6.10 Cómo inició la relación (2)

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Tras pasar la preparatoria Nicolás se inscribió en la carrera de administración de empresas y al graduarse tenía un puesto garantizado en la revista, también tenía las llaves del departamento de Gregory, un pequeño regalo del señor Holt que guardaba con mucho cariño.

Esa mañana parecía árbol de navidad, toda la ropa de Gregory le estaba tapando la vista y tuvo problemas para llegar al edificio, al entrar fue al armario, acomodó la ropa, tomó un poco de agua y miró por la ventana, al observar con mucho cuidado notó que había una mancha en el cristal, como si alguien se hubiera recargado con ambas manos, fue al cuarto de limpieza, tomó un atomizador, un paño y comenzó a limpiar, al terminar siguió con la mesa de centro y ya ahí, descubrió colillas de cigarrillos en el suelo.

Su departamento podía ser un desastre, pero siempre cuidaba limpiar el de Gregory.

Con el paño en las manos y limpiando bajo la mesa alcanzó a ver un par de zapatillas rojas, fijó la mirada creyendo que estaba alucinando y al levantarse se golpeó con el cristal.

– ¡Oh por dios!, ¿estás bien?

No lo estaba soñando, había una mujer vestida elegantemente saliendo de la habitación de Gregory – usted

– Niki – Gregory dijo el nombre por descuido – ella es Cristina Niente, es una amiga y pronto comenzará a trabajar como modelo, Cristina, él es

– Nicolás – lo corrigió.

– Claro – miró los artículos de limpieza en sus manos – él es el asistente de Meison, a veces viene a cuidar que me levante de la cama, es un chico muy trabajador y confiable.

– Es lo que veo, fue un placer conocerte – se dio la vuelta y le dio un beso a Gregory en los labios – nos veremos pronto.

En todos esos años, Nicolás pensó que él era la persona más cercana a Gregory y quien mejor lo conocía, resultó que había otra persona.

– ¿Quién es ella?

– Ya te lo dije, es una modelo.

– ¿Por qué estaba en tu habitación? – de repente se dio cuenta de que ellos estuvieron en ese cuarto todo el tiempo que él estuvo acomodando la ropa y limpiando, se sintió enfermo y con dolor de estómago.

Gregory lo fulminó con la mirada – no te interesa, mejor responde, ¿cómo entraste a mi departamento?, la puerta estaba cerrada.

– Tengo llave – la mostró y Gregory se la arrebató de las manos.

– Maldito pervertido, ¿vienes cuando no estoy?, ¿qué es lo que haces?

Sus manos se levantaron – limpio, acomodo tu ropa, checo que haya suficiente comida, también oculto las botellas de alcohol y los cigarrillos para que el personal de limpieza no los vea.

– No vuelvas a hacerlo.

Cuando era niño solían golpearlo, y con gusto volvería a ese día en lugar de estar de pie mirando como Gregory se alejaba – me gustas, me gustas desde que éramos niños.

– Ya lo sé.

Lo sabía desde varios años atrás y jamás le importó.

Rechazó el trabajo administrativo en Nova y buscó un lugar donde pudiera despejar su mente, sin experiencia, el único trabajo que consiguió fue en una tienda, acomodaba la mercancía, trapeaba el suelo, limpiaba los cristales y recogía la basura, no era un empleado de confianza así que todavía no lo dejaban a cargo de la caja, lo que hacía le daba mucho tiempo para pensar.

No soy un virus, soy un acosador (primera parte)Where stories live. Discover now