta de Viola.

Un mes atrás Saki recordó a Viola y a Romeo, ninguno volvió para saludarlos, así que les escribió una carta y Liam la respondió basándose en la historia. Cinco años después de volver a su mundo, Viola y Romeo eran recién casados.

Saki leyó con los ojos muy abiertos – se casó, Viola, se casó, con, ¿Romeo? – alzó una ceja.

– Romeo consiguió un cuerpo.

– ¡Ah!, es cierto, Romeo era un hombre, lo olvidé – bajó la mirada y se sentó sobre el sillón con las rodillas recogidas – que triste, era un lobo muy lindo, era suave y su cabello era fácil de peinar.

– ¿Hacías eso por él?

Saki le enseñó la lengua – es broma, ni siquiera me peinaba yo.

La carta era muy corta e informativa, Saki jamás leyó algo escrito por Viola, así que no podía saber que no había sido escrita por ella y todo lo que incluía la carta era cierto – una boda – dijo la frase en voz muy baja – ellos se casaron y tendrán muchos hijos – suspiró – las personas que se casan y tienen hijos.

No soy un virus, soy un acosador (primera parte)Where stories live. Discover now